- Twitter: @mireietafoj3
- Tipo: Super Junior, yaoi, +18, EunHae (Eunhyuk x Donghae), oneshot, lemon
Era tarde, y llovía, a cántaros. Salí del edificio y me encontré
delante de calles empapadas de la lluvia que caía del cielo nocturno. Suspiré y
empecé a correr para evitar demasiado contacto bajo la lluvia. Deseé llegar
pronto a mi casa, apartada de la ciudad. Miré mi reloj, las 9.24pm. Aún estaba
a tiempo de coger el último autobús de la noche. Miré en varias direcciones
hasta encontrar una parada donde casualmente pasaba mi autobús. Agradecí a los
dioses por aquella parada y me situé debajo de ella. Cerré los ojos, y dejé de
notar agua cayendo sobre mí.
Eunhyuk: Podrías haberme esperado, ¿no crees? -
oí que decían a mi lado. Abrí los ojos, y me encontré a su lado, al lado de ese
chico que tanto me había torturado tiempo atrás con su gran mirada y sonrisa -
Vivimos en el mismo edificio, podemos volver juntos - y sonrió, de aquella
forma tan infantil que me vuelve tan loco.
Donghae: Podemos... - y nos pusimos en marcha,
debajo de su paraguas amarillo.
La lluvia no me importaba tanto, incluso la
alababa interiormente, por haber hecho que fuéramos juntos hasta casa. Las
calles estaban ya algo vacías. La poca gente que estaba iba corriendo para
llegar pronto a casa, pues iban sin paraguas. Notaba que me hablaba
constantemente, pero yo estaba tan contento solo por el hecho de estar debajo
del mismo paraguas que él, que ni siquiera prestaba atención a sus palabras.
Eunhyuk: Ah, Donghae - desperté y empecé a darme
cuenta de sus palabras - Te dejaste esto en la sala de reuniones - dirigí mi
mirada a su mano, que empezó a desplazarse a su bolsa. Sacó un cuaderno. Me
sorprendí mucho al ver de qué cuaderno se trataba. ¿Cómo había sido posible que
me dejara ese cuaderno, ese precisamente, donde yo escribía... cosas? Desde
hacía tiempo escribía historias relatando actos sexuales. Siempre lo escribía
en mis ratos libres. Al ver esa libreta en sus manos... todos mis temores se
cruzaron por mi cabeza.
Eunhyuk: He leído tres o cuatro, y tengo que
decir que, a pesar de ser una temática... extraña, están muy bien relatados - y
finalizó su frase con una sonrisa, no tan infantil como la primera que me había
hecho cuando me había encontrado debajo de la parada del autobús, pero igual de
bonita.
Mis temores confirmados. Sentí mis ojos
desorbitados al oír esas palabras. Ha leído un acto sexual relatado por mí.
Pero también me sentí feliz. Me había dicho, si mis oídos no me habían jugado
una mala pasada, que estaban bien relatados. Con esas pocas palabras yo ya era
feliz.
Llegamos pronto a nuestros apartamentos. Él se
detuvo ante su puerta, le agradecí el que me hubiera acompañado hasta aquí
debajo su paraguas, y me dirigí a mi puerta, justo a su lado. Busqué las llaves
lentamente, y cuando las encontré, levanté el rostro para verle por última vez.
Este último acto no debería haberlo hecho, nunca. Estaba allí, justo delante
mío, tan cerca que podía sentir su respiración en mi cara. Me impactó la
situación, y retrocedí un par de pasos.
Eunhyuk: ¿Podría dormir hoy en tu casa? Me he
dejado las llaves en la oficina.
“¿Tienes tiempo para recoger mi cuaderno, pero no
de recoger tus llaves?”, quería decirle, pero... saber que dormiremos en la
misma casa una noche... me ilusionó, no sé por qué.
Donghae: Claro, puedes quedarte todo el tiempo
que quieras... - sentí que las mejillas me ardían cuando me sonrió para
agradecérmelo.
Abrí la puerta de mi casa. Pedí perdón por el desorden
que tenía la casa en general. Él simplemente me dijo que no pasaba nada, que su
casa estaba mucho peor. Me pidió educadamente un café cargado.
