miércoles, 9 de enero de 2013

I HATE YOU... BECAUSE I LOVE YOU

- Autora: @AkiShawol

- Tipo: Minho x fan, SHINee, +18, serial, hetero (aunque puede haber yaoi con personajes secundarios)




II
Mea culpa

Estaba allí de pie, siendo bombardeada por todas esas preguntas sin sentido, clavada en el suelo sin poder moverse, hablar, o tan solo pensar.
Así como estaba plantada fuera en el patio, en un abrir y cerrar de ojos estaba a salvo en el vestíbulo, sin saber cómo había llegado hasta allí.
Alguien la tenía sujeta por los hombros con un brazo y la había llevado a una zona oscura del vestíbulo, donde los fotógrafos y cámaras no pudieran verlos. Victoria levantó la vista y lo vio: era el mismo hombre encapuchado que había irrumpido en su clase momentos antes. Miraba hacia la puerta principal de manera seria, preocupado, como si los periodistas fueran a entrar de un momento a otro. Victoria se deshizo de su abrazo y se apartó de él.
 - ¿Se puede saber a qué viene todo ese circo? - le casi gritó al  encapuchado - Esto es una escuela ¡No un teatro!
 - Mea culpa - se limitó a contestar. Vic se quedó esperando una respuesta más larga, y al no obtenerla se dio la vuelta, resoplando.
 - Márchese, por favor.
 - ¡Hyung hyung! ¿Qué hacemos? - exclamó Hyun Jae - Las personas malas no nos dejan volver casa. - El hombre abrazó al pequeño, acariciándole la cabeza, y luego miró a Victoria con una expersión en la mirada que bien podía significar ¡¿Ves lo que has hecho?!
Victoria se lo pensó dos veces y cambió su oferta: ¿P-por qué no subís a c-clase hasta que s-se vayan?
 - Subiremos - contestó el encapuchado - pero no se irán - agregó en un susurro al pasar por su lado.

Subieron en silencio y entraron en el aula. Se hizo el silencio absoluto, tal vez únicamente interrumpido a ratos por los sollozos de Hyun Jae, todavía abrazado a su... ¿padre?
 - ¿Quién eres? - preguntó Victoria al encapuchado - ¿Y por qué te siguen todas esas cámaras? ¿Acaso eres...?
 - ¿Famoso? - terminó la frase, con un tono de voz imitando a la de Victoria - por desgracia, sí. Y fuiste tan estúpida de salir delante de todas esas cámaras, ¡Ahora nos relacionarán! - le echó en cara.
 - ¿Relacionarnos? ¿Pero por qu...? - se lo pensó mejor. Recordó las palabras de aquel periodista, acusándola de estar saliendo con alguien. - ¡Eres tú! Eres ese tal Choi Min... Min...
 - Minho.
 - ¿Pero por qué? Yo no te conozco. ¿Cómo pueden decir que estamos juntos si es la primera vez que nos vemos?
 - A veces pareces tonta - soltó el encapuchado - No pienso molestarme en explicarte nada, pareces un poco cortita. - Se acercó a la ventana y al ver el panorama golpeó el cristal con fuerza.
 - Eh... está bien, ¿puedo hacer algo? - le preguntó, algo temerosa de que Minloquesea se rebelase en su contra.
 - ¿¡Algo como qué!? ¿Eh? - le gritó - ¡Lo único bueno que podrías hacer ahora es callarte y desaparecer!
 - Hyung hyung! ¿Por qué chillas? No te enfades...
 El hombre respiró hondo apretando fuerte los puños - No... no pasa nada, pequeño. Nos vamos a casa - se acercó al niño, lo cogió de la mano y se fueron por el pasillo, sin decir palabra.

Todo había ocurrido muy rápido. Por un momento Victoria se preguntó si todo eso había sido real o simplemente se había quedado dormida corrigiendo montañas y montañas de papeles. Lo único que sabía era que quería irse lo más rápido posible a casa y desaparecer hasta el día siguiente.
Recogió su chaqueta de la silla su bolsa a medio cerrar, como si ya nada importase. Las llaves del coche... ¿dónde las había puesto? Estaba segura de que estaban en el cajón del escritorio...
 - Imposible...
Salió disparada hacia el aparcamiento, donde sabía que estaba su coche. Al llegar encontré su sitio vacío. Tiró todo lo que llevaba al suelo y se llevó las manos a la cabeza.
 - ¡Lo ha hecho! ¡Ese maldito...!
Estaba atrapada. Por su culpa estaba atrapada en aquel lugar con una horda de paparazzis sedientos de noticias que divulgar en los distintos medios de comunicación. Hoy era uno de esos días en los que más valía ser aplastada por un piano de cola al salir de casa.
 - ¡Ahí está! ¡Corran! ¡Que no escape!
Varios paparazzis habían aparecido de la nada y corrían como locos, grabadoras, cámaras y demás en mano como lobos a su presa.
No tenía escapatoria. Estaba rodeada. Otra lluvia de preguntas sin sentido, flashes y micrófonos esperando esas suculentas respuestas.
 - ¡Dejadme en paz! ¡Dejadme! ¡Dejadme! - gritaba con las manos en los oídos, intentando no escuchar.
Un ruido de claxon la devolvió al mundo, al igual que a los paparazzis, que se dieron la vuelta, unos enfadados por la interrupción y otros claramente asustados al ver lo que les  venía encima: su coche. Algunos paparazzis cayeron al suelo al tropezarse con otros, pero la mayoría de ellos se quedaron en su sitio, e incluso un par de temerarios se acercaron peligrosamente al coche en marcha para saber más sobre el espontáneo que había interrumpido su caza.

El coche se paró a su lado y la puerta se abrió; solo podía ser una persona, y no sabía si alegrarse o enfadarse a causa del “préstamo del vehículo”.
 - ¡Sube! - dijo Minho desde dentro. Victoria recogió su chaqueta y su bolsa y saltó al mullido asiento del copiloto. Apenas había cerrado la puerta, Minho ya había arrancado, dejando tras de sí la marca de los neumáticos.
Conducía a gran velocidad, y por los espejos, Vic pudo ver como unos paparazzis corrían detrás del coche intentando alcanzarlos en vano.
Esta vez, más relajada, Victoria se dejó caer sobre el respaldo del coche. Cerró los ojos y dejó que el desconocido la guiara por las calles de Seúl, sin rumbo fijo. Solo le importaba el silencio del coche, acompañado por el suave ronrroneo del motor.
 - Te llevaré a tu casa - Minho rompió el silencio. Victoria lo miró asintiendo.
 - La siguiente a la derecha... - indicó. Minho hizo lo mandado y aparcó el coche.
 - Hyun Jae, quédate en el coche, vuelvo enseguida.

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