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viernes, 12 de octubre de 2012

OBSESSION

- Autora: Marta

- Twitter: @OrionTilenni

-Tipo: SHINee, JongKey (Jonghyun x Key), yaoi, +18, serial


CAPÍTULO 1



Era el mismísimo diablo. Era el mismísimo diablo colándose por mis oídos y quebrando mis sentidos, impregnando mi sangre con su ponzoñosa sensualidad. Me envenenaba cada palabra susurrada entre sus labios flotando por el aire con aquella melodía machacante.
Había escuchado todo sobre él, aunque nada que me importase realmente. Había escuchado que era dulce, tan dulce que incluso al cantar mantenía una sonrisa perfecta, había escuchado que nunca movía sus ojos cuando cantaba, que nunca los fijaba en nadie, que nunca fallaba. No me gustaba, la aparente perfección ni la frialdad que sus ojos destilaban cuando le veía en televisión.
No quería prestarle atención, solo tenía que bailar, mi trabajo empezaba y terminaba ahí. Pero algo me desconcentraba mientras mi cuerpo se movía bajo las luces intensas y parpadeantes que en ocasiones me cegaban... su voz. Maldita voz, sonaba en mis oídos como cristales rotos arañando mi concentración, mi determinación y algo más que no podía entender.
Giraba, exactamente como tenía que hacerlo, había ojos sobre mí, recorriéndome con curiosidad. Me alegraba de que aquella máscara cubriera la mitad de mi rostro, estaba solo, solo con la música y las miradas hambrientas que se deslizaban por mi cuerpo.
Las luces disminuían, la penumbra crecía imparable a mí alrededor, mientras el ritmo de la música se convertía en un susurro candente, suave, melodioso y sugerente. Estaba de espaldas al escenario, bailando ante él y un círculo que estaba reservado para mí y el resto de bailarines que en aquel momento no me acompañaban.
Pero no estaba tan solo como pensaba.
Exclamaciones ahogadas se colaron entre la música y su voz, su voz susurrante que me golpeó cuando unas manos se aferraron a mi cintura. Expulsé el aire de golpe. Estaba pegado a mi, notaba su latido frenético en mi espalda, sus dedos clavándose en la piel de mi cintura y su boca arrasándome por dentro con su aliento serpenteando en mi oído. Sentí que me fallaban las rodillas pero me sujetó contra él, riendo en voz baja, tan baja que solo yo pude escucharla. Sus labios malditos recorrieron mi cuello sin apenas tocarlo y convirtió mi sangre en fuego.
-Lucifer...- susurró, cantando. Me arañó la cintura al acariciarla, estaba tan cerca que cada centímetro de él estaba en contacto con mi piel. Y yo no dejaba de moverme, no podía, mi trabajo era ese. Bailar, no parar, si la música sonaba, yo me movía. Y al hacerlo, su cuerpo se movía con el mío. Había convertido aquel sencillo repetir de pasos en una especie de danza complicada y sugerente en la que yo intentaba huir, pero él me retenía, me encerraba y volvía a buscar mi cuello con su boca. Me hacía parecer un juguete delante de aquellos ojos que nos miraban con fuego, relamiéndose como hienas, esperando a que aquel chico de voz delirante me comiera allí mismo. Los nervios a flor de piel me estaban comiendo, el corazón bombeaba sangre demasiado caliente por mi cuerpo y parecía estar apunto de estallar. Vergüenza, eso sentía, descontrol, empezaba a dejarme llevar por aquellas manos que me sujetaron las muñecas, me giraron y me dejaron frente a frente con él, sus ojos que me atraparon y su boca entreabierta por la que asomaba su lengua jugando, me buscaba sin falta de palabras.
Era un monstruo, como tal lo sentí en aquel momento, intentando alejarme. Me dejó ir, mirándome con sus furtivos ojos negros, rasgados y brillantes. Parecían haber encerrado mi reflejo y con él, a mi. Seguí bailando lejos de él, huyendo de lo que parecía parte del espectáculo, notando mis mejillas arder y el camino de sus labios en mi cuello.
Había empezado a ignorar el ritmo de la música, me movía por simple instinto hasta que cambió por completo, se tornó agresiva en cuestión de segundos, las luces se apagaron casi de golpe y tropecé con mis propios pies por la impresión. Me fui hacia atrás intentando dar pasos cortos para no caerme de una forma verdaderamente ridícula si la luz hubiera permitido verlo. Pero unos brazos pararon mi inminente caída. Intenté soltarme, incluso sentí la tentación de patearle cuando sus dedos se enredaron en mi pelo, inmovilizándome con el rostro alzado hacia él.
Su aliento se deslizaba por mis mejillas, otra vez su risa, suave, íntima y grave cruzaba el aire que nos separaba y estallaba en mis oídos. Se inclinó tanto sobre mí que me obligó a arquear la espalda mientras me sujetaba. Solo la máscara que me tapaba medio rostro impedía que su frente y la mía se tocasen. Sentí su lengua acariciando mi labio inferior helándome y prendiéndome al mismo tiempo.
Me quedé sin aliento al perderlo en su boca, la dejó caer sobre la mía como un aguacero sobre el desierto, y estaba tan sediento de él que suspiré cuando sentí su lengua rozando la mía. El sudor de sus mejillas resbalaba por las mías y sus dedos ansiosos buscaban por debajo de mi camiseta la curva de mi espalda. Jadeé cuando me mordió la lengua y volvió a besarme, yo no le respondía, o si lo hacía estaba demasiado aturdido como para darme cuenta. Seguía con una mano en mi pelo, la otra jugando con la temperatura de mi cuerpo cuando las luces nos rodearon de nuevo. Y él sonrió en mi boca. Porque lo sabía, porque había caído en su trampa y por qué mis manos, estaban aferradas a su espalda.
