viernes, 12 de octubre de 2012

LOVE WAR

- Autora: Brownie Patterson
- Twitter: @MEPP19
- Tipo: SHINee, JongTae (Jonghyun x Taemin), +18, yaoi, serial

CAPÍTULO 1



Taemin

-Jonghyun...Jonghyun...despierta o tendré que recurrir al cubo de agua helada.
Se retorció y entreabrió los ojos.
-Pero ¿qué pasa?- apenas vocalizaba.
-Hoy comemos con mis padres, ¿recuerdas? Odian que lleguemos tarde.
-¿Cuantas veces me va a decir hoy tu madre lo mal que te cuido?- ambos reímos.
Me levanté con intención de entrar en el baño y darme una ducha, estaba super cansado, pero cuando iba a abrir la puerta me agarró del brazo.
-¿No me vas a dejar darte los buenos días como Dios manda?- me rodeó la cintura con el brazo y pegó su frente a la mía.
-Hemos quedado a las dos en el restaurante nuevo que han abierto en...-me calló con un beso.
-Todavía quedan dos horas.
Me cogió y me tumbó en la cama. Me besó de nuevo. Besó cada milímetro de mi cuello, y se deshizo tanto de mi camiseta como de la suya. Pasó sus manos sobre mi torso. Se levantó, lo rodeé con las piernas y me empujó sobre la pared. Estaba fría, tirité por un segundo. Se mordió el labio, me volvía loco que lo hiciese. Me volvió a besar, cada vez con más pasión, y lo noté dentro de mí.
-Más fuerte...-dije como pude.
Me miró, sonrió y me volvió a besar. Nos fundimos en un grito mútuo, solo él sabía como darme tal placer. Ambos caímos agotados en el suelo, que estaba congelado.

Jonghyun

-¡Me pido primer en ducharme!
Taemin salió corriendo y se encerró en el baño. Parecía un niño pequeño.
-Muy bien, tú mismo, el desayuno yo no te lo hago.
-¿Desayunar tan tarde? Propio de tí.
Taemin tenía razón, todos los días me despierto tarde. Las vacaciones me agotan. Me moría de hambre, así que decidí hacerme unas tostadas. Empezó a sonar el móvil de Taemin.
-¡Cójelo tú!-me gritó desde dentro del baño-
Me costó encontrarlo, siempre lo deja por ahí tirado. Lo encontré entre las sábanas, y lo descolgué.
-¿Tae...Taemin?
-Taemin se está duchando, ¿quien eres? ... ¿hola?
Me había colgado. Su voz se me hacía demasiado familiar, pero no le di importancia.
Eché mermelada en las tostadas, y recordé que Taemin acababa de decirme que hoy comíamos con sus padres. O bueno, supongo que solo con su madre. Su padre nunca viene, pone cualquier excusa para no vernos. No tiene una buena relación con Taemin, y menos conmigo.
-¡Taemin, sal de una vez! ¡Hemos quedado en media hora!
Escuché su tropezon al salir de la ducha, abrió la puerta, estaba solo con una toalla, empapado. Le chorreaban todos y cada uno de los milímetros de su precioso cabello. Le caían gotas por el cuello, por la espalda y por el pecho. Miró el reloj.
-Eres un imbécil, todavía falta una hora.
Me reí, me encantaba meterle prisa, y me encantaba hacerle rabiar.
-Por cierto, ¿quien llamó antes?
-Ni idea, preguntó por tí y despues colgó.
-Sería una broma de Minho, siempre hace el tonto por teléfono.
Ambos reímos. Me metí en el baño para ducharme.
-Ah, una cosa -Taemin me habló impidiendo que cerrase la puerta- no te queda acondicionador.
-Morirás.
Huyó corriendo hacia la cocina, otra vez con su apariencia de niño bueno.
-¿Y mis tostadas? -preguntó, haciéndose el indignado.
-El que avisa no es traidor.
Cerré la puerta y me metí en la ducha.