Donghae: Pero si ahora te vas a dormir, ¿por qué
tanta cafeína? - pregunté intrigado.
Eunhyuk: ¿Quién dice que vaya a dormir? -
contestó, demasiado sensual. Giré mi rostro en seguida y fui directo a la
cocina. Preparé un café bastante cargado para mi gusto, pero si él lo quería
así, ¿quién soy yo para cuestionarlo? Se lo llevé al sofá, donde estaba sentado.
Eunhyuk: Gracias - y le dio un sorbo. Yo me
pregunté cómo se podía beber un brebaje tan fuerte y tan cargado. Incluso sentí
asco. Se lo terminó pronto y yo me encerré en mi habitación para ponerme el
pijama. Solamente me había quitado la camiseta cuando vi que entraba en mi
habitación. Pensé en taparme, pero entonces se notarían demasiado mis
sentimientos.
Donghae: ¿Qué haces aquí? - me di cuenta que
había sido demasiado brusco.
Miré su cara antes de que todo su cuerpo empezara
a acercarse a mí. Su rostro demasiado sensual, me estaba provocando demasiado.
Eunhyuk: Hoy cumpliré tu sueño... - dijo, antes
de besarme, un beso ardiente. Cuando nos separamos, oí un gemido salir de sus
labios. Y, quizás, también de los míos.
Donghae: ¿A qué... a qué sueño te refieres? -
noté mi voz jadeante.
Eunhyuk: A ese... - dijo, señalando mi cuaderno,
antes de volver a besarme, esta vez más tiernamente. Abrí los ojos de golpe: mi
cuaderno. En un tiempo de locura escribí un acto sexual entre nosotros dos.
Dios, lo había leído... estaba muerto. Se separó de mí, y noté que me empujaba
suavemente a la cama. Cuando me di cuenta de sus actos, ya era tarde. Tropecé
con las patas de la cama, y me caí, quedando tumbado hacia arriba. Le ví
acercarse a mí, y antes de que se pusiera encima mío, me levanté y me senté en
el lado opuesto de la cama.
Donghae: No puedo hacerlo... no es que no tenga
ganas o tenga miedo... - miedo quizás sí, que tenía - es que el relato que has
leído es un sueño que tuve hace tiempo, y como no me podía librar de él decidí
escribirlo. Que en el pasado escribiera eso, no significa que me gustes... -
siento la cama ceder por su peso. Unos cuantos cabellos suyos se posan en mi
cuello. Me hicieron un poco de cosquillas, pero intenté aguantar.
Eunhyuk: Que lástima, que no te guste... - dijo,
con aquella voz tan provocadora - porque tú sí que me gustas, a mí... - y eso
fue la bomba que estalló dentro de mí. Me giré para ver su rostro, pero no me
pude resistir. Sus labios estaban demasiado cerca de los míos, y los necesitaba.
Le besé, con toda la pasión que llevaba siendo acumulada dentro de mí. Giré mi
cuerpo teniendo todavía mis labios pegados a los suyos. Poco a poco, conseguí
tumbarlo, situandome yo encima. Mi corazón iba a mil por hora. ¿Lo estaba
haciendo con él? Jamás pensé que lo haría. Torpemente, le desabroché botón a
botón su camisa. Cuando por fin la tenía desabrochada, pasé suavemente mis
dedos por encima de su torso trabajado. Lo oí gemir, y supe que tenía que
continuar. Bajé mi rostro y empecé a besar su torso. Sus gemidos aumentaron, y
solo paré mis besos cuando me encontré con su pantalón en medio. Levanté mi
rostro y gemí, o al menos, eso creo que hice.
Donghae: Tus pantalones me molestan... - dije,
todavía notando algunos gemidos saliendo de mis labios.
Eunhyuk: Solo tienes que quitármelos... - dijo,
un segundo antes de besarme mientras sus manos acariciaban mi torso.
Mi corazón se aceleró. ¿Quitarle los pantalones?