El fin del espectáculo, aplausos, gritos sorprendidos y yo alejándome de él con violencia y pasos temblorosos. ¿Qué me pasaba? ¿Por qué no podía respirar? ¿Por qué me ardían las mejillas? Y sus ojos, no querían salir de mi cabeza.
Maldije por lo bajo, sin girarme en ningún momento, ignorando a todo aquél que se me acercaba. La máscara cubría mi expresión aun cuando me detuve en la barra y pedí un chupito doble con un gruñido.
La camarera me miró de arriba abajo, un rubor ligero adornada la palidez de sus mejillas y me sonreía con timidez cuando se acercó con el vaso, el limón, la sal y el tequila. Fantástico, ahora era la comidilla del local. Porque Onew me había besado, me había arañado y porque yo había caído. Como un idiota. Y volvería  a hacerlo... pensé traicionándome a mi mismo, en mi confusión. Dejé caer la máscara aún lado, cogí el vaso entre mis dedos y el limón con la otra mano y unos murmullos me indicaron que él se acercaba, lo sentí, aún en el atestado lugar su presencia no pasaba por alto, ni su olor, ese estúpido olor que se había quedado impregnado en mi piel. Me giré hacia atrás y ahí estaba, rodeado de gente que le gritaba, revoloteaban a su alrededor como moscas y él, con una calculada sonrisa fijaba sus ojos en mi. Parecían los ojos de un depredador y yo no volvería a ser su presa.
Llamé a la dulce camarera de melena azabache y se acercó a mi apresurada, le indiqué que se acercara más y lo hizo algo confundida. Le acaricié el cuello con la punta de los dedos y su sonrojo se hizo más que notable pero no se apartó. Me acerqué más y recorrí aquella suave extensión de piel cálida con la lengua, ella tembló y dejé caer granitos de sal que quedaron atrapados en la humedad de mi saliva. Cogí el limón con una expresión juguetona que no era propia de mí y lo puse en sus labios. Lamí de nuevo su cuello llevándome la sal con la lengua, el alcohol ardió en mi garganta y mordí la ácida fruta entre sus labios, la acidez se mezcló en su boca y en la mía.
Sonreí con un ronroneo escapando de mi garganta cuando me alejé, quería que la besara, la tensión de sus ojos recorriendo mis labios era casi palpable pero no estaba dispuesto a dejar mi boca en labios desconocidos otra vez, y los juegos nunca debían ser más de eso, juegos. Recé por dentro para que ya le hubiera quedado claro con la escenita de que palo iba yo, una gran mentira, si, pero eso no tenía porqué saberlo él.
-Gracias.- susurré cuando ella con sus encantadoras mejillas sonrojadas se alejó a seguir trabajando, con una sonrisa en los labios. Ojalá yo pudiera sonreír de esa manera con un beso, ni siquiera eso, con un roce. Pero la única boca que me hacía sentir algo me había arrancado sin piedad el corazón y se lo había quedado entre sus manos para desgarrarlo a placer. Yo era un muñeco movido por la música y la incansable insistencia del idiota que tenía por mejor amigo y culpable de que yo estuviera allí aquella noche. En aquel momento se encontraba correteando por la pista como un histérico, señalándome.
-¡Tú, tú, tú!
-¡Yo, yo, yo!
-No te hagas el loco. ¡TE HAS COMIDO A ONEW EN MITAD DE LA MALDITA PISTA!
-Para el carro princesa, él ha intentado comerme a mí.
-¿Princesa?- se indignó sin borrar la sonrisa divertida de sus labios.
-Ahora enserio Key ¿Qué quieres?
-Ver si estabas vivo o si ibas a partirle las piernas a mi amigo.
-No me tientes, lo haría si no hubiera tanto gorila rodeándole.
-Que mal mientes Tae, te ha gustado, sigues colorado.
-Estoy cansado, al contrario que tú yo he estado trabajando.
-¡Y yo he estado...!
-¿Dándole amor a Jonghyun?
. Ahora el que parecía un semáforo era él. Una voz le llamó antes de poder contestar, ahora le tocaba bailar a él, también a Jonghyun y me acerqué lo más que pude a la zona donde ellos bailaban quedando casi delante de todo, por desgracia. Intenté huir hacia un lugar más alejado pero estaba demasiado atestado como para poder moverme y las luces cada vez me dejaban ver menos. Entonces, un escalofrío me recorrió la espalda y me mordí el labio, como si de un momento a otro el calor fuera a acumularse en mis ojos y salir en forma de lágrimas. No, otra vez no.
Los ojos de Minho estaban fijos en mí, sin expresión, fríos como un témpano de hielo y la misma sonrisa ladeada en los labios que tan bien conocía, que tantas veces había probado y que ahora me agujereaban por dentro. Le di la espalda quedándome anclado en primera fila sin atender a nada. Las luces demasiado brillantes hacían que la humedad repentina de mis ojos llorasen, me sentía idiota, pequeño e invisible, sobre todo, idiota. Me mordí el labio para que no temblara y apreté los puños, el flequillo me tapaba los ojos.
Era de esperar que estaría allí, al fin y al cabo Key, Jonghyun y yo trabajábamos en su compañía, era de esperar que me encontraría, pero se suponía que el dolor era el pasado, se suponía que ya no me importaba pero mi maldito corazón iba por libre y se hacía daño recordando como había sido estar a su lado y como había sido descubrir que no era el único.
