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- Tipo: SHINee y EXO-K, 2min (Minho x Taemin), OnKey (Onew x Key), JongKai (Jonghyun x Kai), +18, yaoi, serial
CAPÍTULO 9
Me
desperté totalmente cansado, y entreabrí los ojos como pude. Él estaba ahí,
tumbado a mi lado, mirándome fijamente.
-Eres
tan bonito cuando duermes.
Me
sonrojé, ¿cuánto tiempo llevaría mirándome? Me tapé el rostro con el cojín, él
lo apartó y me dio un suave beso de buenos días. Se levantó y se metió en la
ducha, mientras yo fui a la cocina a prepararme un café. El hecho de que
estuviera en otra casa no significaba deshacerme de mis vicios, aunque mi
principal adicción en ese momento era él.
Observé
que todavía eran las diez y media, así que no me di prisa ninguna en marcharme.
Mientras
el café se enfriaba fui a buscar mi móvil entre mis cosas, y cuando lo encontré
busqué el número de Onew, aunque no me sorprendería de haberme equivocado, dado
que todavía tenía un sueño horrible y no era persona.
-¿Quien...?
-su voz sonaba totalmente adormilada. Supuse que no habíamos sido Minho y yo
los únicos en tener una noche agotadora.
-Soy yo,
imbécil. -dije entre risas.
-Agh...Taemin,
¿pero sabes la hora que es? Te voy a echar a patadas de casa cuando vengas.
-¡Pero
si son casi las once! Habéis tenido una noche ajetreada, ¿no?
-Eh...bueno,
¿para qué me llamabas?
-¿Necesitáis
que compre algo? Así os ahorro el viaje al supermercado.
-Que yo
sepa no hace falta nada, y Key está completamente dormido, así que no tienes
que ir a comprar.
-Bueno,
vale. Venga, aprovecha y sigue durmiendo que aún tienes un rato.
-Que
gracioso eres, ¿no? -dijo en un intento de enfado.
Me
despedí de él y colgué.
-¿Con
quien hablabas? Te reías más que conmigo, al final me voy a poner celoso.
Me giré
al escuchar su voz, pero no pude decir nada. Pues lo tenía ante mí, vestido tan
solo con unos pantalones vaqueros que le quedaban bastante ceñidos, y el torso
descubierto. Se frotaba el pelo con una toalla, y en su boca se dibujaba la más
bonita de la sonrisas. Esa que me volvía loco, esa ante la que no podía
reaccionar.
-Imbécil,
-logré decir al final, sonriendo de lado- estaba hablando con Onew.
-Entonces
me quedo más tranquilo. -contestó lanzando la toalla al sofá, con una pésima
puntería.
Se
sentó delante de mí y se sirvió una taza de café. En ese momento yo recordé que
había dejado la mía a enfriar, la cogí y me la bebí en dos tragos. Me quedé con
la mirada fija en el suelo, pensando en nada, o bueno, sí, pensando en él, a
pesar de tenerlo a un metro de distancia.
-¿Hoy
vas a hacer algo? -me hizo volver a la realidad.
-Planear
el cumpleaños de Jonghyun. Vamos a aprovechar que tiene comida familiar y
pasará la tarde fuera para reunirnos todos y pensar en qué hacer. Es dentro de
una semana, y todavía no lo tenemos muy claro. ¿Nos ayudas?
-Mm...-asintió-pero
yo no conozco mucho a Jonghyun, no os seré de gran ayuda.
-Verás
como sí. -afirmé levantándome- Creo que ahora me toca a mí ducharme.
–-
Estaba
ya preparado para marcharme, pues se acercaba la hora de comer y Key y Onew no
tendrían la suerte de que no apareciese por casa para ello. Vi a Minho apoyado
en el marco de la ventana de su habitación, supuse que lo tenía por costumbre.
Estaba con la mirada perdida en la nada, suspirando de vez en cuando, no sé
cuanto tiempo pude estar observándole, pero tardó bastante en darse cuenta.
-¿Me
espías? -preguntó con una sonrisa juguetona.
-Ya te
gustaría.
