sábado, 28 de septiembre de 2013

CRASH

- Autora: Laura

- Twitter: @LauraBlackRoses

- Tipo: B.A.P, hetero, +18, idol x fan, Daehyun x fan, serial


CAPÍTULO 7: SOCORRO


Siguió corriendo sin rumbo alguno. Las lágrimas caían de sus ojos sin cesar, y lo peor es que no sabía por qué lloraba. No sabía que hacer, no sabía porque era así con ella, porque se preocupaba y aparecía siempre. Ella no lloraba por pena, sino por miedo. Miedo a ser rechazada nuevamente, miedo a quedarse sola... ¿tenía miedo de ser feliz?

Paró en seco. No podía estar siempre huyendo de los problemas y de la gente. No podía más. Se secó las lágrimas con el dorso de la mano y miró a su alrededor. No le sonaba nada ese sitio, es más, podría jurar que no había estado nunca. Suspiró y se llevó una mano a la frente, se había perdido


-Muy bien Libia, bravo por ti- se dijo a si misma. Muchos bloques de pisos medianamente altos rodeaban lo que parecia un parque muy pequeño. Todo estaba muy extrañamente silencioso, excepto por las voces de aquellos que vivían en esos bloques. Suspiró y se dirigió a dar la vuelta cuando chocó con alguien, haciendo que tropezara.

-¿Te has perdido, guapa?- Libia frunció el ceño al ver a aquella persona. Un hombre, más alto que ella, con el pelo negro y alborotado, barba de unos pocos días. Vestía con una camiseta negra básica y vaqueros rotos. Le dio una calada a su cigarro y lo tiró al suelo, pisándolo. Libia bufó y pasó por al lado del hombre que la cogió por el hombro- ¿No te han dicho que no contestar es de mala educación?

-No hablo con desconocidos- se soltó de su agarre y fue a proseguir su camino, cuando otro individuo se puso por delante. Este era más bajo que el anterior, pero su oreja derecha estaba llena de pendientes, y su pelo era castaño.

-No te vayas, guapa, ¿no vas a hacernos compañía?- el hombre se pasó la lengua por los labios mirándola lascivamente. Para que mentir, en el fondo tenía miedo, pero no lo iba a mostrar, sino sería una presa fácil para los dos.

-No, no soy de fiestas- fue a pasar pero el hombre no la dejó. Al ver la cara de ella empezó a reírse- Mira, estoy cansada- sacó la cartera del bolso y se la ofreció al hombre- Coge lo que quieras y déjame en paz- el hombre cogió la cartera y la miró. Libia notó como el otro se acercaba a sus espaldas. El castaño rió.

-Buen intento guapa, pero no queremos eso- hizo un gesto, y Libia notó como el otro le tapaba la boca y agarraba sus brazos para que no escapara. Empezó a caminar y llevársela a rastras hacia un callejón . Libia forcejeaba e intentaba pedir auxilio, pero en las condiciones que estaba no la iban a oír. Pataleó y le dio en sus partes pudientes al moreno, el cual se retorció de dolor, momento en el que Libia le dio un bocado en la mano, consiguiendo soltarse. Empezó a correr pero no fue muy lejos, ya que el castaño la esperaba en la salida del callejón.

-¿Dónde crees que vas?- se abalanzó sobre ella agarrándola por los brazos.

-¡SOCORRO!- el castaño la abofeteó tirándola al suelo. Eso le había dolido

-¡CALLA ZORRA!- se echó encima suya tapándole la boca. Libia intentaba a duras penas zafarse de él, pero no lo conseguía. Él la cogió por la muñecas y puso su brazos por encima de su cabeza- Ahora vas a ser buena y no vas a decir ni una palabra, ¿vale zorrita mia?- empezó a resfregarse encima suya. Libia forcejeaba pero no podía, las lágrimas empezaron a caer nuevamente por sus mejillas. El hombre empezó a desabrocharle la camisa, arrancándole los botones, y a tocar uno de sus pechos.

-No, por favor...- decía entre sollozos. El hombre empezó a reír. El pelinegro se acercó a ellos y puso un pañuelo en la boca de la chica y empezó a atarle las manos. El castaño iba a desabrocharle los pantalones cuando lo vio volar, literalmente. Levantó la mirada y vio una silueta pegándole puñetazos al castaño en la cara tirándolo al suelo. El peli negro se acercó pero recibió un codazo en la boca del estómago y varios puñetazos por parte de aquella persona, tirándolo inconsciente al suelo. Libia se incorporó sobresaltada tapándose con la camisa rota. La silueta se acercaba a ella y asustada intentó alejarse de él.

-¡FUERA! ¡NO TE ACERQUES!- decía entre lágrimas.

-Libia, soy yo- lo miró a la cara y pudo ver a Daehyun con gesto de preocupación. Libia empezó a llorar desconsoladamente, nunca se había alegrado tanto de verle. Daehyun se agachó y la abrazó, ella le respondió al abrazo- Tranquila, estoy aquí- le acarició la cabeza. Libia asintió entre sus brazos. Abrió los ojos y vio al castaño acercarse hacia ellos.

-¡CUIDADO!- el chico miró atrás y Libia pudo ver como le hincó una navaja en el costado a Daehyun. El castaño la miró y salió corriendo de allí llevándose a su amigo a rastras. Miró a Daehyun que se aguantaba el costado-¡DAE!- se acercó a él. Su herida sangraba en demasia. Necesitaba un médico rápidamente- ¿Dónde tienes el móvil?-  a duras penas se lo sacó del bolsillo y se lo dio- No te muevas, ¿vale?- marcó el número muy nerviosa y le dijo al del hospital donde estaban gracias a Daehyun, porque ella no lo sabía. Colgó y vio su gesto de dolor al intentar taparse la herida. Puso sus manos sobre la herida, taponándola- Soy una imbécil. Si no me hubiera ido no hubiera pasado esto. Lo siento Daehyun, todo es por mi culpa- las lágrimas empezaron a caer por sus mejillas

-No digas eso- su voz era baja- No tienes la culpa de nada- tosió- Lo haría otra vez si fuera necesario- le limpió las lágrimas que caían por su mejillas, dejándole un rastro de sangre a su paso. Rió,pero tosió.

-No te rias, que te vas a desangrar.

Pasó un rato hasta que la ambulancia llegó al lugar y los hombres con una camilla cogieron a Daehyun y lo metieron a los dos en la ambulancia. Libia estuvo todo el camino cogiendo la mano de Daehyun, no lo iba a soltar por nada del mundo. Iba perdiendo color y eso la puso triste, pero él le mostraba una pequeña sonrisa tranquilizándola, pero por mucho que lo intentara no podía estar tranquila. Le había salvado la vida, y eso no lo iba a olvidar nunca.

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