Subí la mirada y los ojos de Key estaban fijos en mí mientras bailaba, intentaba no pasear la mirada por donde Onew se movía, lo único que me faltaba era que después de besarme me viera lloriqueando como un niño en mitad de la muchedumbre. La expresión de Key no podía disimular la preocupación y dibujé una sonrisa calculada que ni por un momento se creyó.
Sentí unos dedos rozando mi hombro, me giré notando a pocos centímetros de mí el cuerpo de Minho que me miraba tratando de decir algo. No quería escucharle, más no, otra vez no.
Entonces me dejé llevar.
Me encontré de nuevo con la voz de Onew, con sus brazos agarrándome y arrastrándome a la pista ante las miradas incrédulas que caían sobre nosotros. Parecía hecho para encajar su cuerpo contra el mío y moverlo al mismo tiempo, era una sensación extraña que no dejaba de sorprenderme, pero aún me ardía el pecho y podía ver los ojos de Minho recorriéndome sin expresión.
Yo ya no era suyo, nunca debí serlo.
-Si lloras tendré que besarte.- me susurró Onew mientras tomaba aire.
-Te arrancaré la lengua si te atreves.
-Y yo a él la cabeza si te hace algo.
No pude seguir hablando porque la música se deshizo a nuestro alrededor y me mordió la boca, me recorrió los labios con la lengua y no dejó de sonreír mientras deslizaba sus dedos entre los míos.
Terminamos así, enredados entre sudor y aplausos.
Jadeé, la marca de sus dientes palpitaba en mi labio y me miraba con expresión divertida, sin moverse hasta que las luces se apagaron y pude apartarme, agarrarle del cuello de la camisa y arrastrarle conmigo.
Le estampé contra la pared más alejada de la multitud, medio oculta por la penumbra aunque las luces habían vuelto. Me crispaba los nervios aquella imborrable sonrisa socarrona y su forma de intentar enredar los dedos en mi pelo mientras le apretaba contra la pared, ardiendo de rabia.
-¿Qué cojones estás haciendo?
-Creo que es evidente.
-¿Porqué?
-Porque me gustas.
-No me conoces.
-Pero quiero hacerlo.
-Te dije que te arrancaría la lengua.
Empezó a asomarla entre sus labios, como si quisiera tentarme, calentarme los sentidos... y aparté los ojos, me centré en los suyos.
-¿Porqué dijiste eso?
-¿Qué te besaría si llorabas?
-Que le arrancarías la cabeza si me hacía algo. ¿A qué venía eso?- apretaba el cuello de su camiseta entre mis dedos tirando más de lo que pretendía.
-Estabas temblando cuando te tocaba, parecías a punto de romperte y él te miraba como a un juguete.
-¿Y no es así como me has tratado tú?
-Pero yo no te hago daño.
-Tú no sabes nada, no me haces daño y él tampoco.
-¿Alguna vez te han dicho que mientes fatal?
Me cansaba del juego, no le conocía y él a mi tampoco pero hablaba como si lo hiciera, me tocaba como si hubiera una total confianza entre nosotros. Empezó a deslizar las manos por mi espalda hasta dejarlas en la parte baja de mi cintura.
-No tengo porqué mentirte y a ti no tiene porqué importarte.
-Tampoco tienes porqué resistirte...
Gruñó fundiéndose en mi boca, subiendo la tela ajustada por mi espalda y apretándome tanto contra él hasta que su pulso golpeó contra mi piel. Su lengua encontró la mía, recorriéndome la boca y mezclándose con mi saliva que aún tenía un ácido recuerdo del limón. Se relamió mirándome y me sujetó la barbilla con los dedos, inclinándose hacia mí. Habló en voz tan baja y tan cerca de mis labios que sentí las palabras bailando sobre ellos.
-Cierra los ojos.
-No...
-Cierra los ojos y olvídale.
-No puedo.
-Hazlo...
No sé como ni porqué, con sus dedos entre los míos me llevó entre la gente, pasó por la barra y agarró una botella de tequila, como fuera suya y siguió tirando de mí hasta que el frío de la calle me arrancó de mi ensimismamiento. La puerta trasera del local se cerraba a nuestra espalda con un estruendo y el eco que lo siguió por las paredes del aparcamiento.
Llegamos hasta un enorme coche negro de cristales tintados. Realmente enorme, imponente y de aspecto caro solo con mirarlo. No me gustaban los coches y no era un entendido en el tema pero era de esa clase que al verlos piensas "Joder".
La impresión debió de dibujarse en mi cara porque Onew empezó a reírse mientras abría la parte trasera y me invitaba a entrar moviendo la botella entre los dedos como si ello hiciera más intensa la tentación.
Pero la tentación era su cuello brillante de sudor y la curva de sus hombros que me invitaba a morderla con demasiada insistencia. Tiró de mí hasta que estaba sentado a su lado sobre la tapicería de cuero del oscuro coche, que, una vez cerrada la puerta, estaba sumido en absoluta penumbra.
Encendió el equipo de música aunque con un volumen tan bajo que el acelerado ritmo de mis latidos retumbando en mis oídos no me dejaba escucharla. Una suave luz azul nos iluminó a los dos, callados, sin tocarnos y mirándonos a los ojos. Dos desconocidos, solo éramos eso, dos desconocidos. Quizás por eso me sentía tan libre al mirarle.
Me atrajo hacia él, quedando su boca a solamente unos centímetros de la mía, su piel estaba pintada aquí y allá con suaves sombras que recorrí sin pensarlo con la punta de los dedos. Suspiró bajo mi tacto y llevó sus manos a mi cintura, empezando a levantar la tela negra pegada a mi piel de forma amenazante. Le miré enarcando una ceja y volvió a sonreír de esa forma burlona y pícara.
-Ni se te ocurra.
-¿Me vas a obligar a convencerte?



