- Twitter: @TsukiiNeko
- Tipo: SHINee, Minho x fan, hetero, menores 18, serial
INTRODUCCIÓN
La pareja de la que va a tratar
el fic es sobre Jay una chica que harta de cambiar de lugar (país, instituto…etc)
es enviada por su padre a Corea (Seúl) porque ellos(sus padres) están demasiado
ocupados trabajando y pasándolo bien, la pobre Jay está tan aborrecida de
cambiar cada dos por tres de lugar que ya ni se molesta en hacer amigos, allí
conoce a Minho, un chico bueno en todo(deportes, bailando, estudios), hasta
tenía lo que se tenía que tener para ser popular, belleza y perfección, al
principio no se llevan muy bien pero poco a poco los dos se van acercando el
uno al otro. Por otro lado aparece Sacha, la ‘’amiga’’ de Jay, lo pongo entre
comillas porque tiene una historia con Minho, que hará dudar el amor que tiene
Jay hacia él, también se descubrirá el pasado de Minho (personas que interferirán
en su vida) y que hará que se replantee muchas cosas. Pero también pasan cosas
interesantes en la vida de Jay, aparecerá un chico misterioso, y el padre de
Jay la querrá cambiar de destino otra vez. Hay muchas preguntas que hacerse.
¿Podrán afrontar los retos que tienen
Minho y Jay? ¿Su padre se la llevará lejos? ¿Afectará el pasado de Minho que
vuelve a resurgir a la ‘’relación’’ que tiene con Jay? ¿Qué pasará cuando Sacha
se entere de que a Jay le gustaba desde el principio Minho? ¿Quién será ese
misterioso chico que aparece? ¿Interferirá entre Jay y Minho? ¿Y qué relación
tiene con Minho?
CAPÍTULO 1
Empezar de nuevo,
siempre es un fastidio. Esta vez mi lugar de destino era Seúl en Corea, a mi
padre lo habían destinado allí, y como no, había que viajar todos con él. Pero
lo que me pasó allí, fue como un sueño del que no quise despertar.
Después de estar dando
unos cinco, cuatro años de coreano acabamos por mudarnos a Seúl, el centro de
Corea, a veces creía que mi padre lo tenía todo planeado, siempre me mandaba
estudiar idiomas por lo que pudiera pasar en el futuro, a veces pensaba que
sabía que nos íbamos a mudar de un momento a otro y por eso me mandaba estudiar tantos idiomas.
Hoy era mi primer día en
mi nuevo instituto, nuevo lugar, nuevos amigos, nueva vida, ya ni me molestaba
en hacer amigos. Llevaba un uniforme con falda gris y una chaqueta azul marino
oscuro con corbata, la verdad es que el uniforme me gustaba, siempre he sido un
poquito rara al gustarme ciertas cosas, pero la verdad es que el sitio donde
habían destinado a mi padre era el que más me gustaba de todos, la cultura
asiática era una de mis favoritas. Pero a lo que más le tenía miedo, era al
tener que enfrentarme a mis nuevos compañeros de clase, me preocupaba que me
discriminaran por el hecho de ser
occidental y no tener sus mismos rasgos.
Acababa de cruzar las
puertas de ese extraño e inexplorado lugar, plagado de ojos que no paraban de
mirarme y cuchichear a mis espaldas, la verdad es que era un poco incómodo, por
una parte pensaba que encajaría, al tener el pelo castaño oscuro, rizado con
flequillo y una piel blanca como la nieva que daba paso a unos labios finos y
rosados con unos ojos color miel, pero me paré y pensé ``No, esto no va a salir
bien, es imposible, por el amor de dios si ni siquiera soy
asiática..´´ Estuve a punto de darme la vuelta, si no fuera porque vi a
la persona que cambiaria el curso de mi vida, en ese momento supe que estábamos
destinados a conocernos. Él era atlético, tenía un moreno perfecto, a pesar de
ser asiático, unos labios carnosos y el pelo oscuro, si no lo veía no lo creía,
parecía una tonta ahí en medio del pasillo, por un minuto había olvidado que el
centro de atención era yo y que infinitos de ojos me estaban mirando, a sique
me di media vuelta y me encamine a dirección para acabar mi transferencia,
cuando la hube acabado me dirigí a mi clase, mi clase, gente dentro de ella,
nueva en el lugar, por un momento creí que iba a morir, para comprobar que tipo
de gente me había tocado en clase me asomé por el cristal discretamente, y allí
estaba, allí estaba aquel morenazo asiático que minutos atrás me había quitado
el habla. Con el corazón en un puño toque a la puerta, y entré. Por desgracia
olvidé que en aquella cultura se veía de buena educación, que el alumno nuevo
se presentara públicamente, genial, en aquel instante sentí que iba a odiar el
resto del día. El profesor como no, me dijo que me presentara.
-Hola, me llamo
Jay . Vengo de España, espero que
podamos ser amigos, cuídenme bien- dije, creo que no me dio un infarto de
milagro:
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