Nombre: Kota
Tipo: Super Junior, Ryeowook x Idol misterioso (en esta parte
del fic no se sabe quién es el otro, aunque es un idol conocido. Se desvela en la segunda parte del fic), yaoi, +18
No sé cómo me había
dejado convencer para venir. El excéntrico de mi amigo, aburrido de su lujosa
vida había organizado una fiesta temática en una mansión a las afueras de la
ciudad. La noche era cerrada, llovía a cantaros y yo iba en un taxi, vestido
como en la Europa del XVIII.
No paraba de darle vueltas a la tarjetita, ya me extraña que
todo fuera tan simple, Chanseob y sus cosas…
“Velada tematica: Carnaval
veneciano
Regla: Las mascaras no podrán
quitarse en ningún momento de la velada”
Puf… ¿lo diría
en serio? – yo me negaba a llevar la
máscara en el taxi, bastante estaba llamando ya la atención con la ropa. Miré a
través de la ventana, ya se veía las
puertas exteriores de la mansión, abiertas para la ocasión. Al parar el taxi,
una persona del servicio, por supuesto,
también enmascarado, se acercó con un paraguas hasta la puerta del taxi.
- Todo esto es… - refunfuñó
sacudiendo la cabeza al salir del taxi. En la puerta de la mansión lo esperaba
un hombre elegantemente vestido.
- ¡Ryeowook,has venido! No estaba del todo de tu asistencia
la verdad , pero me alegra verte – pese a la máscara que cubría su rostro, su
voz lo delataba, era Chanseob quien
había decidido recibir a los invitados en la puerta.
- Bueno…
- Nada nada, pasa, veras como lo pasaremos bien, ¡ya están
casi todos dentro! Ah, pero antes, la máscara pontela y recuerda, no puedes
quitártela, le quitará todo el encanto a la noche – Me cortó sin que pudiera
terminar la frase, empujándome con suavidad hacía dentro.
Esta vez había más
gente que de costumbre, todas vestidas de época con sus correspondientes
mascaras. Las había de todo tipo, unas cubrían solo una parte del rostro otras
sin embargo, ocultaban la cara al completo. Miraba por todos lados buscando
algo conocido, pero no había manera. Realmente era una sensación extraña, me
había acostumbrado a que la gente me reconociese prácticamente al instante,
pero esta vez era todo completamente distinto y en parte me hacía sentir
relajado. Para no quedarme allí parado, me dirigí a una de las mesas con sitio
libre, me preguntaba si habría algún conocido en la sala, nos había invitados a
todos los de de Super Junior, además de otros actores, actrices y gente de la
industria.
- ¿Hyung? – al girarme hacía atrás un chico vestido de
blanco me miraba a través de la máscara –
- Hyung soy Kai, te ví antes hablando con Chanseob en la
entrada… y vine a saludarte ¿estás solo?
- ¡Hola kai! Menos mal alguien conocido, como has visto
acabo de llegar y no reconozco a nadie, me alegra verte aquí te quedas?
-
- Me tengo que ir hyung, lo siento – dijo Kai sonriendo
rascándose la nuca –
- No pasa nada, a ver si pillo a Chanseob al menos por ahí,
mientras disfrutaré del espectáculo, ¡pásalo bien!
La cena pasó rápido, hablé con el resto de comensales de mi
mesa, no conocía a ninguno pero fue entretenido. Tras la cena, pude reconocer a
Chanseob con un micrófono sobre un pequeño escenario al lado de la orquesta,
estaba dando las gracias por haber asistido y a continuación presentó una de
las “atracciones” de la fiesta, el baile:
“Ahora, como no puede
ser de otra manera, pasaremos al baile de mascaras, no seáis tímidos y animaos
a participar, nunca se sabe quien puedes tener en frente”
La música comenzó a
sonar, yo iba fijándome en el resto de invitados, al principio nos colocamos en
dos hileras, unos enfrente de otros. Frente a mí una chica. Tras la reverencia
inicial, empezamos a movernos por la pista de baile, siguiendo los mismos
pasos, dando vueltas y cambiando de pareja al son de la orquesta.
