lunes, 1 de julio de 2013

TE AMO, ¿LO SABÍAS?

- Autora: Mireia

- Twitter: @mireietafoj3


- Tipo: Super Junior, yaoi, +18, EunHae (Eunhyuk x Donghae), oneshot, lemon



Era tarde, y llovía, a cántaros. Salí del edificio y me encontré delante de calles empapadas de la lluvia que caía del cielo nocturno. Suspiré y empecé a correr para evitar demasiado contacto bajo la lluvia. Deseé llegar pronto a mi casa, apartada de la ciudad. Miré mi reloj, las 9.24pm. Aún estaba a tiempo de coger el último autobús de la noche. Miré en varias direcciones hasta encontrar una parada donde casualmente pasaba mi autobús. Agradecí a los dioses por aquella parada y me situé debajo de ella. Cerré los ojos, y dejé de notar agua cayendo sobre mí.
Eunhyuk: Podrías haberme esperado, ¿no crees? - oí que decían a mi lado. Abrí los ojos, y me encontré a su lado, al lado de ese chico que tanto me había torturado tiempo atrás con su gran mirada y sonrisa - Vivimos en el mismo edificio, podemos volver juntos - y sonrió, de aquella forma tan infantil que me vuelve tan loco.
Donghae: Podemos... - y nos pusimos en marcha, debajo de su paraguas amarillo.
La lluvia no me importaba tanto, incluso la alababa interiormente, por haber hecho que fuéramos juntos hasta casa. Las calles estaban ya algo vacías. La poca gente que estaba iba corriendo para llegar pronto a casa, pues iban sin paraguas. Notaba que me hablaba constantemente, pero yo estaba tan contento solo por el hecho de estar debajo del mismo paraguas que él, que ni siquiera prestaba atención a sus palabras.
Eunhyuk: Ah, Donghae - desperté y empecé a darme cuenta de sus palabras - Te dejaste esto en la sala de reuniones - dirigí mi mirada a su mano, que empezó a desplazarse a su bolsa. Sacó un cuaderno. Me sorprendí mucho al ver de qué cuaderno se trataba. ¿Cómo había sido posible que me dejara ese cuaderno, ese precisamente, donde yo escribía... cosas? Desde hacía tiempo escribía historias relatando actos sexuales. Siempre lo escribía en mis ratos libres. Al ver esa libreta en sus manos... todos mis temores se cruzaron por mi cabeza.
Eunhyuk: He leído tres o cuatro, y tengo que decir que, a pesar de ser una temática... extraña, están muy bien relatados - y finalizó su frase con una sonrisa, no tan infantil como la primera que me había hecho cuando me había encontrado debajo de la parada del autobús, pero igual de bonita.
Mis temores confirmados. Sentí mis ojos desorbitados al oír esas palabras. Ha leído un acto sexual relatado por mí. Pero también me sentí feliz. Me había dicho, si mis oídos no me habían jugado una mala pasada, que estaban bien relatados. Con esas pocas palabras yo ya era feliz.
Llegamos pronto a nuestros apartamentos. Él se detuvo ante su puerta, le agradecí el que me hubiera acompañado hasta aquí debajo su paraguas, y me dirigí a mi puerta, justo a su lado. Busqué las llaves lentamente, y cuando las encontré, levanté el rostro para verle por última vez. Este último acto no debería haberlo hecho, nunca. Estaba allí, justo delante mío, tan cerca que podía sentir su respiración en mi cara. Me impactó la situación, y retrocedí un par de pasos.
Eunhyuk: ¿Podría dormir hoy en tu casa? Me he dejado las llaves en la oficina.
“¿Tienes tiempo para recoger mi cuaderno, pero no de recoger tus llaves?”, quería decirle, pero... saber que dormiremos en la misma casa una noche... me ilusionó, no sé por qué.
Donghae: Claro, puedes quedarte todo el tiempo que quieras... - sentí que las mejillas me ardían cuando me sonrió para agradecérmelo.