Sí, era lo que más deseaba. Pero los nervios se apoderaron de mí, y mis manos
se movían torpemente. Oí una risa salir de su boca, y en cuestión de segundos
era yo el que me encontraba debajo.
Donghae: ¿Qué... qué haces? - dije,
inocentemente.
Eunhyuk: Vas demasiado lento - dijo, con una
sonrisa en su rostro - te necesito, y ya - dijo, antes de empezar a besar mi
cuello. Había intentado aguantarme, pero aquel gesto me estremeció, y los
gemidos que había intentado reprimir empezaron a salir todos. Dejó los besos y
empezó a lamerme la nuca, haciendo que soltara más gemidos aún. Mis manos
paseaban por su nuca, y las suyas por mi torso.
Eunhyuk: Me gustas... - dijo, acercando sus
labios a mi oído izquierdo. Me estremecí, tanto por sus palabras como por su
contacto conmigo. Su mano empezaba a desabrochar el botón de mis pantalones.
Fácilmente se deshizo de ellos, al igual que de mis calzoncillos. Estaba
completamente desnudo, ante él.
Donghae: No es justo... tú todavía llevas los
pantalones puestos... - dije como pude.
Vi que iba a quitárselos, pero quería ser yo
quién se los quitara, así que aparté su mano rápidamente y empecé desabrochando
el botón. Volví a mover mis manos torpemente, pero esta vez conseguí mi
propósito pronto, y ambos estábamos desnudos. Me sentía inquieto, nunca antes
había estado en esta situación, pero también era cierto que quería llegar a
estarlo alguna vez. Su mirada, demasiado provocadora, me intimidaba. En seguida
me sentí de nuevo incómodo ante su presencia. Estábamos de rodillas,
mirándonos. El silencio cada vez era más incómodo, y sin pensarlo, le agarré de
la nuca y acerqué su cara a mis labios, húmedos y calientes. ¿Apasionado? Sí,
podría describir ese beso así. Separé dos milímetros mis labios cuando su
lengua atrapó la mía, haciendo que nuestros labios volvieran a unirse. Antes
había sido el turno de los labios, ahora era el turno de nuestras lenguas.
Paseaba la mía por su cavidad bucal, con un ligero toque de café, el café tan
cargado que se había tomado antes. Su lengua, húmeda y traviesa jugaba dentro
de mi boca. Ambos estábamos en un juego constante con la boca y la lengua del
otro. La suya chocó con la mía, y sentí un gran escalofrío recorrerme la
espalda. Bueno, y también un ligero aumento de tamaño de mi miembro. Ví una
sonrisa en su rostro, así que interpreté que eso significaba que se había dado
cuenta. Vi su mano moverse hacia abajo, y el placer que sentí cuando me
acarició el miembro es imposible de explicar. Gemí, pero, ¿qué otra cosa podía
hacer? Nunca pensé que haría eso, y lo que nunca creí es que sería con él,
precisamente él. Su mano empezó masajeando mi miembro, primero con caricias
suaves, tiernas, mientras sus labios besaban mi cuello. Mis gemidos aumentaron.
Seguía “masajeandome” mientras que con la otra mano me acariciaba el torso y
mis pezones, ya duros.
Eunhyuk: Te... amo... - oí que decía entre
gemidos. Sus gemidos eran música celestial para mí.
Cuando dijo eso, me desplomé. Me caí hacia arriba
y él se situó encima mío. Aunque ahora ya estaba más tranquilo, más suelto,
estar en aquella posición me ponía nervioso. Nunca antes había hecho una cosa
así, y ahora... Su mano había empezado a moverse más rápido. Sonrió
maliciosamente antes de ver cómo su rostro empezaba a bajar por mi torso,
lamiendo cada trocito carnal posible. Un gemido tierno, antes de sentir su
lengua lamiendo la punta de mi miembro. Sus ojos estaban clavados en los míos,
y eso era lo que más me intimidaba de todo: saber que me estaba lamiendo mi
miembro mientras me observaba. ¿Y qué se supone que tendría que hacer? ¿Gemir?
¿Callar? ¿Observar?
Eunhyuk: ¿Sigo? - dijo, y sin dejarme contestar,
se metió todo el miembro en su boca.