Se
acercó a mí y rodeó mi cintura con un brazo, lo cual hizo que nos acercásemos
todavía más, a tan corta distancia que nuestros alientos se mezclaban en el
aire.
-Me
tengo que ir, ¿te veo por la tarde? -dije con la respiración acelerada. Tenerle
a tan escasos milímetros seguía provocando un gran nerviosismo en mí.
-Es
mucho esperar...-dijo haciendo un puchero, para luego darme el beso más dulce
del mundo.
-Son
unas horas, nos reuniremos todos en mi casa a las cuatro y media, ¿vale?
No dijo
nada, y se quedó con la mirada fijada en mí, todavía a una corta distancia. Al
fin reaccionó, y se dibujó una gran sonrisa en su rostro. Inclinó un poco la
cabeza para poner sus labios a la altura de mi oreja.
-Te
quiero. -susurró.
Me mordí
el labio y tragué saliva. Volvió a su posición anterior, y esta vez fui yo el
que le besó.
-Y yo a
ti, no lo dudes. -dije dándome la vuelta para marcharme.
Crucé
el pasillo y cuando llegué a la puerta me giré para reparar en su casa de
nuevo, la cocina volvía a estar desordenada.
-Que
desastre. -susurré para mí.
Cerré
la puerta y avancé hacia mi piso, busqué las llaves en los bolsillos de mi
chaqueta y en los del pantalón, pero no estaban. Recordé que se me había
olvidado cogerlas la noche anterior, así que timbré. Y volví a timbrar, y así 5
veces. Cuando al fin se abrió la puerta, entendí lo que ocurría. Ante mí estaba
Onew, despeinado, sin camiseta y con el pantalón desabrochado. Gotas de sudor
recorrían su pecho, y su respiración se notaba bastante acelerada. Tras él pude
observar que estaba Key, prácticamente en la misma situación.
-Pues
menos mal que estabas cansado, -dije riendo- ¿no te llegó la noche?
Me
fulminó con la mirada, llegué a temer por mi vida en ese instante. Entré en
casa a gran velocidad y dejé mis cosas en la habitación. Observé que la comida
estaba sin hacer, y yo no estaba por la labor de cocinar, así que fui a lo
fácil.
-Onew,
¿pedimos pollo?
-¡Sí...!
-¡Ni
hablar! -parecía que Key todavía tenía energías. - Voy a preparar unos
sandwiches.
Onew
hizo pucheritos, pero no le sirvieron de nada. Yo no protesté, realmente me
daba igual qué comer, lo único que no quería era cocinar. Yo sí que estaba sin
energías, y con razón.
–-
Eran ya
las 4 y Key se había echado a dormir antes de que llegasen los chicos. Onew y
yo estábamos con nuestra rutina: sofá, televisión y café.
-¿Habéis
pensado ya algo para el cumpleaños?
-La
verdad es que no. -contestó sincero- Yo tengo alguna que otra idea, pero
todavía no lo tengo claro.
-Deléitame
con tus maravillosas ideas. -dije en un amago de ponerme serio.
-Bien,
-dijo él, con voz triunfante- ya que insistes, te lo contaré. ¿Qué te parece un
cumpleaños que dure todo el día? Si se organiza bien, se puede hacer. -hizo una
pausa para terminarse el café, mientras yo continuaba escuchando con atención-
Verás, he pensado en que podríamos hacer una comida en el campo, modo picnic.
He mirado en internet y ese día hará muy buen tiempo, así que estaría bien que
para empezar fuésemos los seis a comer al aire libre.
-Parece
interesante, -dije entusiasmado- la verdad es que me apetece comer en el campo,
yo se de uno muy bonito, -sí, hablaba de ese campo, mi campo, nuestro campo.
Donde había estado con Minho, donde nos habíamos empapado con los aspersores,
ese campo.- me parece bueno para un picnic.
-Genial,
¿entonces te gusta la idea?
-¡Pues
claro! Pero, ¿no has dicho algo de un día entero?
-Ah,
sí, sí. -hizo una pausa para acomodarse- Después de comer, hay un sitio que me
parece ideal. Pero necesito tu ayuda, o más bien, la de Minho.
