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- Tipo: SHINee, JongTae (Jonghyun x Taemin), +18, yaoi, serial
CAPÍTULO 1
Taemin
-Jonghyun...Jonghyun...despierta
o tendré que recurrir al cubo de agua helada.
Se retorció y entreabrió
los ojos.
-Pero ¿qué pasa?- apenas
vocalizaba.
-Hoy comemos con mis
padres, ¿recuerdas? Odian que lleguemos tarde.
-¿Cuantas veces me va a
decir hoy tu madre lo mal que te cuido?- ambos reímos.
Me levanté con intención
de entrar en el baño y darme una ducha, estaba super cansado, pero cuando iba a
abrir la puerta me agarró del brazo.
-¿No me vas a dejar darte
los buenos días como Dios manda?- me rodeó la cintura con el brazo y pegó su
frente a la mía.
-Hemos quedado a las dos
en el restaurante nuevo que han abierto en...-me calló con un beso.
-Todavía quedan dos
horas.
Me cogió y me tumbó en la
cama. Me besó de nuevo. Besó cada milímetro de mi cuello, y se deshizo tanto de
mi camiseta como de la suya. Pasó sus manos sobre mi torso. Se levantó, lo
rodeé con las piernas y me empujó sobre la pared. Estaba fría, tirité por un
segundo. Se mordió el labio, me volvía loco que lo hiciese. Me volvió a besar,
cada vez con más pasión, y lo noté dentro de mí.
-Más fuerte...-dije como
pude.
Me miró, sonrió y me
volvió a besar. Nos fundimos en un grito mútuo, solo él sabía como darme tal
placer. Ambos caímos agotados en el suelo, que estaba congelado.
Jonghyun
-¡Me pido primer en
ducharme!
Taemin salió corriendo y
se encerró en el baño. Parecía un niño pequeño.
-Muy bien, tú mismo, el
desayuno yo no te lo hago.
-¿Desayunar tan tarde?
Propio de tí.
Taemin tenía razón, todos
los días me despierto tarde. Las vacaciones me agotan. Me moría de hambre, así
que decidí hacerme unas tostadas. Empezó a sonar el móvil de Taemin.
-¡Cójelo tú!-me gritó
desde dentro del baño-
Me costó encontrarlo,
siempre lo deja por ahí tirado. Lo encontré entre las sábanas, y lo descolgué.
-¿Tae...Taemin?
-Taemin se está duchando,
¿quien eres? ... ¿hola?
Me había colgado. Su voz
se me hacía demasiado familiar, pero no le di importancia.
Eché mermelada en las
tostadas, y recordé que Taemin acababa de decirme que hoy comíamos con sus
padres. O bueno, supongo que solo con su madre. Su padre nunca viene, pone
cualquier excusa para no vernos. No tiene una buena relación con Taemin, y
menos conmigo.
-¡Taemin, sal de una vez!
¡Hemos quedado en media hora!
Escuché su tropezon al
salir de la ducha, abrió la puerta, estaba solo con una toalla, empapado. Le
chorreaban todos y cada uno de los milímetros de su precioso cabello. Le caían
gotas por el cuello, por la espalda y por el pecho. Miró el reloj.
-Eres un imbécil, todavía
falta una hora.
Me reí, me encantaba
meterle prisa, y me encantaba hacerle rabiar.
-Por cierto, ¿quien llamó
antes?
-Ni idea, preguntó por tí
y despues colgó.
-Sería una broma de
Minho, siempre hace el tonto por teléfono.
Ambos reímos. Me metí en
el baño para ducharme.
-Ah, una cosa -Taemin me
habló impidiendo que cerrase la puerta- no te queda acondicionador.
-Morirás.
Huyó corriendo hacia la
cocina, otra vez con su apariencia de niño bueno.
-¿Y mis tostadas?
-preguntó, haciéndose el indignado.
-El que avisa no es
traidor.