Abrí la puerta de mi casa. Pedí perdón por el desorden que tenía la casa en general. Él simplemente me dijo que no pasaba nada, que su casa estaba mucho peor. Me pidió educadamente un café cargado.
Donghae: Pero si ahora te vas a dormir, ¿por qué tanta cafeína? - pregunté intrigado.
Eunhyuk: ¿Quién dice que vaya a dormir? - contestó, demasiado sensual. Giré mi rostro en seguida y fui directo a la cocina. Preparé un café bastante cargado para mi gusto, pero si él lo quería así, ¿quién soy yo para cuestionarlo? Se lo llevé al sofá, donde estaba sentado.
Eunhyuk: Gracias - y le dio un sorbo. Yo me pregunté cómo se podía beber un brebaje tan fuerte y tan cargado. Incluso sentí asco. Se lo terminó pronto y yo me encerré en mi habitación para ponerme el pijama. Solamente me había quitado la camiseta cuando vi que entraba en mi habitación. Pensé en taparme, pero entonces se notarían demasiado mis sentimientos.
Donghae: ¿Qué haces aquí? - me di cuenta que había sido demasiado brusco.
Miré su cara antes de que todo su cuerpo empezara a acercarse a mí. Su rostro demasiado sensual, me estaba provocando demasiado.
Eunhyuk: Hoy cumpliré tu sueño... - dijo, antes de besarme, un beso ardiente. Cuando nos separamos, oí un gemido salir de sus labios. Y, quizás, también de los míos.
Donghae: ¿A qué... a qué sueño te refieres? - noté mi voz jadeante.
Eunhyuk: A ese... - dijo, señalando mi cuaderno, antes de volver a besarme, esta vez más tiernamente. Abrí los ojos de golpe: mi cuaderno. En un tiempo de locura escribí un acto sexual entre nosotros dos. Dios, lo había leído... estaba muerto. Se separó de mí, y noté que me empujaba suavemente a la cama. Cuando me di cuenta de sus actos, ya era tarde. Tropecé con las patas de la cama, y me caí, quedando tumbado hacia arriba. Le ví acercarse a mí, y antes de que se pusiera encima mío, me levanté y me senté en el lado opuesto de la cama.
Donghae: No puedo hacerlo... no es que no tenga ganas o tenga miedo... - miedo quizás sí, que tenía - es que el relato que has leído es un sueño que tuve hace tiempo, y como no me podía librar de él decidí escribirlo. Que en el pasado escribiera eso, no significa que me gustes... - siento la cama ceder por su peso. Unos cuantos cabellos suyos se posan en mi cuello. Me hicieron un poco de cosquillas, pero intenté aguantar.
Eunhyuk: Que lástima, que no te guste... - dijo, con aquella voz tan provocadora - porque tú sí que me gustas, a mí... - y eso fue la bomba que estalló dentro de mí. Me giré para ver su rostro, pero no me pude resistir. Sus labios estaban demasiado cerca de los míos, y los necesitaba. Le besé, con toda la pasión que llevaba siendo acumulada dentro de mí. Giré mi cuerpo teniendo todavía mis labios pegados a los suyos. Poco a poco, conseguí tumbarlo, situandome yo encima. Mi corazón iba a mil por hora. ¿Lo estaba haciendo con él? Jamás pensé que lo haría. Torpemente, le desabroché botón a botón su camisa. Cuando por fin la tenía desabrochada, pasé suavemente mis dedos por encima de su torso trabajado. Lo oí gemir, y supe que tenía que continuar. Bajé mi rostro y empecé a besar su torso. Sus gemidos aumentaron, y solo paré mis besos cuando me encontré con su pantalón en medio. Levanté mi rostro y gemí, o al menos, eso creo que hice.
Donghae: Tus pantalones me molestan... - dije, todavía notando algunos gemidos saliendo de mis labios.
Eunhyuk: Solo tienes que quitármelos... - dijo, un segundo antes de besarme mientras sus manos acariciaban mi torso.
