viernes, 7 de septiembre de 2012

UN GIRO INESPERADO

- Autora: Miriam

-Twitter: Miriiam_93


- Tipo: Hetero, serial, +18, multibias, idol x fan


CAPÍTULO 1: SECRETOS I


Era sábado por la mañana y los primeros rayos de sol se filtraban por mi ventana, abrí los ojos lentamente y me quede quieta mirando al techo mientras una multitud de pensamientos rondaban mi cabeza. Cuanto más lo pensaba más me parecía un sueño, ¿realmente todo lo que paso ayer no fue producto de mi imaginación?, o eso quería pensar yo, quería aferrarme a la idea de que todo lo que me había pasado era una mala jugada de mi cerebro. Cerré los ojos y respire profundamente, decidí que era hora de levantarse. Camine con pasos pesados hasta el cuarto de baño y cuando me mire al espejo me di cuenta de que definitivamente lo de ayer había pasado, mis ojos hinchados me delataban. Sin poder remediarlo lo sucedido el día anterior volvía a mi mente como si me estuviera pasando de nuevo. Volví a cerrar los ojos para contener las lágrimas, no definitivamente no iba a llorar de nuevo.
*Flashback*

El día anterior.

Andaba tranquilamente por las calles de mi ciudad, con los cascos puestos dejando que la música retumbara en mis oídos mientras tarareaba esas canciones que tantas veces había escuchado, rumbo a mi casa después de haber ido a hacer algún que otro recado a mi madre ya que ahora no estaba estudiando ni trabajando. Llegué a mi casa y solté los mandados en la cocina.

- Gracias- dijo mi madre mientras me sonría, la verdad es que no me acostumbraba a sus muestras de cariño, sé que me quiere pero es una persona que como yo no lo demuestra.

- De nada- contesté.

Tan rápido como pude subí las escaleras a mi habitación, era el único sitio donde me sentía más segura y a gusto. Encendí mi ordenador y puse algo de música, como de costumbre a un volumen demasiado alto para el gusto de mi madre, y me tire en la cama aun con la ropa puesta.

- Nena, venga la comida está en la mesa.- abrí los ojos lentamente y me encontré a mi madre mirándome, me había quedado dormida y ni me había dado cuenta.

- Voy.- dije aun adormilada. 

Tan pronto mi madre salió de mi cuarto me levante y apague la música que seguía encendida pero a un volumen casi inaudible. Baje las escaleras con cuidado ya que todavía estaba algo dormida y entre en la cocina. El almuerzo paso como muchos otros días, mi madre discutía de cualquier cosa con mi hermano mientras el asentía sin enterarse de nada, yo por mi parte pensaba en mis cosas sin prestar atención a ninguno de los dos. Cuando terminé ayude a mi madre a recoger la cocina. Luego me fui al salón para ver si había algo en la televisión que valiera la pena ver, me senté y comencé a hacer zapping hasta llegar a un canal donde estaban echando una película que no había visto.


Pasaron 2 horas y la película estaba a punto de terminar, mire a mi madre que se había sentado al lado mía cuando acabo de hacer algunas cosas y no pude evitar soltar una pequeña risa al ver como las lagrimas salían de su ojos como si fueran cascadas, de verdad nunca entenderé como puede hacerla llorar este tipo de películas. 

De repente la puerta se abrió y apareció mi padre, acababa de llegar después de un día duro de trabajo.

- Hola papa.- dije mientras una sonrisa se dibujaba en mi cara.

-Hola.- respondió. Cuando note el tono serio de su contestación me asuste, algo grande había sucedido ya que mi padre es con el único de la familia con el que me entiendo bien y a él es al único que muestro cariño, aunque quiero a los demás de la misma forma.

Iba a preguntarle que le pasaba cuando me pidió que me fuera a mi habitación, así no era como el actuaba conmigo, contuve las lagrimas mientras no paraba de darle vueltas a la cabeza pensando en algo que hubiera hecho para enfadarlo de esa forma, subí las escaleras a mi habitación tal y como él me había pedido. Mientras subía pude escuchar un poco de la conversación.

- Pero, pero...- mi madre repetía eso una y otra vez entre sollozos y yo cada vez entendía menos todo lo que estaba pasando, sentía la necesidad de volver al salón y abrazarla.

- Cariño, sabíamos que esto pasaría tarde o temprano... En realidad hemos tenido un año para decírselo y para mentalizarnos, pero...- ¿Un año?... Para decirle ¿A quién? ¿A mí? ¿Qué tenían que decirme? ¿Qué era lo que me habían ocultado? Cuanto más lo pensaba más me dolía la cabeza. 

Había acabado de subir todos los escalones y ya no podía escuchar nada más. Una parte de mi quería que bajara y pidiera explicaciones, la otra no quería por miedo a todo lo que pudieran contarme. Me tumbe en la cama a pensar en miles de posibilidades, pero ninguna me parecía la correcta, al rato alguien llamo a mi puerta...

No hay comentarios:

Publicar un comentario