Cerré la puerta y me metí
en la ducha.
Taemin
Me vestí con lo primero
que encontré. Unos vaqueros y una sudadera verde, mi sudadera preferida. Me
hice un café. Cogí el móvil para ver si conocía el número que me llamó. Se me
hacía demasiado familiar, pero no caía en quien era. De repente llegó un
mensaje. Lo abrí.
"Necesito hablar
contigo, te echo de menos. Key."
Solté el móvil dejándolo
caer. ¿Key? ¿Por qué? Kibum era mi ex, lo habíamos dejado hace 1 año, ¿por qué
vuelve a aparecer? Me hizo mucho daño, y no quería saber nada de él. Borré el
mensaje, mi vida estaba yendo demasiado bien como para que venga ese a estropearlo
todo.
-¡Jonghyun, sal de una
vez, que son y media!
Jonghyun salió, ya estaba
vestido y arreglado, se había puesto esos pantalones blancos que tanto me
gustaban, y una camiseta negra ajustada, que le quedaba genial.
-Mi pelo está perfecto
con o sin acondicionador, como puedes observar.
Sonreí y le besé.
-Vamos al restaurante,
que mi madre ya estará esperando, conociéndola.
Salimos de casa y me
quedé parado. Había alguien sentado en un banco, en la acera de en frente. Era
Key. ¿Qué hacía aquí? Me miró, miró a Jonghyun, pero yo me giré y seguí
caminando, intentando evitar que Jonghyun lo viese. No se pueden ni ver, y no
quería que ocurriese nada. ¿Qué haces aquí Kibum? Empecé a darle vueltas a la
cabeza. No quiero que esa persona vuelva a entrar en mi vida, simplemente me
niego.
Llegamos al restaurante,
y ahí estaba mi madre.
-Tu padre no ha podido
venir...
-Ya, tenía cosas que
hacer, lo sé.
Era habitual en mi padre,
no quiere ni verme.
-Jonghyun, ¿estás
cuidando bien de mi hijo?
-Sí, señora.
Los tres reímos y
entramos en el restaurante.
Fue una comida muy
agradable, me encanta estar con mi madre, me comprende, y adora a Jonghyun. Al
acabar, ella se marchó y nosotros decidimos ir a dar un paseo, dado que hacía
muy buen día.
Fuimos a un parque que
estaba cerca de allí. Era precioso, lleno de árboles, y con unos bancos
blancos. Era muy romántico.
Jonghyun se paró de
repente, su rostro cambió totalmente. Miré al frente, no podía ser, ¿Key otra
vez? Se acercaba a nosotros. Jonghyun lo vio, su expresión cambió totalmente.
-¿Qué haces tú aquí?-
Jonghyun estaba alterado.
-Solo quiero hablar con
Taemin. -contestó Key, agarrándome del brazo.
-No me toques- le dije.
-Por favor, hablemos, a
solas.
Miré a Jonghyun
indicándole que todo iba a estar bien, que se sentase.
Kibum y yo nos fuimos a
sentar al banco que estaba al lado del árbol más alto, donde había sombra.
-Taemin, te echo de
menos, sigo queriéndote, nunca dejé de hacerlo, he vuelto a la ciudad por tí.
No dije nada, hacía un
año que no nos veíamos, y seguía algo impactado por todo.
-Sé que te hice daño,
pero por favor, echo de menos los días contigo, y las noches...-rió- te quiero,
Taemin.
-Puedes observar que yo
estoy bastante feliz con Jonghyun.
Me di media vuelta con
intención de marcharme.
-Tienes mi número, por
favor, llámame y quedemos para hablar.
Me fui fingiendo no
haberle escuchado.
-¿Está todo
bien?-preguntó Jonghyun, algo preocupado y enfadado a la vez.
-Sí, cariño, no te
preocupes.
Nos marchamos a casa,
estaba agotado, quería descansar.