domingo, 22 de abril de 2012

ALL I WANT FOR CHRISTMAS IS YOU

- Autora: Claudia
- Twitter: @kuraudia16
- Tipo: 2min (Minho x Taemin) + insinuación de Jongkey (Jonghyun x Key) (SHINee), fic corto, +18


Los chicos de SHINee estaban aburridos, no hacían nada interesante por la televisión y hacia demasiado frio como para salir al exterior, nevaba intensamente des de hacia días. Así que Onew sacó un tema de conversación para ver si se animaban un poco.

- Oye, ¿ya habéis decidido que vais a pedir por Navidad?
Todos se animaron un poco, hablar de los regalos que esperaban recibir siempre era más interesante que matar el tiempo haciendo zapping.
- Yo no he pedido demasiadas cosas - empezó Minho - unas bambas de fútbol nuevas y un par de libros que me han recomendado
- Yo... - iba a empezar Onew pero Jonghyun le interrumpió
- ¡Pollo!
Todos rieron, realmente en amor desmesurado del líder por el pollo era conocido por todos.
- Como mínimo no voy a pedir píldoras para crecer... - contratacó el líder, sabiendo que Jong odiaba que se metieran con su estatura
- ¡Ahora te has pasado! - replicó el eludido enfadado
- Vamos Jjong, no te enfades, ¡tu te lo has buscado! - le tranquilizó Key - yo me conformo con dinero para poder ir a comprar ropa.
- Muy típico de ti Diva - rio Minho - ¿y tu Taeminie? estas muy callado...
El maknae había intentado evitar esa pregunta pero sabia que tarde o temprano se lo preguntarían así que inventó lo primero que se le ocurrió, no podía decir que lo único que quería era a Minho...
- ¿Ah?... pues yo... un par de CDs de música, unas bambas nuevas para bailar y el DVD de la ultima película de Harry Potter
- Que raro...una película donde sale Emma Watson.. jajaja
Todos creían que su tipo ideal era la actriz que hacia de Hermione y era sencillo que lo creyeran pero vio en la mirada de Key Umma que le había notado algo raro y no se lo había creído del todo.
Siguieron hablando hasta que se hizo la hora de cenar así que Key se fue a la cocina mientras Minho se duchaba, Jong y Onew paraban la mesa y Taemin aprovechaba para irse a su habitación, necesitaba estar solo o mas bien, no ver a Minho durante un rato. No soportaba sentirle tan cerca y a la vez tan lejos.
Se estiró en la cama abrazando una almohada mientras recordaba los últimos meses, des que se había dado cuenta de sus sentimientos por el mayor. Se había planteado muchas veces declararse pero tenia demasiado miedo de que este le rechazara o aún peor, de que lo odiara y nunca quisiera volver a saber nada de él. El problema es que sus sentimientos no era lo único que tenia que reprimir, cada vez le deseaba mas y le costaba reprimir sus impulsos cada vez que este salia de la ducha solamente con una toalla o volvía todo sudado del gimnasio. No sabia que hacer, necesitaba pedir consejo a alguien pero, ¿a quien? Siempre le había contado todos sus problemas a Minho-hyung.

