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- Tipo: SHINee y EXO-K, 2min (Minho x Taemin), OnKey (Onew x Key), JongKai (Jonghyun x Kai), +18, yaoi, serial
CAPÍTULO 6
Ese era el día, ese era
el día en el que sabría la verdad, al fin.
*Dos días antes*
-Ya me ha contado Onew
que estabas muy insistente en saber "qué te ocultábamos", bien, pues
supongo que va siendo hora de que hablemos.
-Primero...primero quiero
saber qué te pasa a tí.
-Lo mío ha sido un bajón
de tensión, en 2 días me darán el alta...
-¿Con quien hablabas por
teléfono? -le interrumpí.
Se sobresaltó. Claro, él
no tenía ni idea de que yo sabía lo de la llamada. Pero supuse que ya había
hablado del tema con Onew, así que no le costaría mucho contarme a mí de qué se
trataba.
-¿Qué llamada? -intentó
hacerse el loco, pero se dio cuenta, por mi expresión, de que yo no estaba para
andarme con regateos- Ah, esa llamada...estaba hablando con mi madre.
-¿Qué le pasa? -mi voz
sonaba desesperada.
-Se muere...
Y tras escuchar eso se
hizo el silencio. ¿La madre de Key se estaba muriendo? ¿Y por qué no nos había
dicho nada? Estuvimos callados durante unos cuantos minutos.
-He ido a verla
aprovechando que ni Onew ni tú habeis pasado mucho tiempo en casa estos últimos
días, así que no os habéis dado cuenta. Quería esperar a que se calmasen las
cosas para contároslo, no quería daros más preocupaciones.
-Eres idiota.-le
interrumpí, me acerqué a él y lo abracé.
Las lágrimas caían sin
parar, tanto por mi rostro como por el suyo. Tardamos un buen rato en conseguir
calmarnos. Me separé de él y me volví a sentar.
-Bueno, será mejor que
salga a tomar el aire. -finalmente me decidí a hablar.
-Pero todavía...
-No te preocupes, -fingí
una sonrisa- lo de Minho puede esperar, descansa, y cuando te den el alta y te
encuentres mejor hablaremos.
Sí, es cierto que yo
moría por saber qué me estaban ocultando, pero la salud de Key ahora mismo era
más importante que mis caprichos. Así que tras decir eso decidí salir de la
habitación. Minho seguía sentado en la silla de en frente, le dije que pasase y
cuidase de Key y él asintió sin soltar palabra.
***
Pasaron dos días, dos
eternos días. Días en los que me limité a ir a ver a Key al hospital, pasar un
par de horas con él y volver a casa. Con Onew no hablé mucho, dado que él pasó
las dos noches allí y cuando estábamos los dos en casa él dormía.
Jinki me llamó para
avisarme de que Key ya estaba recogiendo sus cosas, y en breves estarían en
casa. Durante esos dos últimos días no había intercambiado palabra, pero esa
noche se aclararían las cosas.
Pasó media hora y escuché
como se abría la puerta de casa, eran las 5 de la tarde. No estaba de humor,
pero qué menos que ir a recibir a Key con una sonrisa, aunque fuese fingida.
Éste me devolvió la sonrisa, aunque tambien algo fingida. Todavía no sabíamos
cuanto le quedaba a su madre, pero sí sabíamos que no mucho, y eso nos rompía a
todos por dentro, a él muchísimo más, pero a todos. La madre de Key era un sol,
y realmente era una gran madre para todos, estábamos destrozados.
No intercambiamos muchas
palabras, y a las 8 Key estaba en la cocina.
-Key, ¿quieres dejar eso?
Te acaban de dar el alta, tienes que descansar. -le reñía Onew.
-Es una cena importante,
¡no pretenderás que cenemos pollo frito!
-No...pero...pero...-
Onew no supo que contestar, y Key siguió a lo suyo.
Me alegraba verlo mandón,
significaba que todavía le quedaban algunos ánimos.
Yo estaba de los nervios,
y cada minuto que pasaba iba a peor. Minho...Choi Minho... ¿quien era este
sujeto? ¿Y qué era esta extraña sensación que tenía yo? Era algo insoportable.
Eran ya las 9, tocaron el
timbre, se me paró el corazón, pero solo eran Jonghyun y Kai. Ya se me había
olvidado que ellos tambien venían. Claro, ahí el único que no sabía lo que
ocurría era yo, y eso me enfadaba bastante. Los dos recién llegados se
acercaron a mí.
-Eh...¿estás bien? -dijo
Kai algo preocupado.
-¿A ti que te parece?
-contesté con un tono algo borde, lo sentí por él, pero no estaba de humor.
Comprendió que no era el
momento adecuado para entablar una conversación conmigo y se fue con los demás,
y al cabo de 15 minutos volvió a sonar el timbre. Esa vez sí, esa vez sí era
él. Lo evité, evité cruzarme con su mirada. Pero cuando nos sentamos a cenar él
se puso justo en frente de mí. Mientras comíamos nadie decía nada, estaba todo
super silencioso, y yo me sentía bastante incómodo en aquella situación.
-¿Quereis postre? -dijo
Onew.
-Creo recordar que esta
cena se ha realizado para algo, ¿no? -comenté yo, ya me daba igual si me
notaban o no enfadado. Es que realmente lo estaba.
-S-sí... -dijo Key- a
ver...
-Al grano, por favor.
-rogué, con las lágrimas a punto. Era demasiado para mí, que lo soltasen de una
vez.
-Tenías 5 años, -dijo
Onew, dado que los demás parecía que no se atrevían a comenzar a hablar- y no
eras muy aceptado en el colegio.
En ese momento me quedé
totalmente paralizado. Ya me acordaba, claro que me acordaba. Sabía
perfectamente que era lo que me iba a decir a continuación.
*15 años antes*
-Dejadme...dejadme de una
vez. -suplicaba a unos niños dos años mayores que yo.
Estábamos en una
excursión, y cerca había un lago. Yo le había dicho a mi madre que no quería
ir, pero ella parecía no comprender lo que me pasaba en el colegio. Esos dos
niños, cuyos nombres no puedo ni quiero recordar, se burlaban de mí día sí día
tambien. Pero ese día habían llegado demasiado lejos.
Cómo bien dije antes,
estábamos en una excursión. Yo estaba marginado mientras todos los niños
jugaban y se reían. Estos dos niños aparecieron y me tiraron al suelo,
comenzaron a golpearme sin razón. Yo era débil, muy débil, así que no sabía
defenderme.
-¡Ha dicho que lo dejeis
en paz!
Levanté la mirada y vi a
un niño de ojos grandes que aparentaba tener un par de años más que yo. Nunca
lo había visto antes, y no sé por qué, pero me defendió.
-¿O si no que? -dijo uno
de los otros.
El niño de ojos grandes se acercó a él, hizo que
me soltase y los dos comenzaron a golpearse. El otro niño aprovechó, me cogió y
me empujó al lago.
-¡Corre, corre! -le dijo
a su amigo, y los dos huyeron dejándome a mí en ese profundo lago.
Yo no sabía nadar, le
tenía miedo al agua. Realmente creí que me ahogaría ahí, cuando una mano me agarró y me llevó a la
superficie. Era el niño que me había defendido.
-¿Estás bien? -me
preguntó, con una expresión de preocupación.
-S-sí...muchas gracias.
-le dije.
Éste sonrió y se dio
media vuelta.
-¡Espera! ¿Como te
llamas? ¡¿Eh?!
Por mucho que le grité él
no me contestó. A los profesores les dije que me había caído yo solo, y a mi
madre lo mismo. Los otros dos niños se dieron cuenta de que habín traspasado el
límite. Pero no por eso dejo de tenerles rencor.
Pero aquel niño de ojos
grandes...¿quien era? ¿por qué me había salvado? Eran cosas que nunca fui capaz
de comprender. Volví varias veces al mismo lugar, pero nunca supe nada de él.
***
-Entonces un día...
-prosiguió Onew.
-Nunca me olvidé de tí.
-interrumpí a Onew y clavé mi mirada en Minho. -Nunca. -repetí.
Hubo un gran silencio,
silencio que yo mismo me encargué de interrumpir.
-¿Por qué desapareciste?
¿Por qué...?
-No estaba bien.