Sí, lo que me tocaba hacer era gemir, de tanto
placer que sentía en ese momento. Callar sería imposible. Quería hacerle saber
que aquello que me estaba haciendo me encantaba... Su lengua saboreaba cada
trocito posible de mi miembro. Y yo, inconscientemente, coloqué mi mano en su
nuca, y le empecé a indicar la velocidad, primero baja. Pero me encantaba, y a
pesar de que no quería que nunca terminara, empecé a mover mi mano más
rápidamente para que su boca también lo hiciera.
Donghae: Creo... Eunhyuk, ya no... ya no puedo
más... Ah... - gemía por todo el placer, y me corrí dentro de su boca. Oí un
gemido suyo, tal vez por sentir ese líquido blanco correr por su garganta.
Levantó su cabeza y me besó tiernamente,
dulcemente. Seguramente quería que yo también probara ese sabor que jamás había
saboreado. Cogió mi mano y la colocó encima de su miembro, demasiado excitado
por toda la situación.
Eunhyuk: ¿Sabes qué es esto lo que ocurre siempre
que te veo? - no me esperaba aquello. Esa frase... Le miré sorprendido y me
besó suavemente. Me acariciaba la mejilla, y cuando nuestros labios se
separaron, metió despacio tres dedos dentro de mi boca.
Eunhyuk: Lamelos... - dijo, con una sonrisa
traviesa.
Obedecí, sin más. Los sacaba y los volvía a
meter, salivando cada trozo de dedos. Pasaba la lengua por todas partes, hasta
que él decidió sacarlos. Un poco rudamente, me giró, y quedé hacia abajo.
Empezó acariciando mis nalgas con suavidad, y sin previo aviso, introdujo un
dedo dentro de mí.
Donghae: ¡AH! - sentí un dolor inmediato, pero él
procuró moverse suavemente, y el dolor inicial se convirtió en placer, un
placer que no quería que terminara jamás. Giré un poco mi cabeza para conseguir
verle un poco - Sigue... quiero... quiero más...
Ví una sonrisa en sus labios, e introdujo un
segundo dedo. Aunque me hizo daño igualmente, esta vez el dolor fue menor. Y
después de un par de sacudidas más, llegó el tercer dedo, esta vez sin dolor.
Solo placer.
Eunhyuk: ¿Listo?
Sí, quizás desde hace demasiado tiempo. Esperaba
el momento desde que lo conocí, y ahora se estaba alargando demasiado. Quería
sentirlo dentro, quería su choque contra mi cuerpo cada vez que diera una
embestida, quería...
Eunhyuk: Allá voy... - dijo, y despacio y con
cuidado, metió su miembro dentro de mí. El dolor que sentí cuando me metió un
dedo no se podía comparar al dolor que sentí en ese momento. Pero con un par de
embestidas suaves conseguí sentir un placer inmenso, enorme. Cada vez que me
embestía, nuestros cuerpos chocaban, y ese contacto me hacía gritar, gemir...
Su velocidad aumentaba: sabía que pronto iba a correrse.
Eunhyuk: Estoy... a punto... - y nada más
terminar sus palabras, su líquido se vertió, llenándome entero por dentro. Un
gemido, por parte de ambos, indicó que todo el placer ya había terminado. Se
tumbó encima mío, hacia abajo. Me acariciaba el cabello, y me dio un suave y
tierno beso en mi mejilla.
Eunhyuk: Te amo, ¿lo sabías? - dijo, se quitó de
encima mío, y se tumbó a mi lado. Así podíamos ver la cara del otro - Y si hace
falta, te lo diré cada día, ¿entendido?
Sonreí. El amor de mi vida me amaba. Me
acariciaba el rostro y sonrió.
Donghae: Yo también... - y cerré los ojos. Sentí
sus brazos abrazarme - Te amo...
wow me encanto orgasmo mode on wow wow wow
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarha sido tan bonito.. casi lloro con el final..
ResponderEliminarque bonito hae me encanto el final
ResponderEliminarContinuala <3 .
ResponderEliminar