domingo, 24 de febrero de 2013

IN YOUR EYES

- Autora: Brownie Patterson

- Twitter: @MEPP19


- Tipo: SHINee y EXO-K, 2min (Minho x Taemin), OnKey (Onew x Key), JongKai (Jonghyun x Kai), +18, yaoi, serial



CAPÍTULO 6




Ese era el día, ese era el día en el que sabría la verdad, al fin.

*Dos días antes*

-Ya me ha contado Onew que estabas muy insistente en saber "qué te ocultábamos", bien, pues supongo que va siendo hora de que hablemos.
-Primero...primero quiero saber qué te pasa a tí.
-Lo mío ha sido un bajón de tensión, en 2 días me darán el alta...
-¿Con quien hablabas por teléfono? -le interrumpí.

Se sobresaltó. Claro, él no tenía ni idea de que yo sabía lo de la llamada. Pero supuse que ya había hablado del tema con Onew, así que no le costaría mucho contarme a mí de qué se trataba.

-¿Qué llamada? -intentó hacerse el loco, pero se dio cuenta, por mi expresión, de que yo no estaba para andarme con regateos- Ah, esa llamada...estaba hablando con mi madre.
-¿Qué le pasa? -mi voz sonaba desesperada.
-Se muere...

Y tras escuchar eso se hizo el silencio. ¿La madre de Key se estaba muriendo? ¿Y por qué no nos había dicho nada? Estuvimos callados durante unos cuantos minutos.

-He ido a verla aprovechando que ni Onew ni tú habeis pasado mucho tiempo en casa estos últimos días, así que no os habéis dado cuenta. Quería esperar a que se calmasen las cosas para contároslo, no quería daros más preocupaciones.
-Eres idiota.-le interrumpí, me acerqué a él y lo abracé.

Las lágrimas caían sin parar, tanto por mi rostro como por el suyo. Tardamos un buen rato en conseguir calmarnos. Me separé de él y me volví a sentar.

-Bueno, será mejor que salga a tomar el aire. -finalmente me decidí a hablar.
-Pero todavía...
-No te preocupes, -fingí una sonrisa- lo de Minho puede esperar, descansa, y cuando te den el alta y te encuentres mejor hablaremos.

Sí, es cierto que yo moría por saber qué me estaban ocultando, pero la salud de Key ahora mismo era más importante que mis caprichos. Así que tras decir eso decidí salir de la habitación. Minho seguía sentado en la silla de en frente, le dije que pasase y cuidase de Key y él asintió sin soltar palabra.

***


Pasaron dos días, dos eternos días. Días en los que me limité a ir a ver a Key al hospital, pasar un par de horas con él y volver a casa. Con Onew no hablé mucho, dado que él pasó las dos noches allí y cuando estábamos los dos en casa él dormía.
Jinki me llamó para avisarme de que Key ya estaba recogiendo sus cosas, y en breves estarían en casa. Durante esos dos últimos días no había intercambiado palabra, pero esa noche se aclararían las cosas.
Pasó media hora y escuché como se abría la puerta de casa, eran las 5 de la tarde. No estaba de humor, pero qué menos que ir a recibir a Key con una sonrisa, aunque fuese fingida. Éste me devolvió la sonrisa, aunque tambien algo fingida. Todavía no sabíamos cuanto le quedaba a su madre, pero sí sabíamos que no mucho, y eso nos rompía a todos por dentro, a él muchísimo más, pero a todos. La madre de Key era un sol, y realmente era una gran madre para todos, estábamos destrozados.
No intercambiamos muchas palabras, y a las 8 Key estaba en la cocina.

-Key, ¿quieres dejar eso? Te acaban de dar el alta, tienes que descansar. -le reñía Onew.
-Es una cena importante, ¡no pretenderás que cenemos pollo frito!
-No...pero...pero...- Onew no supo que contestar, y Key siguió a lo suyo.

Me alegraba verlo mandón, significaba que todavía le quedaban algunos ánimos.
Yo estaba de los nervios, y cada minuto que pasaba iba a peor. Minho...Choi Minho... ¿quien era este sujeto? ¿Y qué era esta extraña sensación que tenía yo? Era algo insoportable.
Eran ya las 9, tocaron el timbre, se me paró el corazón, pero solo eran Jonghyun y Kai. Ya se me había olvidado que ellos tambien venían. Claro, ahí el único que no sabía lo que ocurría era yo, y eso me enfadaba bastante. Los dos recién llegados se acercaron a mí.