-¿Ayuda
de Minho?
-Sí,
esa sala de baile...él es amigo del dueño, ¿verdad?
-S-sí.
-tartamudeé al recordar lo que había vivido en ese lugar- ¿Una sala de baile?
-pregunté extrañado.
-Oh,
¡vamos! Es perfecto. Hay espacio de sobra para los invitados, yo me encargaría
de conseguir la música y los preparativos, Key se encargaría de decorarlo, y
nos queda cerca de casa.
Realmente
no me lo había planteado, pero tenía toda la razón. Esa sala de baile era ideal
para esa celebración.
-Cuando
se acerque la noche, -continuó- le damos los regalos, y luego ya que remate el
día con Kai. -reí ante ese comentario- ¿Me ayudarás? Seguro que si se lo pides
tú a Minho, no habrá problema.
-Bueno,
veré que puedo hacer. -dije haciéndome el interesante.
-¡Gracias!-dijo
saltando a mis brazos.
Sonó el
timbre, y yo me levanté para abrir la puerta mientras Onew iba a despertar a
Key.
Nos
sentamos todos en la cocina, y Onew comenzó a exponer su idea mientras yo
preparaba café para los recién llegados. Cuando llegó el momento de explicar el
plan para la celebración de por la tarde, escuché la llamada de Onew.
-Taemin,
te toca a ti.
Puse
las tazas de café en la mesa para que cada uno cogiese la que le correspondía,
y me senté con Minho en el salón.
-¿Te
acuerdas de la sala de baile a la que me llevaste?
-Como
para no acordarme. -dijo sonriendo.
-Pues...¿podrías
conseguirla para el sábado de la semana que viene?
-Pero
si vivo aquí en frente, ¿es que te gustó ese lugar? Con lo cómoda que es mi
cama.
-Imbécil.
-lo golpeé- Es para el cumpleaños de Jonghyun. Onew ha pensado que sería una
gran idea celebrar allí la fiesta de por la tarde.
-Ah,
pues tengo que llamar al dueño. -sacó su móvil del bolsillo, pero se detuvo un
momento- Pero de todas formas, sabes que para ti siempre estará disponible.
-dijo guiñándome un ojo, sonrió y se levantó para hacer la susodicha llamada.
Pasaron
un par de minutos, y Onew estaba de dedos cruzados esperando escuchar la
respuesta del dueño del local de baile. Minho colgó el teléfono y se giró hacia
nosotros.
-Todo
arreglado, el sábado que viene la sala es nuestra.
-¡Bien!
Onew se
levantó corriendo y saltó encima de Minho, rodeándolo con brazos y piernas.
Cuando
al fin se soltó y Minho recuperó la compostura, Jinki se mostró serio ante
nosotros.
-Bien,
chicos, ahora os diré de qué se tiene que encargar cada uno.
Asentimos
y nos juntamos en la cocina de nuevo.
-Kai,
te encargarás de los invitados. Key, te encargarás de la decoración. Taemin, te
encargarás de la comida. Minho, tú me ayudarás con la música. ¿Entendido?
-Sí,
señor. -contestamos firmes.
-Chicos,
-dijo Kai, emocionado- gracias por poner tanto empeño en el cumpleaños de
Jonghyun, después de como salió el del año pasado...
-Sí, se
lo merece. -interrumpí yo.
-Bien,
pues Kai, creo que tú deberías de irte a llamar ya a los invitados, es en una
semana y no quiero fallos. Key, tú puedes ir a maquinar ideas en el portátil,
yo me marcho a hacer unos recados. Taemin, tú no tengas prisa, con que te
pongas 2 días antes está bien.
Asentí
y lo vi marcharse por la puerta junto con Kai, que iba a cumplir con su trabajo
de relaciones públicas.
Key se
fue a la habitación, pero no para idear, si no para seguir durmiendo. El pobre
seguía agotado.
Yo me
quedé con Minho viendo la tele, estábamos tirados en el sofá, bastante cansados
también.
-Oye...¿a
qué se refería Kai con lo del año pasado? -preguntó curioso.
Caí en
la cuenta de que Minho no nos conocía de aquella, y procedí a contarle lo
ocurrido.