Llegó el último cambio, esta vez mi pareja era un chico,
llevaba una máscara que le tapaba el rostro algo más de media cara. Al
juntarnos hizo un leve gesto con la cabeza a modo de saludo, yo imité el gesto,
me resultaba familiar pero en esos momentos no sabría decir de qué. Durante el tiempo que duró el baile no dejó de
mirarme, fijamente, con una mirada intensa y oscura que por un momento me hizo
sentir intimidado, yo desviaba la mirada, incomodo, pero a él no parecía
importarle. El baile termino y todos empezamos a aplaudir, al girarme para
saludarlo y presentarme ya no estaba, en un instante había desaparecido de mi
lado. Un tipo raro sin lugar a dudas.
El resto de la noche fue normal, amena a ratos, aburrida a
otros, encontré a un par de conocidos más, con los que estuve charlando durante
rato, sin embargo no podía quitarme de encima la sensación de ser
observado, era absurdo porque era una
fiesta de disfraces y yo solo era uno más. Me giré y lo vi de nuevo, él chico con el que había bailado antes
estaba de pie en una de las columnas de la entrada con una copa en la mano,
mirándome fijamente de nuevo, así que no era solo una sensación mia…
¿Era alguien que yo conocía? Al igual que kai me encontró
antes quizás era otro amigo, me dirigí hacía donde se encontraba pero un grupo
de chicas se cruzó en mi camino y cuando volví a mirar ya no estaba, ¿había
vuelto a desaparecer? Ya me había picado
la curiosidad, miré por la sala a ver si distinguía al menos su máscara, pero
nada, decenas de figuras enmascaradas reían e iban de un lado a otro pero no
encontraba al chico misterioso. La gente salía y entraba de la casa, quizá
estaría allí. No sé porque lo buscaba, igual simplemente debía dejarlo pasar
pero mientras estaba inmerso en esos pensamientos ya me encontraba de camino
hacia la puerta.
Había dejado de llover,
la noche era fresca, con una luna llena que hacía del patio un bonito
cuadro de luces y sombras. Olía a humedad y a todas las plantas que había por
el jardín, me sentí reconfortado. En uno
de los laterales de la casa, en la esquina pude distinguir una figura blanca,
¿era él? Forcé un poco la mirada a ver si encontraba algo que pudiera
distinguir mejor... la máscara, una máscara dorada, y si…era él. De nuevo sentí
su mirada clavada en mí. Miré a mí alrededor, pero no había nadie más, el
pequeño grupo que había cuando salí ya no estaba, definitivamente me miraba. Al
iniciar el paso, él hizo lo mismo, doblando la esquina.
- Espera… - no sé si
me había oído, pero aceleré un poco más el paso, no podía volver a escaparse
sin más.
Al dar la vuelta me tope de frente con él. Esa mirada, una
impactante mirada y una media sonrisa me esperaban tras la esquina.
- Oye, llevas toda la
noche mirando y desapareciendo, ¿te conozco? –
- Shh... – me calló posando su dedo índice sobre mis
labios y acercándose, quedando yo entre él y la pared. Su aliento era cálido y embriagador, aún olía
a vino, pero no era un olor en absoluto desagradable.
- ¿pero qué haces? -
golpee su mano y lo empuje para salir de ahí pero él fue más rápido y me
empujo más contra la pared, su mirada
era incluso más intensa que antes, mirarle era perder las fuerzas, la voluntad…
-
esta vez, decidió callarme con sus labios. El roce de sus labios con los
míos fue como una descara eléctrica que recorrió toda mi columna vertebral. La
distancia entre los dos era ya casi inexistente y mi cuerpo no parecía querer
hacer nada para evitarlo.
Sin decir absolutamente nada, tiró de mi mano hacía un
cobertizo que había al otro lado del jardín.
Podía haberme resistido, decir que no e irme pero no lo hice, no sabía
si más tarde me arrepentiría pero en este punto de la noche decidí dejarme
llevar pese a no conocerlo, pese a ni siquiera saber cómo era su rostro, su
voz. Siquiera sus ojos podían revelarme
mucho.
Pese a ser un completo desconocido podía ver claramente su
ansiedad de… tenerme? su paso era seguro
y decidido algo que confirmé cuando se volvió hacía mi en mitad de camino y me
besó con ansia, tras un par de segundos de sorpresa reaccioné de la misma
manera, me sentía atraído por este desconocido. Quizá esto, el misterio que nos
rodeaba esa noche fue el desencadenante de todo.