Mi corazón se aceleró. ¿Quitarle los pantalones? Sí, era lo que más deseaba. Pero los nervios se apoderaron de mí, y mis manos se movían torpemente. Oí una risa salir de su boca, y en cuestión de segundos era yo el que me encontraba debajo.
Donghae: ¿Qué... qué haces? - dije, inocentemente.
Eunhyuk: Vas demasiado lento - dijo, con una sonrisa en su rostro - te necesito, y ya - dijo, antes de empezar a besar mi cuello. Había intentado aguantarme, pero aquel gesto me estremeció, y los gemidos que había intentado reprimir empezaron a salir todos. Dejó los besos y empezó a lamerme la nuca, haciendo que soltara más gemidos aún. Mis manos paseaban por su nuca, y las suyas por mi torso.
Eunhyuk: Me gustas... - dijo, acercando sus labios a mi oído izquierdo. Me estremecí, tanto por sus palabras como por su contacto conmigo. Su mano empezaba a desabrochar el botón de mis pantalones. Fácilmente se deshizo de ellos, al igual que de mis calzoncillos. Estaba completamente desnudo, ante él.
Donghae: No es justo... tú todavía llevas los pantalones puestos... - dije como pude.
Vi que iba a quitárselos, pero quería ser yo quién se los quitara, así que aparté su mano rápidamente y empecé desabrochando el botón. Volví a mover mis manos torpemente, pero esta vez conseguí mi propósito pronto, y ambos estábamos desnudos. Me sentía inquieto, nunca antes había estado en esta situación, pero también era cierto que quería llegar a estarlo alguna vez. Su mirada, demasiado provocadora, me intimidaba. En seguida me sentí de nuevo incómodo ante su presencia. Estábamos de rodillas, mirándonos. El silencio cada vez era más incómodo, y sin pensarlo, le agarré de la nuca y acerqué su cara a mis labios, húmedos y calientes. ¿Apasionado? Sí, podría describir ese beso así. Separé dos milímetros mis labios cuando su lengua atrapó la mía, haciendo que nuestros labios volvieran a unirse. Antes había sido el turno de los labios, ahora era el turno de nuestras lenguas. Paseaba la mía por su cavidad bucal, con un ligero toque de café, el café tan cargado que se había tomado antes. Su lengua, húmeda y traviesa jugaba dentro de mi boca. Ambos estábamos en un juego constante con la boca y la lengua del otro. La suya chocó con la mía, y sentí un gran escalofrío recorrerme la espalda. Bueno, y también un ligero aumento de tamaño de mi miembro. Ví una sonrisa en su rostro, así que interpreté que eso significaba que se había dado cuenta. Vi su mano moverse hacia abajo, y el placer que sentí cuando me acarició el miembro es imposible de explicar. Gemí, pero, ¿qué otra cosa podía hacer? Nunca pensé que haría eso, y lo que nunca creí es que sería con él, precisamente él. Su mano empezó masajeando mi miembro, primero con caricias suaves, tiernas, mientras sus labios besaban mi cuello. Mis gemidos aumentaron. Seguía “masajeandome” mientras que con la otra mano me acariciaba el torso y mis pezones, ya duros.
Eunhyuk: Te... amo... - oí que decía entre gemidos. Sus gemidos eran música celestial para mí.
Cuando dijo eso, me desplomé. Me caí hacia arriba y él se situó encima mío. Aunque ahora ya estaba más tranquilo, más suelto, estar en aquella posición me ponía nervioso. Nunca antes había hecho una cosa así, y ahora... Su mano había empezado a moverse más rápido. Sonrió maliciosamente antes de ver cómo su rostro empezaba a bajar por mi torso, lamiendo cada trocito carnal posible. Un gemido tierno, antes de sentir su lengua lamiendo la punta de mi miembro. Sus ojos estaban clavados en los míos, y eso era lo que más me intimidaba de todo: saber que me estaba lamiendo mi miembro mientras me observaba. ¿Y qué se supone que tendría que hacer? ¿Gemir? ¿Callar? ¿Observar?