Alguien interrumpió sus cavilaciones llamando a la puerta
- Taeminie - le llamó Key-hyung mientras entraba en la habitacion, cerrando la puerta y sentandose a su lado en la cama - ¿estás bien?
- No umma, no estoy bien... - le respondió el menor con tristeza
- Es por Minho ¿verdad?
Taeminie levantó la cabeza de golpe, tremendamente sorpendido
- Tu...¿como?... ¿des de cuando?...
- Es muy fácil darse cuenta si eres observador, a demás, eres mi hijo, te conozco bien y hace tiempo que me di cuenta de lo mucho que lo amas...
- Umma ...yo…no se que hacer... lo amo demasiado.. - confesó el maknae - pero tengo miedo de que me odie si lo descubre...
- El nunca te odiará, le importas demasiado
- Si, pero como un hermano pequeño, no me quiere del mismo modo en que yo lo amo...y lo deseo...
- Eso no lo sabras seguro hasta que no se lo preguntes Minnie
- Pero...pero... ¿que hago umma?
- Eso tienes que decidirlo tu, escucha tu corazon.
- Yo... - siguió el menor llorando. - quiero decirselo, pero... ¿y si me dice que no? ¿y si luego me odia y no quiere volver a verme y...?
- Shhhht... - le tranquilizó el mayor abrazandole - no creo que te diga eso. Tienes que confiar más en ti mismo Taemin.
Este no respondió. Pensaba en lo que le había dicho Key.
Era posible que Key tubiese razón y Minho hyung sintiese lo mismo por él. Mínima, pero la posibilidad existía, y solo lo sabría si se lo preguntaba, pero... ¿y si la respuesta era que no? Aunque él no se enfadase y le dijese de aseguir siendo amigos las cosas no serían lo mismo, y tampoco pensaba que eso pudiese ocurrir. Hyung no reaccionaría bien ante su confesión, de eso estaba seguro, y aún así sentía que si no lo decía explotaría.
Aunque las ideas en su cabeza no se aclararon para nada su llanto si fue disminuyendo lentamente,se sentía bien allí, acunado entre los brazos de su Umma.   
- Estas mejor Minnie? - le pregunto Key dandole un pañuelo.
- Si, gracias umma - respondió el menor secándose las lágrimas.
- Pues lavate la cara y vamos a comer, que van a extrañarse de que tardemos tanto.
Se arreglaron un poco y se dirigieron al comedor donde los otros les esperaban
- ¿Donde estabais? ¡Se va a enfriar el pollo! - se quejó el lider al verles llegar.
- Taemin se habia dormido, he ido a despertarle - mintió Key.
- ¿Otra vez te has quedado viendo algún dorama hasta tarde? - pregunto Jonghyun - Suerte que estamos de vacaciones...
La comida transcurrió sin novedades excepto pero las miradas de preocupacion de Key y las de curiosidad de Minho, que se empezaba a dar cuenta de que algo no marchaba bien con el maknae. Taemin se dio cuenta asi que intento poner su mejor cara y actuar como siempre, no queria que Minho le preguntara que le pasaba.
Por suerte no le dio la oportunidad de quedarse solos durante un par de dias así que Minho fue olvidandose del tema, hasta que un dia decidieron ir a un karaoke que quedaba cerca para aprovechar las vacaciones.
Reservaron una sala para ellos solos y pidieron soju para todos ya que a pesar de que no acostumbraban a beber, era un dia especial.
Empezaron con las mas tipicas, solamente kpop pero al cabo de un par de horas, Taeminie cogió el micro y escogió una canción americana. La mayoria se extrañaron pues el maknae no hablaba ingles pero estaban todos un poco bebidos así que tampoco les pareció muy raro.
Las notas empezaron a sonar y Taeminie empezó a cantar, mirando fijamente a los ojos de Minho:

“I don’t want a lot for christmas
there is just one thing I need...

Aunque no sabian ingles todos conocian la canción asi que Key en seguida se dio cuenta de el porque el maknae habia escogido esa cancion. Des de que el maknae le había confesado sus sentimientos por Minho no habían vuelto a hablar pero el menor se veía cada vez mas triste y sabia que no tardaría en explotar.
Anque no queria que su “pobre hijo” hiciera “cosas sucias” con Minho queria verle feliz asi que lo que más deseaba era que Taemin tuviera su regalo de navidad, que Minho se diera cuenta de sus sentimientos de una vez por todas.

...I don’t care about the presents
underneath the christmas tree
I just want you for my own
more than you could ever know
make my wish come true
baby all I want for christmas
is you...”

Taemin dejó de cantar, se le rompia la voz y las lagrimas volvian a correr incontrolables por sus mejillas asi que salió corriendo de la sala mientras Jong y Onew se quedaban mirando como corria con cara de asombro.
Estaba hecho, no había vuelta atrás, Minho se daría cuenta, estaba seguro, era suficientemente inteligente para eso, solo faltaba esperar su respuesta...

Las últimas notas de la canción aún resonaban en el ambiente, la “disimulada” declaración del maknae había dejado a los brillositos SHINee sin palabras. Key miró a Minho, aquella era su oportunidad. Si él estaba en lo cierto y el mayor le correspondia, esta seria la mejor oportunidad que tendrian para arreglar las cosas. Y si no lo hacía se mereceria que le metiesen una buena paliza por hacer sufrir tanto a su bebé. Vio como Minho se levantaba para seguir el maknae y tubo que reprimirse de ir él a ver como estaba su hijito.
En lugar de eso intentó distraer a Jonghyun y Onew, que seguian sin comprender lo que pasaba. Seleccionó otra canción, evidentemente de un grupo femenino y subió al escenario a cantar como si no hubiese pasado nada. Haciendo un esfuerzo para que no se notase lo preocupado que estaba por el maknae y lo enfadado que estaba con Minho por no haberse dado cuenta antes y dejar que las cosas llegaran a tal extremo. Definitivamente Minho era Idiota, aunque Jonghyun también debia serlo, no era posible que no se diese cuenta de sus intenciones con la de señales que le estaba dando, en fin, era el momento de los maknaes, no iba a preocuparse por eso ahora.