-interrumpió- Ese día, ese día... -tragó saliva- yo sentí por tí algo que no
estaba bien. Se suponía que por otro niño yo no podía sentir algo así, pero lo
hice. En cuanto te ví, Taemin, en cuanto te vi supe que tenías algo. No sabía
el qué, pero había algo que me obligaba a interesarme por tí. Pero yo tenía
solo 7 años, ¿qué querías que hiciese? -su voz sonaba algo rota- Sabía tu
nombre, se lo había escuchado a la profesora mientras os pasaba lista, lo único
que sabía de tí es que te llamabas Taemin. Tenía pensado volver a aparecer en
tu vida, decirte mi nombre y proponerte que fuésemos amigos, simplemente
amigos, pero no pude, no pude porque mi padre decidió mudarse. De un día para
otro escuché ese "Minho, nos vamos de la ciudad". Supuse que
te habías olvidado de mí, pero yo nunca me olvidé de tí.
-¿Y cómo me encontraste?
-le pregunté como pude, mi cabeza seguía intentando asimilarlo todo.
-Tenía pensado mudarme a
esta ciudad, me apetecía volver al lugar en el que había pasado mi infancia.
Pero desde luego no pensaba encontrarte a tí, con las vueltas que da la vida
creí que te habrías mudado o algo. Pero un día te ví, y te reconocí al
instante. Mientras estaba mirando pisos, paré a comprar algo y estabas con Key
y Onew, al principio dudé un poco de si eras tú o no. Pero en cuanto escuché tu
nombre no tuve duda, eras tú. No me lo podía creer, sin quererlo te había
vuelto a encontrar. Os vi salir y vi que entrabais en un portal, y en una de
las ventanas del edificio pude leer "Se vende", así que no lo
dudé y compré el piso. Quizás fue un poco precipitado, sí, pero ¿y qué? Te había encontrado.
-¿Y los chicos que pintan
en todo esto? -yo seguía haciendo preguntas como si de un interrogatorio se
tratase.
-El día que Minho vino a
ver el piso me lo encontré en las escaleras, -Kai entró en la conversación- me
agradó mucho hablar con él, me pareció muy simpático y le invité a tomar algo.
Entonces me preguntó por tí, si te conocía, cuales eran tus gustos, si tenías
pareja. Logicamente me extrañó que él ya supiese tu nombre, por un momento
pensé que sería una especie de acosador. Entonces me lo explicó, me lo contó
todo. Yo a tí no te conocía a los 5 años, pero me habías contado lo de esa
historia y la conocía perfectamente.
-Y entonces aparecí yo,
-intervino Key- fui a casa de Kai y allí estaban los dos, cuando Minho me contó
que el que te había salvado aquella vez era él, no daba crédito. Cogí el
teléfono para llamarte inmediatamente, dado que sabía lo que podría significar
para tí saber al fin quien era ese extraño niño. Pero él me pidió que no lo
hiciese, no me quiso decir sus razones y tampoco yo insistí. Entonces
informamos a Jonghyun y a Onew, y esa misma noche te lo presentamos.
-¿Y por qué me lo
ocultaste? -le dije a Minho, en tono de reproche.
Mi voz salió ahogada,
realmente ya estaban cayendo las lágrimas. Me habían soltado todo eso de golpe,
todavía no lo asimilaba. Todos miraron hacia él esperando una respuesta, claro,
tampoco les había contado a ellos el porqué de todo esto, que razones tenía él
para ocultármelo.
-Verás... -una lágrima
salía contra su voluntad, y tras esta comenzó a deslizarse un río sobre sus
mejillas- yo...yo quería que te enamorases de mí, Taemin. Que te enamorases de
mí, pero por lo que soy ahora. No por lo que hice por tí hace años. Es muy
fácil enamorarse de alguien que te salva la vida, pero yo quería hacerte sentir
algo por mí de verdad. Y todo iba perfectamente, hasta que se complicaron las
cosas...
-No...no...no lo asimilo.
-contesté, fue lo único que pasó por mi cabeza.
El resto de los chicos se
fueron, comprendieron que esto debía hablarlo a solas con él y se fueron al
piso de Kai y Jonghyun, salieron de casa callados, cerrando la puerta
sigilosamente. Y Minho se levantó para ocupar la silla que estaba a mi lado.
Agarró mis mejillas, que estaban húmedas a causa de las lágrimas que todavía no
habían cesado, y clavó su mirada en la mía.
-¿Podrás perdonarme?
por favor continua la historia esta muy muy buena!!!!
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