-El año
pasado el cumple de Jonghyun fue bastante...horrible, por así decirlo. Lo
teníamos todo perfectamente planeado, estaban todos los invitados pasándoselo
bien y disfrutando del día, pero nos dimos cuenta de que algo fallaba. Y es que
alguna gente se había filtrado en la fiesta, entre esa gente los admiradores de
Jonghyun.
-¿Admiradores?
-Sí, la
verdad es que al principio nos resultaba cómico. Jonghyun había pisado fuerte
desde que llegamos a la ciudad, había unas chicas que no paraban de
perseguirle, pero además de ellas estaba el líder de su club de fans, no me
acuerdo de su nombre. Era un chico alto, delgado, con el cabello teñido de
rubio y buen gusto para vestir. El hecho de que un hombre acosase a Jonghyun no
era algo que le hiciese mucha gracia a Kai, pero al final terminamos convenciéndole
de que no era una amenaza.
-¡Wow!-exclamó
asombrado.
-Ya
ves, este Jonghyun...pero bueno, a lo que iba. La cosa fue que ese chico se
coló en la fiesta, junto con las demás admiradoras, con sus respectivos regalos
y al principio muy formales. Así que tampoco le dimos mucha importancia, hasta
que notamos que la chica pelirroja que estaba sirviéndole los cubatas a
Jonghyun no era la camarera del local. Por suerte, la detuvimos antes de que le
echase alguna substancia en la bebida, ella tenía una especie de pastillas, las
cuales hacen que pierdas el sentido común. La echamos de la fiesta, y nos
confesó que no estaba sola, y que había otras dos reteniendo a Kai. Y así era,
Kai estaba encerrado en el baño, lo liberamos y salió corriendo en busca del
cabecilla del plan, ese chico rubio, que no había tardado en ir a por Jonghyun.
Nos lo encontramos hablando con él, y Kai no pudo contenerse. Comenzaron a
pelearse en medio del local, la mitad de los invitados se vieron obligados a
marcharse, mientras otros llamaban a la policía. Onew se encargó de separarlos,
y no supimos nada más del chico ese. Por supuesto, se le puso una orden de
alejamiento, y no nos lo hemos vuelto a cruzar en el camino. Ni a él, ni a las
chicas.
-Increíble.
-suspiró Minho con la mirada clavada en el suelo- Que gente hay por el mundo...
-Por
eso, -continué- Jonghyun se enfadó tanto cuando ocurrió lo de Donghae...
Se me
hizo un nudo en la garganta al hablar de ese tema, y pude observar que a Minho
tampoco le hacía mucha gracia, así que cambié inmediatamente de conversación.
-Así
que tú te encargarás de la música con Onew, ¿no?
-Sí,
espero no cagarla.
-No lo
harás. -dije con una sonrisa.
Le besé
repetidas veces, y nos quedamos dormidos en el sofá. De nuevo en una postura
incómoda, pero seguíamos con las energías bajas tras aquella noche tan movida,
así que caímos rendidos en cuanto nos acomodamos.
–-
Me
desperté al escuchar que se abría la puerta, era Onew. Miré el reloj y vi que
se acercaban las ocho, ¿tanto habíamos dormido?
Me
levanté con cuidado de no despertar a Minho, parecía un ángel cuando dormía, no
quiero ni imaginar la cara de bobo que puse cuando me quedé mirándole, pero a
Onew pareció hacerle mucha gracia.
-Shh,
no te rías tan alto, lo vas a despertar. -dije molesto.
-Perdón,
perdón. -se disculpó todavía entre risas.
-¿De
donde vienes? ¿Qué traes en esa bolsa?
-Shh,
¿quieres hablar más bajo? Key te va a oír.
Debí
imaginármelo, era pollo otra vez.
-¿No te
cansas de comer siempre lo mismo?
-Oye,
tú a tu café, déjame a mí con mi adicción.
-Vale,
vale. -dije entrecerrando los ojos.
Todavía
me caía de sueño, y Onew lo notó.
-Perdón
por despertarte. -dijo mientras escondía el pollo, no me fijé bien en qué lugar
de la cocina.