Taemin salió corriendo de la sala en cuanto vio que las lagrimas salían sin control, dejando salir todo lo que havia estado guardando las ultimas semanas.  Salió del edificio, necesitava un poco de aire fresco para tranquilizarse  pero no llego muy lejos antes de que alguien le cogiera por el brazo bruscamente
- espera Taemin-ah
Era Minho, Taemin se quedó helado, ¿que iba a decirle?
- ¿que quieres Minho-hyung? dejame ir, necesito un poco de aire fresco - respondió intentado que el mayor le soltara
- no, tenemos que hablar
- ¿sobre que? - respondió este bruscamente
- sobre todo esto, no podemos seguir asi, llevas un par de semanas muy raro y me evitas... ¿que he hecho mal? creía que eras mi mejor amigo...
A Taemin le dolia verle asi, pero no se atrevia a decirle la verdad
- lo siento hyung, no es culpa tuya, tu no has hecho nada malo...
- ¿entonces?
- es culpa mia yo... no importa...
- si que importa Taemin-ah, cuentamelo...
- no hyung, si lo hago...puede que me odies…. - Minho le miró muy sorprendido
- ¿odiarte? ¿Yo? como puedes pensar semejante tonteria... eres demasiado importante para mi- le respondió mirandole tiernamente - vamos, confia en mi.... Taemin le miró dudoso, parecía tan sincero diciendo esas palabras pero no estaba seguro, él tambien habia parecido muy sincero....


"- cuentamelo, confia en mi...
- tengo miedo de que me odies hyung
- eres mi mejor amigo, no podria odiarte, vamos, confia en mi...
Taemin le miro a los ojos, se lo habia prometido, no iba a odirle
- hyung, yo... te amo... - le confesó finalmente - estoy enamorado de tí, des de hace tiempo... entiendo que no me correspondas pero yo... yo necesitaba decirtelo... - no se atrevia a mirarle a los ojos, tenia miedo de ver el odio en sus ojos y cuando finalmente li hizo se arrepintio. Le miraba con miedo y desconcierto. - ¿que? yo...lo siento pero no puedo corresponderte... sera mejor que dejemos de vernos...
- ¡no hyung! no hace falta, puedo superarlo, solo queria que lo supieras....
- no Tae, es mejor asi...no te preocupes, no volvere a acercarme a ti...
- hyung.... ¡por favor! - le suplicó mientras las amargas lagrimas inundaban sus ojos
- adios Taemin...
Y asi, sin mas, vio como se iba, dejandole atras bañado en lagrimas, para no colver a verle nunca mas.”

Habian pasado ya muchos años pero nunca habia olvidado esas palabras del que habia dicho ser su mejor amigo y ahora volvia a recordar esos acontecimientos mas claramente que nunca, haciendo que las lagrimas amenazaran con empezar a asomarse en sus ojos.
- ¿Taemin?
Minho le miraba extrañado, no entendia por que el pequeño estaba llorando. ¿Que era lo que habia echo mal? solo intentaba ayudarle.
- Lo siento hyung, creo que me iré a casa, de verdad que no era nada imporatante...
- ¿Esperas que me lo crea??? - le rogó cogiendole del brazo para impedir que se fuera- dimelo Taemin. - Sabia por experiencia que cuando tienes algo tan importante dentro tienes que decirlo para sentirte mejor, aunque él mismo no fuese capaz de hacer eso - te sentiras mejor si me lo dices.  
- Pero... - se detubo unos instantes, como dudandolo, pero sacudió la cabeza, itentando quitarse esa idea. No, no podia decirselo.
- Vamos Taemin, por que és tan difícil? sabes que puedes contarme cualquier cosa... ¿desde cuando confias tan poco en mi?
- lo siento hyung, no puedo
Minho sentia que se le rompia el corazon al ver como Taemin se veía incapaz de confiar en él para contarle eso que tanto le preocupaba.
- ¿porque no Minnie? ¿Porque no confias en mi? no nunca podria hacerte daño, yo... yo te amo...siempre te he amado y nunca, nunca te haria daño... entiendo que no sientas lo mismo pero que sepas que voy a protegerte y hare lo possible para que no sufras - lo habia hecho, se habia declarado y ahora temía que el maknae lo rechazara, pero necesitaba que supiera que podia confiar en el para todo, que siempre estaria a su lado.
Taemin no podia salir de su asombro, no podia creer lo que acababa de oir. ¿Minho estaba enamorado de el? ¿Acaso estaba soñando? ¿o estaba demasiado borracho? todo este tiempo preocupandose por que pensaria de el Minho y ahora... estaba tan feliz que emepzó a llorar de felicidad y alivio.
- Minnie, no llores... lo siento yo....
- calla babo - le interrumpió el menor abrazandole fuertemente - yo... yo tambien te amo...
Minho le correspondió el abrazo con fuerza todavia asombrado y entonces lo entendió todo, su actitud los ultimos dias, los comentarios, la cancion... ¿como habia sido tan tonto como para no darse cuenta? sus própios sentimientos le habian nublado la vista y le habín hecho imposible creer las señales que el otro le daba.
Se separaron después de unos minutos de estar fuertemente abrazados, disfrutando simplemente de la calidez y presencia del otro Minho cogió al menor dulcemente de la barbilla, dándole un suave beso que este correspondió rápidamente mientras entrelazaba sus manos en la nuca de Minho, profundizando el beso apasionadamente.
El mayor interrumpió el beso de repente
- Taemin-ah, estamos en medio de la calle, mejor vamonos a casa, ¿si?
- mmm... vale, pero no te vas a librar de mi tan facilmente, que lo sepas
- eso espero, despues de tanto tiempo esperando, no voy a dejarte ir tan facilmente...
Se cogieron de las manos y volvieron a entrar al karaoke para avisar a los otros miembros que volvian a casa y cuando entraron se encontraron una escena sorprendente, Key y Jonghyun bailando y cantando... Troublemaker! Como no, Key hacia de Hyuna muy metido en su papel y Jong de Hyunseung y parecia encantado con el echo de tener a la diva restregandose sinuosamente contra su cuerpo. Se notaba que el alcohol havia hecho efecto tanto en sus cuerpos como en el de Onew hyung, que dormia profundamente en uno de los sofás, probablemente soñando con su queridisimo pollo.Minho y Taemin se quedaron observando el espectáculo embobados, ya que la pareja no parecía haberse dado cuenta de su presencia, estaban demasiado embelesados observandose mutuamente mientras bailaban hasta que, al terminar la canción, con algunas ligeras variaciones de la coreografia que la hacían aún más provocatica y erótica, Key se dio cuenta de la presencia de sus dongsaengs en la puerta.Y se separó de su ahora novio para acercarse a ellos, cosa que provocó un visible enfado por parte del vocalista, quien intentó retenerle a su lado sin conseguirlo.
- ¡¡Minnie!! ¿Estas bien? - preguntó Key entre preocupado y curioso por lo que habia pasado entre los maknaes.
- si, muy bien umma - respondió Taemin con una sonrisa - estamos cansados, nos vamos a casa ¿vale? ya vendreis mas tarde.
Aunque la Diva sospechaba de las intenciones del rapero decidió dejarlo pasar, pues el no tenia ninguna intención de volver a casa todavía, no sabia cuando podría volver a estar con su puppy a solas y tampoco pensaba dejar a medias lo que estaban haciendo, no mientras le pudiese echar las culpas a la borrachera que no llevaba...
Así que simplemente les dijo que vigilaran por el camino y se despidió de ellos lanzando una última mirada de advertencia al mayor.
Cogieron sus cosas dejando a Key y Jonghyun solos y se dirigieron al apartamento que, por suerte, estaba apenas a unos minutos del karaoke. Entraron en el portal y, en ese momento, al verse libres de miradas indiscretas volvieron a besarse con mas pasión y mas ansia que antes, pues llevaban todo el camino esperando ese momento.
Se dirigieron a la puerta del apartamento a trompicones, pues no dejaban de besarse ni un segundo, solamente para respirar, así que después de unos cuantos intentos fallidos consiguieron abrir la puerta de su casa y llegar hasta el sofá.
Se dejaron caer para seguir besándose y recorriendo la espalda, cuello y cabellos del otro, interrumpiéndose solamente para coger aire y seguir con su tarea hasta que el mayor hizo ademan de apartar al maknae.
- Taemin... es muy pronto... no creo que sea buena idea - intentó convencerle el mayor entre jadeos por la excitación del momento
- Minho-ah, ya me has hecho esperar suficiente, no vas a dejarme así - replicó el menor con una mirada lujuriosa - y si no lo haces tu, lo haré yo - sentenció el menor, volviendo a unir sus labios con un beso necesitado que el mayor respondió inmediatamente, olvidando sus temores y dejándose llevar por esas manos delicadas pero fuertes que le volvían loco.
Al ver que el mayor le correspondía apasionadamente, el bailarín empezó a colar sus manos debajo de la camiseta de su hyung para acariciar su espalda y los marcados abdominales que siempre le habían parecido tan sexys
mientras este empezaba a desabrocharle la camisa mientras reseguía su cuello con besos y mordidas, excitandole todavía mas, haciendo que cada vez estuviera mas impaciente por sentir a su hyung por toda su piel así que le quitó la camiseta a su hyung entre gemidos y besos y empezó a desabrocharle los pantalones pero tuvo que detenerse cuando un gemido se escapó de sus labios, Minho estaba mordiendo y lamiendo sus pezones, haciendo que se estremeciera sin control.
- Minho...aaahh... - no era capaz de articular palabras coherentes, el placer le embriagaba pero también quería hacer gemir al mayor sin control así que le giró de repente y, sentándose encima, le sacó los pantalones junto con los boxers para dejar a la vista el miembro ya muy despierto de su novio.
Este le miraba sorprendido por el repentino cambio de la situación y sonreía con una mirada lujuriosa, esperando a ver hasta donde llegaba ese Taemin pervertido que hasta ese día no sabia que existiera.
Al darse cuenta de la mirada retadora y sexy de este, el pelirrojo se metió todo el miembro de un golpe en su boca para empezar a lamerlo y chuparlo, a la vez que acariciaba sus nalgas. El mayor gemía descontroladamente, ese Taemin travieso le excitaba sobremanera y si seguía así no tardaría en correrse y todavía era pronto, así que volvió a cambiar las posiciones, dejando al menor debajo de él completamente desnudo, pues se había estado desnudando mientras Minho estaba demasiado sumido en el placer que este le proporcionaba.
- ahora me toca a mi yeobo.... - dijo el mayor con una mirada de superioridad - vas a ver lo que es bueno
Le cogió ambas manos y las sostuvo encima de su cabeza, dejando todo el torso del menor a su entera disposición para dejar un camino de saliva y mordidas, bajando lentamente y entreteniéndose en los pezones, provocando que los gemidos del maknae subieran el volumen, resonando por toda la casa.
- de...dejate de...tonterías... ahh... - reclamaba el menor - date prisa...
Pero Minho tenía ganas de hacerle sufrir un poco, así que recorrió todo su vientre bajo y sus muslos con besos y caricias, evitando el miembro que reclamaba atención desesperadamente.
- pídemelo.... - le exigió este
- que...aah... ha...hazlo....
- ¿el que?
- mete...metetelo en...en la boca...mmm...aaaaah
- pídemelo por favor...
- po...por favoor.... haz..hazlo ya...