Torpemente entramos en el cobertizo, sin apenas separarnos
el uno del otro, intentando acertar a desvestirnos mutuamente. Cuál fue mi
sorpresa, al hacer el intento de quitarle la máscara, su reacción fue apartarse
y negar con el dedo. No era justo, él me
había escuchado hablar, podía saber perfectamente quien era…¿y si me había
reconocido?, ¿no estaba siendo un irresponsable? Sentí miedo, y él debió
notarlo. Sacó de la chaqueta un lápiz y en la misma invitación escribió:
“Olvidémonos de quienes somos esta noche, seamos simplemente
tu y simplemente yo”
Me quedé mirándolo unos instantes a los ojos y terminé por
echarme sobre él, besándolo como no había hecho antes, aún besándome, noté como
sonreía. Había conseguido lo que quería y aunque yo no estaba 100% seguro
decidí dejar los arrepentimientos para el día siguiente.
Estábamos en el frío suelo del cobertizo, pero no importaba,
teníamos calor suficiente como para soportarlo. La ropa se resistía, lo que
aumentaba la excitación entre nosotros, cuanto más le costaba quitar un botón
más desesperación ponía en sus besos y caricias.
Recorrí con besos cada centímetro de su cuerpo, cuello,
abdomen, torso… conociendo su cuerpo poco a poco, sentí la necesidad de
quitarme la máscara más de una vez, pero entonces recordé las palabras de
Chanseob, “le quitará todo el encanto a la noche” ,era cierto, jamás había
tenido una relación así, ni mi mente jamás concibió como posible lo que en ese
momento estaba pasando, pero no importaba, ahora era demasiado tarde para
parar, yo no quería parar ya.
En un movimiento brusco mi “pareja de baile” cambió la
posición conmigo, quedando él encima de mí, podía notar su erección presionando
mi cadera, provocando el mismo efecto en mi, estaba muy excitado necesitaba
más, quería más y sus mordiscos sobre mi yugular multiplicaban el efecto. Bajé
la mano introduciéndola por el bóxer y comencé a masturbarlo. Su reacción no
tardó en llegar, sus gemidos despertaban los míos, ninguno de los dos estaba
dispuesto a esperar mucho más.
Me incorporé para tenerlo más cerca, para poder poseer sus
labios, su boca una vez más. Estaba ansioso, quería sentirlo más, quería
sentirlo dentro.
Sin dejar escapar un instante más, me dio la vuelta,
poniéndome de rodillas dándole la espalda. Me sentía acalorado, notaba como la
cara me ardía y mi corazón palpitaba aceleradamente. No tardó en penetrarme,
pese a la incomodidad de esto, mi cuerpo no tardó en acostumbrarse a la presión
de su miembro en mi interior, a transformar el dolor en placer. Con cada
embestida suya los gemidos de ambos aumentaban, yo intentaba reprimirme
mordiéndome el labio inferior sin éxito. El climax estaba cada vez más cerca,
cada segundo que pasaba todo era más
intenso, más rápido, él entraba y salía de mi a la vez que me masturbaba,
haciendo que perdiera los sentidos. Él llegó primero al orgasmo pero yo no
tardé mucho más, no podía más con este placer. Los dos terminamos exhaustos,
con la respiración entrecortada tumbados sobre el suelo del cobertizo. No
dijimos nada, no era necesario, pese a que cientos de preguntas martilleaban mi
cabeza, nos quedamos allí, mirándonos el uno al otro antes de quedarnos
dormidos.
La claridad del sol en los ojos fue lo que me hizo
despertar. ¿Era ya de día? Me levanté de sopetón, miré a mi alrededor, y cuál
fue el estupor que sentí al ver que no había sido un sueño, lo de anoche había
pasado, era real. Estaba aturdido y confuso, hacía frio y miles de pensamientos
intentaban buscar sentido en mi cabeza. Estaba solo, se había ido…de verdad,
¿no voy a saber quién es? Intenté buscar
alguna pista por el cobertizo y cuál fue mi sorpresa al encontrar una nota:
“This will be our dirty little secret… don’t forget it”
esta genial ! continua el fic... Xfaaaavooor ! :D
ResponderEliminarcontinúalo por favor está muy interesante, además quiero saber quien es el chico, es un SUJU o es otro idol? tengo mucha curiosidad, espero lo continues
ResponderEliminarHolaa unnie!! Me encanta el fic... Por favor continuaaaa!! Me desesperoooo~
ResponderEliminarBesos y abracitos :3
Me encanta ya kiero la contnuacn para vr s stan jnts otra vz
ResponderEliminar