-Eh...¿estás bien? -dijo Kai algo preocupado.
-¿A ti que te parece? -contesté con un tono algo borde, lo sentí por él, pero no estaba de humor.

Comprendió que no era el momento adecuado para entablar una conversación conmigo y se fue con los demás, y al cabo de 15 minutos volvió a sonar el timbre. Esa vez sí, esa vez sí era él. Lo evité, evité cruzarme con su mirada. Pero cuando nos sentamos a cenar él se puso justo en frente de mí. Mientras comíamos nadie decía nada, estaba todo super silencioso, y yo me sentía bastante incómodo en aquella situación.

-¿Quereis postre? -dijo Onew.
-Creo recordar que esta cena se ha realizado para algo, ¿no? -comenté yo, ya me daba igual si me notaban o no enfadado. Es que realmente lo estaba.
-S-sí... -dijo Key- a ver...
-Al grano, por favor. -rogué, con las lágrimas a punto. Era demasiado para mí, que lo soltasen de una vez.
-Tenías 5 años, -dijo Onew, dado que los demás parecía que no se atrevían a comenzar a hablar- y no eras muy aceptado en el colegio.

En ese momento me quedé totalmente paralizado. Ya me acordaba, claro que me acordaba. Sabía perfectamente que era lo que me iba a decir a continuación.

*15 años antes*

-Dejadme...dejadme de una vez. -suplicaba a unos niños dos años mayores que yo.

Estábamos en una excursión, y cerca había un lago. Yo le había dicho a mi madre que no quería ir, pero ella parecía no comprender lo que me pasaba en el colegio. Esos dos niños, cuyos nombres no puedo ni quiero recordar, se burlaban de mí día sí día tambien. Pero ese día habían llegado demasiado lejos.
Cómo bien dije antes, estábamos en una excursión. Yo estaba marginado mientras todos los niños jugaban y se reían. Estos dos niños aparecieron y me tiraron al suelo, comenzaron a golpearme sin razón. Yo era débil, muy débil, así que no sabía defenderme.

-¡Ha dicho que lo dejeis en paz!

Levanté la mirada y vi a un niño de ojos grandes que aparentaba tener un par de años más que yo. Nunca lo había visto antes, y no sé por qué, pero me defendió.

-¿O si no que? -dijo uno de los otros.

El  niño de ojos grandes se acercó a él, hizo que me soltase y los dos comenzaron a golpearse. El otro niño aprovechó, me cogió y me empujó al lago.

-¡Corre, corre! -le dijo a su amigo, y los dos huyeron dejándome a mí en ese profundo lago.

Yo no sabía nadar, le tenía miedo al agua. Realmente creí que me ahogaría ahí,  cuando una mano me agarró y me llevó a la superficie. Era el niño que me había defendido.

-¿Estás bien? -me preguntó, con una expresión de preocupación.
-S-sí...muchas gracias. -le dije.

Éste sonrió y se dio media vuelta.

-¡Espera! ¿Como te llamas? ¡¿Eh?!

Por mucho que le grité él no me contestó. A los profesores les dije que me había caído yo solo, y a mi madre lo mismo. Los otros dos niños se dieron cuenta de que habín traspasado el límite. Pero no por eso dejo de tenerles rencor.
Pero aquel niño de ojos grandes...¿quien era? ¿por qué me había salvado? Eran cosas que nunca fui capaz de comprender. Volví varias veces al mismo lugar, pero nunca supe nada de él.

***

-Entonces un día... -prosiguió Onew.
-Nunca me olvidé de tí. -interrumpí a Onew y clavé mi mirada en Minho. -Nunca. -repetí.

Hubo un gran silencio, silencio que yo mismo me encargué de interrumpir.