Complacido, finalmente empezó a chupar y lamer toda la extensión del miembro, dando suaves besos y mordidas en la punta, lamiendo el liquido preseminal que resbalaba por toda su extensión.
Taemin sentía que había perdido la cordura, nunca se había imaginado que podía sentirse tan jodidamente bien y en pocos minutos se corrió, derramando su semilla en la boca y la cara de su novio.
- eres delicioso.... - le susurró mientras lamía los restos que habían quedado en las comisuras de su boca - realmente delicioso....
- ha ..ha sido increíble - respondió mientras intentaba regular su respiración
- pues esto es solo el comienzo, aún no has visto lo mejor...
Taemin le miró con escepticismo, no creía que nada pudiera superar esa sensación , era imposible... o eso creía.
Antes de que tuviera tiempo de replicar, Minho abrió sus piernas para empezar a lamer su entrada, haciendo que se sorprendiera por el contacto, era algo nuevo pero se sentía bien, así que se dejo llevar hasta que Minho le puso tres de sus dedos en la boca
- chupalos
El menor lo hizo sin rechistar, lamiendo sensualmente, sabia lo suficiente de sexo entre hombres para saber que si no lo hacía sería muy doloroso aunque en ese momento tampoco le importaba un poco de dolor, necesitaba sentirle al completo...
Cuando creyó que estaban suficientemente lubricados los retiró de su boca y se posicionó entre sus piernas, colocándoselas encima de los hombros para estar mas cómodo
- estas seguro Minnie... - aún después de todo lo que habían hecho, esto era diferente y sabia que sería doloroso - va a doler....
- como si me importara... - replicó - te necesito, y te necesito ahora...
Viendo la decisión del menor, Minho metió el primer dedo en la apertura del menor y empezó a hacer pequeños círculos mientras evaluaba las reacciones en la cara del menor. Al ver que no parecía muy incomodo, metió el segundo que movía haciendo tijeras y círculos.
Taemin hizo un pequeño gemido de molestia, era incómodo y dolía, pero intentaba no mostrarlo, no quería que el moreno se detuviera, pero cuando metió el tercero no pudo evitar que se le escapara un corto gemido y que su rostro se deformara en una mueca de dolor.
- Sigue - le ordenó Taemin al mayor al sentir como este empezaba a retirar sus dedos.
- No creo que puedas detenerme ya...
El maknae apenas tubo tiempo de procesar sus palabras que sintió como algo más grande le invadía y dejó escapar un pequeño grito.

Minho se preocupó así que intentó controlarse y quedarse quieto unos minutos hasta que Taemin se acostumbrara a la intrusión, besando sus labios para acallar los gemidos hasta que esté le dio permiso para moverse
- aah.. creo.. que ha puedes moverte hyung
Al darle permiso, empezó a embestirle mientras seguía besandole, los suaves labios del maknae eran como una droga, como mas los probaba, más quería, excitandole y haciendo que aumentara el ritmo a medida que los gemidos de dolor se convertían en placer y Taemin empezaba a mover las caderas buscando mas contacto, buscando ese punto hasta que lo encontró.
- ¡aaaah! si...ahi Minho-ah.... - suplicó el menor cuando este encontró su próstata, así que aumentó el ritmo todavía mas, abrazándole mientras golpeaba una y otra vez en el mismo punto, haciendo que Taemin perdiera la poca cordura que le quedaba.
El rapero estaba llegando a su limite, sintiendo como la cálidas paredes del maknae le apretaban deliciosamente así que volvió a atender el olvidado miembro del bailarín para venirse los dos al mismo tiempo.
- aaah.. Minho~ si sigues así...voy a venirme...
.- espera...juntos....
Y con una última estocada, Taemin sintió como Minho liberaba su semilla en su interior, haciendo que se corriera él también sobre el abdomen de ambos.
Se tumbaron en la cama, agotados y sudorosos, mientras intentaban recuperar el aliento.
- eso fue...genial... - dijo el maknae entre jadeos
- fue la mejor experiencia de mi vida, te amo Taemin-ah - respondió el otro abrazándole y cubriéndoles con las sabanas
- yo también Minho-ah, te amo mucho
Y con esta frase se quedaron dormidos, abrazados y desnudos con el sudor todavía recubriendo su piel y sabiendo que ese era el inicio de algo nuevo, fuerte y hermoso que les mantendría unidos para siempre.