Taemin

Me vestí con lo primero que encontré. Unos vaqueros y una sudadera verde, mi sudadera preferida. Me hice un café. Cogí el móvil para ver si conocía el número que me llamó. Se me hacía demasiado familiar, pero no caía en quien era. De repente llegó un mensaje. Lo abrí.
"Necesito hablar contigo, te echo de menos. Key."
Solté el móvil dejándolo caer. ¿Key? ¿Por qué? Kibum era mi ex, lo habíamos dejado hace 1 año, ¿por qué vuelve a aparecer? Me hizo mucho daño, y no quería saber nada de él. Borré el mensaje, mi vida estaba yendo demasiado bien como para que venga ese a estropearlo todo.
-¡Jonghyun, sal de una vez, que son y media!
Jonghyun salió, ya estaba vestido y arreglado, se había puesto esos pantalones blancos que tanto me gustaban, y una camiseta negra ajustada, que le quedaba genial.
-Mi pelo está perfecto con o sin acondicionador, como puedes observar.
Sonreí y le besé.
-Vamos al restaurante, que mi madre ya estará esperando, conociéndola.
Salimos de casa y me quedé parado. Había alguien sentado en un banco, en la acera de en frente. Era Key. ¿Qué hacía aquí? Me miró, miró a Jonghyun, pero yo me giré y seguí caminando, intentando evitar que Jonghyun lo viese. No se pueden ni ver, y no quería que ocurriese nada. ¿Qué haces aquí Kibum? Empecé a darle vueltas a la cabeza. No quiero que esa persona vuelva a entrar en mi vida, simplemente me niego.
Llegamos al restaurante, y ahí estaba mi madre.
-Tu padre no ha podido venir...
-Ya, tenía cosas que hacer, lo sé.
Era habitual en mi padre, no quiere ni verme.
-Jonghyun, ¿estás cuidando bien de mi hijo?
-Sí, señora.
Los tres reímos y entramos en el restaurante.
Fue una comida muy agradable, me encanta estar con mi madre, me comprende, y adora a Jonghyun. Al acabar, ella se marchó y nosotros decidimos ir a dar un paseo, dado que hacía muy buen día.
Fuimos a un parque que estaba cerca de allí. Era precioso, lleno de árboles, y con unos bancos blancos. Era muy romántico.
Jonghyun se paró de repente, su rostro cambió totalmente. Miré al frente, no podía ser, ¿Key otra vez? Se acercaba a nosotros. Jonghyun lo vio, su expresión cambió totalmente.
-¿Qué haces tú aquí?- Jonghyun estaba alterado.
-Solo quiero hablar con Taemin. -contestó Key, agarrándome del brazo.
-No me toques- le dije.
-Por favor, hablemos, a solas.
Miré a Jonghyun indicándole que todo iba a estar bien, que se sentase.
Kibum y yo nos fuimos a sentar al banco que estaba al lado del árbol más alto, donde había sombra.
-Taemin, te echo de menos, sigo queriéndote, nunca dejé de hacerlo, he vuelto a la ciudad por tí.
No dije nada, hacía un año que no nos veíamos, y seguía algo impactado por todo.
-Sé que te hice daño, pero por favor, echo de menos los días contigo, y las noches...-rió- te quiero, Taemin.
-Puedes observar que yo estoy bastante feliz con Jonghyun.
Me di media vuelta con intención de marcharme.
-Tienes mi número, por favor, llámame y quedemos para hablar.
Me fui fingiendo no haberle escuchado.
-¿Está todo bien?-preguntó Jonghyun, algo preocupado y enfadado a la vez.
-Sí, cariño, no te preocupes.
Nos marchamos a casa, estaba agotado, quería descansar.

Jonghyun

No pude dormir en toda la noche. ¿Por qué haces esto, Key? ¿Por qué vuelves a aparecer? No soy capaz de comprenderlo. Llevaba un año sin aparecer, ¿por qué ahora? Cerré el puño con fuerza, habría empezado a puñetazos con la pared si no fuese porque Taemin estaba durmiendo. Parecía un ángel. Mi ángel. Estuve toda la noche dándole vueltas a la cabeza, miré el reloj y ya eran las 8. Decidí buscar mi pantalón de chándal y mi mochila. Salí de casa en dirección al gimnasio.
-¡Eh, mirad quien está aquí!
Escuché los gritos de Minho desde la puerta. Lo había conocido hace dos años, cuando me apunté al gimnasio. Y en ese tiempo se había convertido en mi mejor amigo, en un hermano mayor para mí.
-Llevas una semana sin venir, espero que estés preparado, voy a machacarte.- ambos reímos.
Me puse a levantar pesas, me desahogaba en el gimnasio. Era el único lugar en el que podía desconectar.
-Eh, Jonghyun, para-Minho tenía cara de preocupación- ¿qué ocurre?
-Estoy bien.
Minho me conocía demasiado, eso no iba a colar.
-Me conozco de sobra esa historia de "estoy bien, no te preocupes", cuéntame. ¿Ha pasado algo con Taemin?
Cerré el puño con rabia.
-Es Key, ha vuelto.
Minho se sobresaltó, se enfadó. Le expliqué lo que había pasado el día anterior.
-Espero que no os lo volvais a cruzar, o directamente que no me lo cruce yo, por su propio bien.
Decidimos dejar ese tema y seguir centrándonos en el gimnasio.

Taemin

Me desperté, y sin abrir los ojos busqué a Jonghyun, pero solo quedaba su hueco en la cama. Eran las nueve y media, así que me resultó bastante extraño que ya se hubiese levantado, con lo dormilón que es. Me levanté, y como de costumbre tropecé con la mesilla de noche. Algún día la quemaré. Encendí la luz, Jonghyun no estaba en casa, ni él ni su mochila, habría ido al gimnasio.  Decidí hacerme el desayuno, mientras le daba vueltas a la cabeza. Miré el móvil y vi que tenía una llamada perdida, me asusté, empecé a temblar, pero fue un alivio ver que solo era del imbécil de Onew. Era mi mejor amigo desde que teníamos 4 años, me conocía mejor que nadie. Supuse que había regresado de su viaje, así que lo llamé.
-¿Onew?
-Son las 10 de la mañana, ¿se puede saber que quieres?
-Se nota que me echabas de menos, ¿qué tal el viaje?
-Bien, mucha fiesta y muchos chicos.
Rompí a carcajadas.
-Seguro que no has ligado absolutamente con ninguno.
-Cállate, ¿venís a comer a mi casa hoy?
-Iré yo solo, que tenemos que hablar de una cosita.
-Bueno, como veas, a las dos y media te quiero en la puerta de mi casa.
Afirmé, me despedí y colgué.
Fui directo a la ducha, y mi cabeza continuaba dando vueltas. Busqué mis pitillos blancos y mi camiseta amarilla de manga corta. Todavía faltaba una hora, así que decidí sentarme a ver la tele mientras tomaba un café. Me gustaba pasar tiempo solo en casa para reflexionar, sobretodo en este tipo de situaciones. Le mandé un mensaje a Jonghyun para avisar de que iba a comer en casa de Onew, y él me respondió diciendo que él tampoco comería en casa. Imagino que irá al restaurante italiano con Minho, los vuelve locos.
Cuando estaba dispuesto a relajarme, sonó el timbre. Me extrañó bastante, no solíamos recibir visitas. Me levanté, abrí la puerta y... no podía ser, era él.



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