Eunhyuk: ¿Sigo? - dijo, y sin dejarme contestar, se metió todo el miembro en su boca.
Sí, lo que me tocaba hacer era gemir, de tanto placer que sentía en ese momento. Callar sería imposible. Quería hacerle saber que aquello que me estaba haciendo me encantaba... Su lengua saboreaba cada trocito posible de mi miembro. Y yo, inconscientemente, coloqué mi mano en su nuca, y le empecé a indicar la velocidad, primero baja. Pero me encantaba, y a pesar de que no quería que nunca terminara, empecé a mover mi mano más rápidamente para que su boca también lo hiciera.
Donghae: Creo... Eunhyuk, ya no... ya no puedo más... Ah... - gemía por todo el placer, y me corrí dentro de su boca. Oí un gemido suyo, tal vez por sentir ese líquido blanco correr por su garganta.
Levantó su cabeza y me besó tiernamente, dulcemente. Seguramente quería que yo también probara ese sabor que jamás había saboreado. Cogió mi mano y la colocó encima de su miembro, demasiado excitado por toda la situación.
Eunhyuk: ¿Sabes qué es esto lo que ocurre siempre que te veo? - no me esperaba aquello. Esa frase... Le miré sorprendido y me besó suavemente. Me acariciaba la mejilla, y cuando nuestros labios se separaron, metió despacio tres dedos dentro de mi boca.
Eunhyuk: Lamelos... - dijo, con una sonrisa traviesa.
Obedecí, sin más. Los sacaba y los volvía a meter, salivando cada trozo de dedos. Pasaba la lengua por todas partes, hasta que él decidió sacarlos. Un poco rudamente, me giró, y quedé hacia abajo. Empezó acariciando mis nalgas con suavidad, y sin previo aviso, introdujo un dedo dentro de mí.
Donghae: ¡AH! - sentí un dolor inmediato, pero él procuró moverse suavemente, y el dolor inicial se convirtió en placer, un placer que no quería que terminara jamás. Giré un poco mi cabeza para conseguir verle un poco - Sigue... quiero... quiero más...
Ví una sonrisa en sus labios, e introdujo un segundo dedo. Aunque me hizo daño igualmente, esta vez el dolor fue menor. Y después de un par de sacudidas más, llegó el tercer dedo, esta vez sin dolor. Solo placer.
Eunhyuk: ¿Listo?
Sí, quizás desde hace demasiado tiempo. Esperaba el momento desde que lo conocí, y ahora se estaba alargando demasiado. Quería sentirlo dentro, quería su choque contra mi cuerpo cada vez que diera una embestida, quería...
Eunhyuk: Allá voy... - dijo, y despacio y con cuidado, metió su miembro dentro de mí. El dolor que sentí cuando me metió un dedo no se podía comparar al dolor que sentí en ese momento. Pero con un par de embestidas suaves conseguí sentir un placer inmenso, enorme. Cada vez que me embestía, nuestros cuerpos chocaban, y ese contacto me hacía gritar, gemir... Su velocidad aumentaba: sabía que pronto iba a correrse.
Eunhyuk: Estoy... a punto... - y nada más terminar sus palabras, su líquido se vertió, llenándome entero por dentro. Un gemido, por parte de ambos, indicó que todo el placer ya había terminado. Se tumbó encima mío, hacia abajo. Me acariciaba el cabello, y me dio un suave y tierno beso en mi mejilla.
Eunhyuk: Te amo, ¿lo sabías? - dijo, se quitó de encima mío, y se tumbó a mi lado. Así podíamos ver la cara del otro - Y si hace falta, te lo diré cada día, ¿entendido?
Sonreí. El amor de mi vida me amaba. Me acariciaba el rostro y sonrió.

Donghae: Yo también... - y cerré los ojos. Sentí sus brazos abrazarme - Te amo...

5 comentarios: