- Autora:
Dul Gonz Priccolo
- Twitter: @dulgonzpriccolo
- Tipo: GD, Ji Yong, BIGBANG, hetero, lemon, serial, +18, idol x fan (en este one-shot no es idol), oneshot
¿La memoria tiene límite de espacio? Parece que nunca va a llenarse,
siempre tiene más espacio para guardar recuerdos, momentos y promesas, que
muchas veces justifican la vida de un ser. Recuerdos dolorosos que atormentan
sus días o recuerdos felices que continúan haciendo sonreír a los que tienen el
privilegio de poseerlos. Al fin y al cabo, todos esos recuerdos, agradables o
desagradables, son el vestigio de lo que fuimos.
***
La tarde continuaba tranquila, el sol comenzaba a teñirse
de un color cercano al rojizo, la brisa jugaba con las hojas de los árboles,
era una tarde hermosa.
Ji Yong no despejaba la vista del libro, intentaba
encontrar sentido a aquel verso, pero por más que lo intentaba, no lograba
entender esas palabras. EL AMOR ES CIEGO.
La imaginaba sonriente, aunque ella ni siquiera se
enteraba de la existencia del pobre, ella miraba a alguien más- My Butterfly…
***
Alice se contempló una vez más en el enorme espejo de su
habitación. Se veía hermosa dentro de ese vestido blanco de encaje, sus hombros
estaban descubiertos.
Estaba más que emocionada, finalmente el chico que tanto
le gustaba por fin la había invitado a salir.
Su rostro estaba al natural, su larga y ondulada melena
oscura estaba suelta y alborotada, su flequillo cubría gran parte de su frente.
Después de darse una última mirada decidió salir rumbo a
su destino. Llevaba puesto su collar de la suerte, el que su padre le había
regalado antes de morir. Una pequeña mariposa plateada.
***
Encendía su tercer cigarrillo, se estaba arrepintiendo de
haber invitado a aquella chica –Alice- la había visto un par de veces rondar
cerca de su bar favorito, le parecía molesta –siempre siguiéndolo- pero no
negaba que era guapa. Sus amigos lo habían molestado la última semana con ella.
-Vamos, sólo será una noche y me dices qué tal es –le
había dicho SeungRi, sólo pensaba en sexo. En cambio TOP, era conocido por ser
un galán ante las mujeres, salía con muchas pero era discreto.
Aquella tarde el tiempo parecía ir más lento, la brisa
pegaba directo sobre sus brazos tatuados, pero no le molestaba, al contrario lo
disfrutaba. Estaba por encender el cuarto cigarrillo, cuando una melodiosa voz
lo llamo.
-¡GD! –se giró a mirar a Alice, creyó que su quijada
tocaría el suelo. Alice lucía hermosa dentro del corto y ceñido vestido blanco.
Sonrió por haberla invitado.
***
La mañana en la Universidad parecía que nunca iba a
terminar. Alice no prestaba atención a lo que el profesor de Literatura Inglesa
decía, ningún escritor era mejor que su amado GD. Una solo rima pronunciada por
los labios del joven rapero, bastaba para que Alice terminara cediendo a
cualquier deseo del joven, por más oscuro y atrevido que fuera.
La campanilla anunciaba que la aburrida clase llegaba a
su fin, Alice se levantó casi de un salto para salir del aula, pero fue
interrumpida por la voz chillante del profesor.
-Señorita Alice, ha estado muy distraída durante toda la
clase –la chica rodaba los ojos en respuesta, sólo quería salir- Me temo que si
su comportamiento sigue así, será suspendida del curso.
-Entonces hágalo –dijo Alice y salió rápido del aula,
dejando al pobre profesor con la boca abierta por su inesperada respuesta.
Alice sólo quería llegar a donde su querido GD.
***
Haber invitado a salir a aquella chica no había sido tan
malo. Se sentía complacido con tenerla sólo para él. SeungRi no dejaba de
burlarse de situación, mientras TOP estaba alegre, creía que su amigo por fin
sentaría cabeza. Pero nada de eso era verdad, GD tenía un propósito totalmente
distinto. Se había dado cuenta que Alice sólo tenía ojos para él, no necesitaba
hacer nada para que alguien resultara herido.
Bebía un trago de Whisky cuando fue interrumpido por el
sonido del timbre del apartamento le distrajo de sus pensamientos malvados. Se
levantó del enorme sillón de piel y se dirigió para abrir la puerta, Alice le
miraba sonriente.
Recibió a Alice con un apasionado beso, mientras una mano
se posaba en la nuca de la chica para acercarla más y así profundizar aquel
beso. En su otra mano aún tenía el vaso a medio tomar de Whisky.
***
Ji Yong se sintió devastado cuando escucho la noticia. TaeYang, su amigo desde preescolar, le había hecho llegar la noticia. Alice y GD salían.
No podía creerlo, aunque sabía que era un evento que
tarde o temprano habría de ocurrir. Sus amigos, DaeSung y TaeYang, estaban preocupados
por él. Sabían que Alice le llevaba gustando hace mucho. Día a día se volvía
aún más lejano a ellos. Siempre rodeado de libros y más libros. Si tan sólo
hubiera tenido un poco de valor para acercarse a Alice antes de que GD lo
hiciera.
Ji Yong estaba tan distraído que ni siquiera notó que
alguien igual de distraído venía frente a él, hasta que chocaron.
-¡Auch! –se quejó por el fuerte golpe que se había
llevado en el pecho. Su expresión cambio cuando se dio cuenta quién estaba frente a él.
-Lo siento… -la chica se quedó muda cuando alzo la vista-
¿GD?
***
Alice estaba sorprendida. Minutos antes había abandonado
el apartamento de GD y ahora lo tenía justo al frente. Lo miró atónita, jamás
lo había visto vestido tan formal. Una camisa rosa y un pantalón negro que
apenas le cubría hasta los tobillos, el saco y la corbata los traía en su
antebrazo.
Ji Yong negó con la cabeza y le dedicó una sonrisa
gentil, sus ojos parecían sonreírle también.
-No, GD es mi hermano. Yo soy Ji Yong –hizo una
reverencia y después extendió su mano hacia ella- Es un placer…
-¿Su hermano? –Alice aún estaba sorprendida- ¿GD Oppa
tiene un hermano?
Ji Yong continuaba con la mano extendida,
estaba por bajarla cuando Alice lo sorprendió al tomar sus manos para
examinarlas, buscaba los tatuajes que GD tenía.
-¡Oh!
Lo siento –la chica se disculpó al darse cuenta de lo que estaba haciendo e
hizo una reverencia.
-No
te preocupes Alice~sshi –la chica sonrió para después sorprenderse una vez más.
-¿Cómo
sabes mi nombre?
***
GD
contemplaba la escena desde el gran ventanal del apartamento, le molestaba
verlos juntos. Alice sonreía y Ji Yong la miraba tímidamente.
Una
idea malvada cruzo por la mente del chico tatuado y una sonrisa se forma en sus
labios con sólo pensarlo, bebió un sorbo del vaso de Whisky antes de retirarse
de nuevo a la sala.
Tomó
asiento en el sillón de piel y coloco la botella de Whisky en la mesita de
centro, encendió un cigarrillo, mientras en su cabeza formulaba decenas de
escenarios para llevar a cabo su plan. Mordió su labio para suprimir una
carcajada.
-¿Alice
y Ji Yong? Dejó caer su cabeza en el respaldo del sofá y dio una fumada más a
su cigarrillo, contuvo el humo unos segundos y después lo exhalo- No lo creo…
Se
levantó del sillón y tomó una chaqueta de cuero con detalles metálicos para
cubrir su torso desnudo y lleno de tatuajes. Su sonrisa aún no desaparecía.
***
-¿GD
te contó sobre lo nuestro? –ni siquiera había pensado en una respuesta cuando
Alice lo interrumpió con otra. Le dolió ver la expresión de felicidad en el
rostro de la chica.
-Eh…
S-Sí. –era mentira. GD y él apenas cruzaban palabra, no vivían en el mismo
apartamento, aunque compartían el mismo edificio. La relación entre ambos no
era buena.
No
recordaba desde cuando se habían vuelto tan distantes, simplemente un día
parecía que ya no se conocían. Su infancia había sido feliz y llena de
alegrías, pero de pronto, un día cualquiera todo llegó a su fin. Sus padres se
divorciaron, a partir de esa separación todo había cambiado en la vida de
aquellos chicos.
-Oppa
no había mencionado nada sobre ti. Es un placer conocerte Ji Yong. –Esta vez
Alice extendía su mano, al principio Ji Yong se sorprendió, pero después se
puso alegre al sentir el cálido roce de sus manos- Es hora de que me vaya, pero
me encantaría platicar después.
Su
corazón pálpito tan rápido al escucharla decir aquello, no quería dejarla ir.
Esa noche, fue la primera vez que la acompañó hasta su casa.
***
La oportunidad para acercarse a Alice al fin se presentaba. En la Universidad
apenas si la veía, pero desde aquel día frecuentaba los salones en donde ella
tomaba clases; de alguna manera se habían hecho inseparables. Alice lo
apreciaba en serio, lo consideraba su mejor amigo y a Ji Yong con eso le
bastaba. Habían sido varias las veces que había llorado en su hombro a causa de
las groserías que GD le hacía. Ji Yong escuchaba paciente cada palabra que
Alice pronunciaba, escuchaba sus penas y le daba consuelo, aunque le dolía
verla así.
Ji
Yong sufría igual y hasta más que Alice por el sufrimiento que GD, su hermano,
le provocaba a su hermosa amada. Lo había visto con sus anteriores novias,
siempre les terminaba haciendo daño. Le enfurecía saber que GD se divertía con
decenas de chicas mientras Alice derramaba lágrimas.
Aun
así, Ji Yong siempre estaba con Alice. No importaba lo que él sintiera, incluso
si tenía que soportar y callar sus sentimientos hasta su muerte para que su
amada tuviera al amor de su vida, lo aguantaría.
No
diría nada que pudiera lastimarla.
***
Su
vida no había sido la mejor. El recuerdo de la vida con su padre le tenía
traumado, agotado e insensible. Se había sentido aliviado cuando supo que había
muerto. No entendía cómo un padre podía despreocuparse a tal grado de su propio
hijo, y peor aún, no entendía cómo una madre podía dejar a su hijo con alguien
así.
El
rencor que sentía por ambos era grande. Después de haber muerto su padre, su
madre se había hecho cargo de él. La aborrecía y odiaba tenerla cerca, hacia
hasta lo imposible por estar lejos de ella y de su hermano. Su madre cumplía
hasta su último capricho, esperaba que algún día GD cambiara.
Dentro
de su mundo, lleno de excentricidades, lujos y excesos, no existía nadie más
que él, sin embargo, se sentía miserable y aburrido de la vida.
***
Alice
se sentía feliz al lado de GD, no era el mejor novio, pero era suyo al final
del día. Sus manos acariciaban dulcemente el cabello rubio del chico tatuado,
mientras se besaban. Las manos del joven recorrían la espalda de la chica en
busca del cierre del vestido gris que vestía. Apenas encontró el cierre lo bajo
y deslizó el vestido por el cuerpo esbelto de Alice. La miró durante un
instante, admiraba cada parte del cuerpo blanquecino de la chica. Sonrió cuando
notó el rubor en las mejillas de ella.
Sus
labios se fundieron una vez más en un apasionado beso, poco a poco la fue
recostando en el sillón, le excitaba de sobremanera escuchar los quejidos casi
silenciosos de Alice, le parecía tan inocente.
Se
deshicieron de la ropa restante en un abrir y cerrar de ojos. Alice no se había
acostumbrado a que GD la mirara desnuda, aun le causaba vergüenza que su novio
la viese de esa manera.
La
mirada de GD se volvió salvaje en tan sólo un segundo, sus expertas manos se
dirigieron hacia los muslos de la chica para abrir paso a su virilidad.
-¿Estás
lista? –A estas alturas aún pretendía ser amable. La miró asentir y sonrió en
aprobación.
Su
miembro estaba más que listo, se apresuró en penetrar la entrada de Alice.
Comenzó con un suave vaivén, quería disfrutar cada rincón y los gestos que la
chica le ofrecía. Poco a poco fue incrementó la intensidad de sus embestidas.
Alice sentía dolor, pero lo toleraba, era un dolor agradable.
Las
manos de Alice se dirigieron al rostro del chico tatuado, verle apretar los
ojos de aquella manera le hacía sentir que él sufría por el dolor que ella
sentía con cada una de sus embestidas. Intentaba consolarlo, pero GD estaba más
que perdido en el placer que le provocaba sentir la calidez de Alice.
Sus
cuerpos comenzaban a empaparse de sudor, las embestidas de GD comenzaban a
volverse lentas, pero Alice logró con apenas dos palabras que la energía del
chico tatuado volviera y la embistiera con más fuerza.
-TE
AMO –fueron las palabras que la sentenciaron a un castigo brutal. GD abrió los
ojos de golpe y la miró furioso, se boca se torció en una mueca de odio y la
penetró una y otra vez. Alice derramó algunas lágrimas a causa del fuerte
entrar y salir del chico tatuado.
-Por
favor, para. Duele demasiado. –la chica imploraba, pero GD parecía no entender
lo que chica decía. Un demonio se había apoderado del cuerpo del chico tatuado.
Los
suaves gemidos que al principio escapaban de los labios de Alice se habían
convertido en suplicas que imploraban a su verdugo detener aquel castigo.
-¡GD!
Por favor, detente. ¡Por favor!
Lo
siento.
***
-Por
favor, detente. –Suplicaba aquel hombre, mientras ocultaba al pequeño niño tras
su cuerpo- No lo hagas, por favor.
Apenas
se mantenía en pie, su aliento emanaba un intenso olor a ginebra. Sus ropas
estaban sucias al igual que el pequeño niño. El padre de GD había perdido todo,
su empleo y las pocas pertenencias que había conservado tras su divorcio. El
alcohol parecía ser el único aliado del hombre. Él y su pequeño hijo estaban a
la deriva.
-No
tengo nada que dar, por favor. –GD temblaba, estaba asustado. Un hombre
apuntaba con una pistola a su ebrio padre.- Por favor, detente.
No
hubo respuesta, lo único que se escuchó fue el estallido de la bala salir y el
pesado cuerpo de su padre caer sobre un charco de agua que poco a poco comenzó
a teñirse de color carmesí.
-Lo
siento. Siempre los amé. Lo siento. –siento un apretón en su mano, pero no
podía distinguir a quién pertenecía.
Un
recuerdo doloroso.
***
Ji
Yong se dirigía al departamento de Alice. No había ido a la Universidad en la
última semana y los exámenes finales comenzaban. Nadie sabía el motivo de su
ausencia.
Tocó
el timbre un par de veces y aguardó casi veinte minutos, pero no hubo
respuesta. Estaba por marcharse cuando la voz de Alice sonó desde el interior.
No pudo evitar enfurecer cuando vio aquel rostro, que antiguamente era
bellísimo, cubierto por manchas violáceas. GD se había pasado con ella.
-¿Qué
sucedió? –preguntó a pesar de conocer perfectamente la respuesta.
-Nada…
Yo tuve la culpa, lo siento por preocuparte. –Alice caminaba con dificultad. Ji
Yong estaba atónito, no podía cree que GD llegara tan lejos, no quería creerlo.
¿Qué culpa tenía Alice?
-¿Quieres
tomar algo? –Ji Yong negó con la cabeza, estaba mudo. Su rostro lo decía todo,
sentía tristeza, rabia y amor por aquella chica.
-Voy
a preparar té, espera. –Alice se levantó para ir a la cocina, pero una mano se
lo impidió. Ji Yong se plantó frente a ella, la miro dulcemente y dio un largo
suspiro.
-Déjalo.
No te está haciendo ningún bien –la chico lo miró sorprendida- ¿él te hizo esto?
Alice
no sabía que contestar, su cuerpo aún estaba marcado por aquel castigo. Apenas
había logrado estar consciente, mientras GD la azotaba una y otra vez con la
palma de su mano. Recordaba esos dolorosos momentos.
-Yo
tuve la culpa –una risa nerviosa se escapaba de sus labios, tan sólo de
recordar sentía un nudo en la garganta.
-No
tiene derecho a hacerte esto –tomo el delicado rostro de la chica- No sigas con
él.
-¡Yo
lo amo! –El corazón de Ji Yong parecía hacerse pedazos con aquella declaración.
Lagrimas comenzaron a brotar de los ojos de Alice- Yo lo amo…
-No
es cierto… eres tan ciega. Él no te ama. –la chica lo empujaba inútilmente, no
quería escucharlo.
-Él
no es ese tipo de hombre, el me ama… Vete, por favor. –Ji Yong recordó aquel
verso, ahora lo entendía. “El amor es ciego”.
-No
–su cuerpo reaccionó por sí solo, fue un impulso. Sus labios besaron cada
rastro violáceo del rostro de Alice, seco sus lágrimas con sus suaves labios.
Ji Yong sanaría cada herida que GD hubiera dejado. Dio un último beso a sus
labios “Todo va a estar bien” le prometió con ese último beso.
***
Como
de costumbre, bebía Whisky. El apartamento estaba sucio, cajetillas vacías y
colillas de cigarro tiradas por doquier, botellas vacías y latas de cerveza
tiradas por aquí y por allá. Fumaba el último cigarrillo de la cajetilla.
Había
pasado más de un mes desde que Alice había estado con él. Aquel día, había
enloquecido cuando recordó lo que realmente sucedió. Su padre había muerto
protegiéndolo.
Estaba
consciente de lo equivocado que había estado, pero eso no significaba que su
corazón cambiaria, al contrario, el odio que sentía por su madre parecía
desbordarse a mares. La culpaba por el final de su padre, ella era la causante
de la infelicidad que ahora el sentía. Si tan sólo no hubiera dejado a su
padre, si los cuatro hubieran continuado siendo la hermosa familia que solían
ser.
-Mi
querido Ji Yong –miraba el vaso de Whisky que sostenía entre sus dedos- me
pregunto si Alice estará contigo.
***
No
se podía olvidar tan rápido, pero lo intentaba. Ji Yong la ayudaba con la
Universidad, había logrado salvar el semestre gracias a él. Se sentí agradecida
por tenerlo a su lado, ambos se estaban dando una oportunidad.
El
dolor que sentía por amor no correspondido de GD le atormentaba cada noche
durante sueños, pero sabía que a la mañana siguiente los brazos de Ji Yong
llenarían de amor cada cicatriz dejada por el chico tatuado. Con el tiempo sus
heridas sanarían y de nuevo volvería a dormir tranquila.
Desde
pequeña soñaba con encontrar a su alma gemela, aquel que la amaría hasta la
muerte. Era una tonta soñadora, pero le encantaba serlo. Su padre había
decidido llamarla Alice, deseaba que su hija viviera en un mundo lleno de
maravillas, lejos de cualquier peligro, donde nadie pudiera hacerle daño. Se
había equivocado, todo resultó una mentira.
***
Su
plan estaba casi completo. Quería venganza, el dolor que le habían provocado al
fin seria vengado. Su padre y la felicidad que le habían negado por fin tendría
un castigo. No dejaría que le quitaran de nuevo algo que le pertenecía. Apago
su cigarro y se tambaleo hacia la entrada principal de la Universidad.
-¡Alice!
–la llamó en cuanto la vio salir, la chica se quedó muda, si piel se erizo y su
rostro palideció. El miedo y los recuerdos se apoderaron d ella- ¿Por qué no
has ido a verme?
GD
se acercó a Alice, ella no se movió ni un solo centímetro, estaba paralizada.
Quería correr a donde quiera que Ji Yong estuviera.
-¿Te
comió la lengua el gato? –la helada mano del chico tatuado se posó sobre su
cabeza, la piel se le erizo al sentirla- No seas así, hermosa. No me vas a
hablar… vamos, aquel día sólo estaba jugando un poco.
El
miedo que minutos antes sentía, se transformó en odio y furia. Fue la gota que
derramó el vaso. Alice levantó su mano y le plantó una tremenda bofetada, a la
cual, GD reaccionó con una estruendosa carcajada.
-Eres
mía, ¿lo entiendes? –el chico tatuado tomó bruscamente la muñeca de la chica y
la jaló hacia el interior del auto. Alice tenía un mal presentimiento.
***
El
aliento alcohólico del chico tatuado era penetrante, Alice sentía unas
tremendas nauseas adentro del auto.
-Deberíamos
divertirnos un rato –la sonrisa de GD se transformó en una sonrisa malvada.
Alice sabía bien a qué se refería, el interior de sus muslos aún conservaba
algunas marcas de la tortura que GD solía llamar diversión.
-Hoy
estás más tímida de lo normal, qué te parece si… -el chico tatuado le aproximó
una botella de Whisky y la chica negó con la cabeza, pero la insistencia de GD
hizo que terminara bebiendo el poco Whisky que quedaba en la botella.
No
estaba dispuesta a pasar por aquella tortura, escuchó cuando GD se acercó más a
ella, lo notó, pero no pudo hacer nada. La visión de Alice se nublaba poco a
poco, su respiración se volvía lenta y sus manos no lograban impedir las
mordidas que GD iba depositando a lo largo de su cuello.
El
chico tatuado dejó de prestar atención al cuello de Alice y salió del auto. El
éxtasis líquido que había puesto en el Whisky comenzaba a hacer efecto en el
cuerpo de la chica.
Sacó
el cuerpo apenas consciente de la chica y lo colocó en el asiento trasero, ato
ambas manos de la chica y las sujeto en el marco de la ventana. La última vez
no había quedado satisfecho, esta vez definitivamente lo haría y Alice no
estaría consciente para evitarlo.
Acomodó
a la chica sobre cuatro puntos, levantó su blusón negro y bajo las medias
oscuras junto a su ropa interior de un solo tirón hasta los tobillos. Alice
luchaba por dentro para no perder la consciencia, pero su cuerpo ya no le
pertenecía.
-Eso
es, Good Girl –GD bajo sus pantalones junto con su bóxer hasta las rodillas.
Pensó en preparar la entrada de Alice, pero deseaba escuchar sus gritos.
De
un solo golpe la penetró, Alice soltó un grito tremendo, GD comenzó con un
vaivén violento y rápido. Un líquido caliente comenzó a escurrir entre las
piernas de Alice, quien lloraba y rogaba a su verdugo para que parara aquel
castigo.
Las
lágrimas de Alice le excitaban aún más, sus embestidas continuaban intentar
partir en pedazos a la chica, entraba y salía con una fuerza impresionante,
sentía como el líquido carmesí emergía del interior de Alice.
Alice
comenzaba a sentir pequeños espasmos, el momento del orgasmo llegaba para ella,
pero GD la castigó en más de una ocasión impidiendo que llegara al clímax.
Quería agotarla.
El
flequillo de Alice se había pegado a su frente debido al sudor que le caía a
chorros. GD jalaba el largo y ondulado cabello oscuro de Alice, sentía que con
cada embestida llegaba a un nuevo nivel de placer.
La
dolorosa tortura llegaba a su fin, ambos llegaron al clímax en un estruendoso
grito. GD gritaba de placer, sentía que había triunfado. Alice dejó escapar un
grito de alivio y se recostó como pudo para entrar en un profundo sueño.
El
chico tatuado salió lentamente de ella, miro el líquido blanquecino mezclado
con el carmesí de Alice. Sonrió, acomodó su ropa y comenzó a fumar un cigarrillo,
mientras contemplaba aquel bello atardecer en la orilla de la playa.
Los
recuerdos comenzaban a fluir de nuevo.
***
Cada
uno estaba al lado de su madre, recostado y mirando las olas chocar contra la
arena. Era un atardecer hermoso y tranquilo.
-Los
amo –la madre de los chicos acariciaba la cabeza de ambos con ternura- son lo
más valioso que tengo.
Ji
Yong volteó a mirar la expresión triste en el rostro de su madre. Gd volteó
cuando sintió una gota caer sobre su frente. Ambos miraban preocupados a su
madre.
-¿Qué
pasa, madre? –GD se levantó para limpiar las lágrimas que comenzaba a caer de
los ojos de su madre, Ji Yong fijó su vista en la arena.
-Nada.
Estoy feliz por tenerlos de nuevo –sonrió la madre intentando tranquilizar a GD
y lo besó en la frente. Ji Yong jugueteaba con la arena.
La
mujer pretendía ser fuerte para sus dos amados hijos. Después del divorció, su
ex marido le había arrebatado a sus pequeños. La había abandonado por otra
mujer, planeaba hacer su vida de nuevo, pero nada había sucedido como lo
planeó.
El
padre falleció y los pequeños quedaron al cuidado de su madre. Ella lo amaba a
pesar de todo, era el padre de sus hijos y el amor de su vida.
-Vamos
a estar bien –sonrió una vez más hacia sus dos hijos.
***
Ji
Yong se apresuraba a llegar a su cita con Alice, había recibido un repentino
mensaje de ella. No entendía porqué había cambiado el lugar de su cita, pero
eso qué importaba, sólo quería estar con ella.
Apenas
había gente en aquel lugar, el atardecer le pegaba en el rostro, no faltaba
mucho para llegar a su destino, la fresca brisa se hacía más frecuente conforme
avanzaba por la orilla de la carretera. El taxi no había querido avanzar más
allá debido a lo peligroso que solía ser aquel tramo de la carretera.
Unos
metros adelante pudo alcanzar a distinguir la silueta de Alice recostada sobre
un tronco. El sol iluminaba el cuerpo de la chica, era mejor que cualquier
pintura de algún artista famoso. Aceleró el paso y descendió torpemente por el
costado de la carretera.
-Alice
–la llamaba, pero la chica parecía estar profundamente dormida. Hubiese querido
contemplarla unos minutos más, pero la voz de GD hizo que se le erizara la
piel.
***
-¿Tú
estabas ahí? –Ji Yong miraba atento a su hermano- cuando murió padre…
El
chico de los tatuajes fumaba tranquilamente un cigarrillo, mientras esperaba la
respuesta. Ji Yong lo miró serio, era la primera vez que hablaban sobre la
muerte de su padre.
-Sí.
–Susurró Ji Yong- Los dos estábamos ahí… ¿lo recordaste?
GD
exhalo el humo y asintió. Sus recuerdos volvían.
-Después
de que nuestros padres se separaron, tú y yo tuvimos que ir con padre. Él había
pedido el divorcio a nuestra madre para poder empezar de nuevo. Tenía otra
familia, ¿lo recuerdas?
-Algo…
sólo un poco.
-El
psiquíatra dijo que probablemente bloqueaste esos hechos y creaste nuevos. Dijo
que tal vez quedaste traumatizado por ver morir a nuestro padre.
GD
parecía tener algo en la cabeza, fumó un par de veces su cigarro antes de
expresar lo que rondaba por su cabeza.
-No
fui el único… Alice… ¿la conocimos antes? –Ji Yong no entendía la pregunta, lo
miró un momento y GD prosiguió- La familia que tenía nuestro padre… esa mujer y
su hija, ¿recuerdas su nombre?
Ji
Yong sintió nauseas cuando intentó recordar aquellos tiempos, creía que GD era
el único que había olvidado esa etapa. Sus ojos se posaron en la chica que yacía
inconsciente junto al tronco. Alice no podía ser esa niña.
***
-Chicos,
les presento a Alice –los hermanos no dudaron en hacer un gesto grosero, la
odiaban a morir. Ella y su madre tenían la culpa de todo.
-Ji
Yong Oppa –la pequeña se abalanzó sobre los brazos del nombrado y le dio un
beso en la mejilla- Por favor, cuida de mí.
GD
los miraba asqueado, quizá desde ese entonces comenzó a odiar tanto a quien fuese
su hermano.
-¿Oppa?
–susurró tímida la pequeña y extendió su mano hacia GD, este soltó un bufido y
se subió al auto. Ji Yong le alcanzo después.
La
madre de Alice se había metido en la relación de los padres de Ji Yong y GD,
llevaba casi 5 años saliendo con él. Alice era el fruto de aquella relación.
La
mujer había dejado en la ruina al padre, le había quitado todo y después lo
había botado con sus dos hijos.
Ella
era la causante de todo y ahora su hija había logrado, sin querer, que los dos
hermanos recobraran aquellos desagradables recuerdos.
***
-No
es la misma Alice –contesto tajante Ji Yong, no quería creerlo.
-Quizá
no, pero tiene “ese” collar –Ji Yong lo había notado desde antes. Ese collar de
mariposa. Sus ojos comenzaron a llenarse de lágrimas.
-Alice…
no… ¿cómo puede ser ella?
GD
guardo silencio, continuó fumando cigarrillos, perdió la cuenta. Su hermano
lloraba desconsoladamente junto al cuerpo inconsciente de Alice. No quería
aceptar que aquella chica a la que tanto amaba fuera Alice, pero sabía que lo
era.
-¿Qué
hay de ella? –Preguntó cuándo su llanto cedió.
-No
recordará nada mañana.
-¿A
qué te refieres? –GD tiró la colilla del cigarro y se dispuso a encender otro,
pero la mano de Ji Yong se lo impidió.
-La
drogué un poco, sólo no recordará lo de hoy… lo de playa.
Ji
Yong tenía miedo de escuchar lo peor. Había sido tan difícil acercarse a ella,
que ahora alejarse era tormentoso.
-Ji
Yong tienes que olvidarte de ella.
Ambos
sabían que era lo mejor. Desparecer de la vida de Alice para ponerle fin a los
recuerdos de su infancia, la mala vida que había empezado desde que la madre de
Alice había aparecido en la vida de su padre. El dolor que ambos habían
sentido, incluso su madre, nadie lo borraría, siempre estaría allí.
Por
el resto de sus vidas sería un recuerdo que formaría parte de su historia,
Alice estaba dentro de su historia.
***
Alice
despertó al día siguiente, ya era tarde cuando lo hizo. Despertó en su
apartamento, no recordaba mucho. El dolor que sentía en sus caderas no fue
suficiente para que recordara el tormentoso suplicio por el cual, GD la había
hecho pasar. Tenía miedo de que algo le hubiera pasado a Ji Yong, corrió a
buscarlo a su apartamento, pero nadie abrió.
-¡Ji
Yong! ¡Ji Yong! –La puerta contigua se abrió y de ella salió una mujer mayor.
-No
te molestes en llamar, nadie abrirá. Él y el joven de los tatuajes se han ido
hoy en la mañana –Alice se dejó caer en el suelo, sus ojos se inundaron en lágrimas.
¿A dónde habría ido Ji Yong? ¿Por qué? Tenía tantas preguntas y ninguna respuesta.
Subió
al apartamento de GD, no quería creerlo. Tampoco hubo respuesta.
-Dijiste
que todo estaría bien. Lo prometiste.
***
Pasaron
varios meses. Alice volvía al edificio de vez en cuando, llamaba a diario a los
celulares de ambos, buscaba a Ji Yong en la Universidad, iba al bar donde
conoció a GD, pero nunca había respuesta.
Intentó
regresar a su vida, pero siempre terminaba fallando. Los recuerdos que había
formado con ambos, agradables y desagradables, siempre la atormentaban.
Una
tarde, al regresar de la Universidad, encontró una postal al pie de su puerta.
No tenía remitente, nada escrito sobre el sobre, lo único que tenía escrito en
una hermosa caligrafía era: My Butterfly.
***
Antes
de que te conociera no entendía aquella frase “EL AMOR ES CIEGO”. Creí que lo
había entendido cuando te vi sufrir por amor, pero estaba equivocado.
Cada
día te recuerdo, a toda hora te pienso, quisiera verte de nuevo y decirte lo
mucho que te amo. Quisiera recuperar el tiempo que perdí.
Incluso
ahora, en la distancia… TE AMO.
¿Sabes?
Los recuerdos fueron nuestra perdición, quizá no lo sepas, pero aun así amé
cada momento que pase contigo, incluso cuando no pensabas en mí de la manera en
que yo pensaba en ti…
Mi
corazón te pertenece desde el momento en que te vi, ¿sabes desde cuando te vi?
Espero que nunca recuerdes ese día, espero que tus recuerdos sean sólo hermosos
a partir de mi partida.
Rezo
cada noche para que las pesadillas se alejen de tu sueño, rezo cada mañana para
que encuentres alguien que te ame incondicionalmente y te haga feliz.
Amo
cada recuerdo que hiciste conmigo, lo amare hasta después de la muerte. Por
favor, vuela de nuevo… My Beautiful Butterfly.
Aigo . Es fuerte y es unico . Ame tu historia w.w ..
ResponderEliminarFue Muy hermozo!! me Encanto <3
ResponderEliminarTriste casi lloro pero me agrado mucho,espero ller mas tuyos X3
ResponderEliminarNo vas a continuarlo? :c Por favor! Escribes hermoso! Puedes continuarlo? :c
ResponderEliminarMe gusto demasiado...
Fue muy hermoso, pero a la vez triste... Desearía que lo continuaras por favor, podrías.? La verdad me gusto mucho.
ResponderEliminarwow, me sorprendió mucho tu forma de escribir y tu percepción la verdad fue una muy buena historia, de verdad ansió que sigas escribiendo, aun que esta algo nostálgico es agradable salir de lo habitual, me declaro admiradora de tu trabajo, gracias por compartir y nuevamente reitero que buen fic, espero escribas nuevamente algo de GD.
ResponderEliminarlos dos se acostaron con la media hermana. Me gusto!!
ResponderEliminarMe gusto mucho mee parece muy fuerte lo de gd pero lo amo
ResponderEliminarMe encanto te quedo muy bueno
ResponderEliminarwow fue hermoso de verdad sigue que la historia esta muy bien
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