-¿Por qué desapareciste? ¿Por qué...?
-No estaba bien. -interrumpió- Ese día, ese día... -tragó saliva- yo sentí por tí algo que no estaba bien. Se suponía que por otro niño yo no podía sentir algo así, pero lo hice. En cuanto te ví, Taemin, en cuanto te vi supe que tenías algo. No sabía el qué, pero había algo que me obligaba a interesarme por tí. Pero yo tenía solo 7 años, ¿qué querías que hiciese? -su voz sonaba algo rota- Sabía tu nombre, se lo había escuchado a la profesora mientras os pasaba lista, lo único que sabía de tí es que te llamabas Taemin. Tenía pensado volver a aparecer en tu vida, decirte mi nombre y proponerte que fuésemos amigos, simplemente amigos, pero no pude, no pude porque mi padre decidió mudarse. De un día para otro escuché ese "Minho, nos vamos de la ciudad". Supuse que te habías olvidado de mí, pero yo nunca me olvidé de tí.
-¿Y cómo me encontraste? -le pregunté como pude, mi cabeza seguía intentando asimilarlo todo.
-Tenía pensado mudarme a esta ciudad, me apetecía volver al lugar en el que había pasado mi infancia. Pero desde luego no pensaba encontrarte a tí, con las vueltas que da la vida creí que te habrías mudado o algo. Pero un día te ví, y te reconocí al instante. Mientras estaba mirando pisos, paré a comprar algo y estabas con Key y Onew, al principio dudé un poco de si eras tú o no. Pero en cuanto escuché tu nombre no tuve duda, eras tú. No me lo podía creer, sin quererlo te había vuelto a encontrar. Os vi salir y vi que entrabais en un portal, y en una de las ventanas del edificio pude leer "Se vende", así que no lo dudé y compré el piso. Quizás fue un poco precipitado, sí, pero  ¿y qué? Te había encontrado.
-¿Y los chicos que pintan en todo esto? -yo seguía haciendo preguntas como si de un interrogatorio se tratase.
-El día que Minho vino a ver el piso me lo encontré en las escaleras, -Kai entró en la conversación- me agradó mucho hablar con él, me pareció muy simpático y le invité a tomar algo. Entonces me preguntó por tí, si te conocía, cuales eran tus gustos, si tenías pareja. Logicamente me extrañó que él ya supiese tu nombre, por un momento pensé que sería una especie de acosador. Entonces me lo explicó, me lo contó todo. Yo a tí no te conocía a los 5 años, pero me habías contado lo de esa historia y la conocía perfectamente.
-Y entonces aparecí yo, -intervino Key- fui a casa de Kai y allí estaban los dos, cuando Minho me contó que el que te había salvado aquella vez era él, no daba crédito. Cogí el teléfono para llamarte inmediatamente, dado que sabía lo que podría significar para tí saber al fin quien era ese extraño niño. Pero él me pidió que no lo hiciese, no me quiso decir sus razones y tampoco yo insistí. Entonces informamos a Jonghyun y a Onew, y esa misma noche te lo presentamos.
-¿Y por qué me lo ocultaste? -le dije a Minho, en tono de reproche.

Mi voz salió ahogada, realmente ya estaban cayendo las lágrimas. Me habían soltado todo eso de golpe, todavía no lo asimilaba. Todos miraron hacia él esperando una respuesta, claro, tampoco les había contado a ellos el porqué de todo esto, que razones tenía él para ocultármelo.

-Verás... -una lágrima salía contra su voluntad, y tras esta comenzó a deslizarse un río sobre sus mejillas- yo...yo quería que te enamorases de mí, Taemin. Que te enamorases de mí, pero por lo que soy ahora. No por lo que hice por tí hace años. Es muy fácil enamorarse de alguien que te salva la vida, pero yo quería hacerte sentir algo por mí de verdad. Y todo iba perfectamente, hasta que se complicaron las cosas...
-No...no...no lo asimilo. -contesté, fue lo único que pasó por mi cabeza.

El resto de los chicos se fueron, comprendieron que esto debía hablarlo a solas con él y se fueron al piso de Kai y Jonghyun, salieron de casa callados, cerrando la puerta sigilosamente. Y Minho se levantó para ocupar la silla que estaba a mi lado. Agarró mis mejillas, que estaban húmedas a causa de las lágrimas que todavía no habían cesado, y clavó su mirada en la mía.

-¿Podrás perdonarme? 

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