Jonghyun
No pude dormir en toda la
noche. ¿Por qué haces esto, Key? ¿Por qué vuelves a aparecer? No soy capaz de
comprenderlo. Llevaba un año sin aparecer, ¿por qué ahora? Cerré el puño con
fuerza, habría empezado a puñetazos con la pared si no fuese porque Taemin
estaba durmiendo. Parecía un ángel. Mi ángel. Estuve toda la noche dándole
vueltas a la cabeza, miré el reloj y ya eran las 8. Decidí buscar mi pantalón
de chándal y mi mochila. Salí de casa en dirección al gimnasio.
-¡Eh, mirad quien está
aquí!
Escuché los gritos de
Minho desde la puerta. Lo había conocido hace dos años, cuando me apunté al
gimnasio. Y en ese tiempo se había convertido en mi mejor amigo, en un hermano
mayor para mí.
-Llevas una semana sin
venir, espero que estés preparado, voy a machacarte.- ambos reímos.
Me puse a levantar pesas,
me desahogaba en el gimnasio. Era el único lugar en el que podía desconectar.
-Eh, Jonghyun, para-Minho
tenía cara de preocupación- ¿qué ocurre?
-Estoy bien.
Minho me conocía
demasiado, eso no iba a colar.
-Me conozco de sobra esa
historia de "estoy bien, no te preocupes", cuéntame. ¿Ha pasado algo
con Taemin?
Cerré el puño con rabia.
-Es Key, ha vuelto.
Minho se sobresaltó, se
enfadó. Le expliqué lo que había pasado el día anterior.
-Espero que no os lo volvais
a cruzar, o directamente que no me lo cruce yo, por su propio bien.
Decidimos dejar ese tema
y seguir centrándonos en el gimnasio.
Taemin
Me desperté, y sin abrir
los ojos busqué a Jonghyun, pero solo quedaba su hueco en la cama. Eran las
nueve y media, así que me resultó bastante extraño que ya se hubiese levantado,
con lo dormilón que es. Me levanté, y como de costumbre tropecé con la mesilla
de noche. Algún día la quemaré. Encendí la luz, Jonghyun no estaba en casa, ni
él ni su mochila, habría ido al gimnasio.
Decidí hacerme el desayuno, mientras le daba vueltas a la cabeza. Miré
el móvil y vi que tenía una llamada perdida, me asusté, empecé a temblar, pero
fue un alivio ver que solo era del imbécil de Onew. Era mi mejor amigo desde
que teníamos 4 años, me conocía mejor que nadie. Supuse que había regresado de
su viaje, así que lo llamé.
-¿Onew?
-Son las 10 de la mañana,
¿se puede saber que quieres?
-Se nota que me echabas
de menos, ¿qué tal el viaje?
-Bien, mucha fiesta y
muchos chicos.
Rompí a carcajadas.
-Seguro que no has ligado
absolutamente con ninguno.
-Cállate, ¿venís a comer
a mi casa hoy?
-Iré yo solo, que tenemos
que hablar de una cosita.
-Bueno, como veas, a las
dos y media te quiero en la puerta de mi casa.
Afirmé, me despedí y
colgué.
Fui directo a la ducha, y
mi cabeza continuaba dando vueltas. Busqué mis pitillos blancos y mi camiseta
amarilla de manga corta. Todavía faltaba una hora, así que decidí sentarme a
ver la tele mientras tomaba un café. Me gustaba pasar tiempo solo en casa para
reflexionar, sobretodo en este tipo de situaciones. Le mandé un mensaje a
Jonghyun para avisar de que iba a comer en casa de Onew, y él me respondió
diciendo que él tampoco comería en casa. Imagino que irá al restaurante
italiano con Minho, los vuelve locos.
Cuando estaba dispuesto a
relajarme, sonó el timbre. Me extrañó bastante, no solíamos recibir visitas. Me
levanté, abrí la puerta y... no podía ser, era él.
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