-No te
preocupes, mejor. Si no de noche no duermo.
-¿Qué
hora es? -nos giramos los dos al escuchar la voz adormilada de Minho.
-Van a
dar las ocho, ¿te tienes que marchar? -pregunté.
-Sí,
pero antes...Onew, ¿tú y yo no tenemos una conversación pendiente?
-Ah, es
cierto. Taemin, vete.
-¡Oye!
-dije enfadado.- ¿Qué conspiráis contra mí?
Onew
rompió a reír.
-Tengo
muchas venganzas para ti en mente, pero ninguna es legal y Minho no me lo
permitiría. Así que puedes irte tranquilo. -y tras decir esto, se quedó tan a
gusto.
Me giré
y abrí la puerta de mi habitación, ya que querían que me marchase, pero una
mano me retuvo, y era Onew de nuevo.
-¿Te
crees que me fío lo más mínimo de ti? Fuera, de casa.
-Pero...
-Son 10
minutos, Taemin, ve a comprar algo para cenar.
-Pero
si has traído pollo.
-Ya,
pero lo he traído para mí.
-Eres...
-Lo sé,
-no me dejó terminar- ahora vete.
Miré a
Minho con intención de que notase mi enfado, aunque realmente no estaba
molesto. Pero la curiosidad me mataba por saber de qué querían hablar esos dos.
Les hice caso y me marché a comprar algo. ¿Ya estábamos con secretitos? Pues
empezábamos mal. Onew me las iba a pagar, pensaba decirle a Key lo del pollo en
cuanto volviese a casa.
–-
Comencé
a caminar sin rumbo, me apetecía dar una vuelta, llegué hasta el centro de la
ciudad, y por casualidad me encontré a Jonghyun.
-¿De
donde vienes?
-De
casa de mi madre, está mi hermana de visita en la ciudad y aproveché para pasar
el día con ella. ¿Y tú a donde vas?
-No lo
sé ni yo. -suspiré- Creo que a por algo de cenar.
-Yo se
de un sitio buenísimo y rentable, ¿cenamos ahí?
-Me
parece bien.
El
lugar del que Jonghyun me hablaba no quedaba muy lejos de la calle donde nos
encontrábamos, así que llegamos en menos de 10 minutos.
-Y
bien...¿qué tenéis pensado por mi cumple? -preguntó, tan directo como siempre.
-Ah...¿qué
se acerca tu cumple? No me acordaba. -mentí.
-Venga,
no intentes engañarme. ¿Qué me vais a regalar?
-Nada
en especial.
-Ya,
ya. -dijo molesto.- ¿Qué tal con Minho?
-Perfectamente.
-Me lo
supuse ayer por la noche, vaya gritos.
Me
sonrojé y le golpeé. Las chicas de la mesa de al lado nos miraban con atención,
Jonghyun les ofreció un autógrafo y estas se marcharon avergonzadas.
-Espantas
a mis admiradoras. -dije riendo.
-¿Perdona?
Me estaban mirando a mí.
-Pobre
infeliz. -dije terminando el plato de arroz que había pedido.
Él
terminó su cena también y me anticipé a pagar la cuenta. Siempre me invitaba
él, y eso era algo que me molestaba bastante.
-¿Has
pagado tú? Eres imbécil.
-Tómalo
como tu regalo de cumple, ¿no insistías tanto?
Hizo un
puchero, el cual enamoró a la chica que me cobró, pero que conmigo no funcionó.
Nos
marchamos y tardamos un rato en llegar a nuestro edificio.
-¿Qué
horas son estas? Me tenías preocupado. -dijo Onew irónicamente.
-Vengo
cenado, así que me voy a dormir que estoy agotado.
-Antes
de acostarte llama a Minho, como no llegabas se pensó que te habías enfadado.
Mira que hacerle eso al pobre chico.
Reí
para mis adentros, ya no había necesidad de venganza para Minho, se estaba
martirizando él mismo. Pero de todas formas, lo llamé, no quería provocarle
otra mala noche.
-¿Taemin?
¿Taemin? ¿Estás bien?
-Sí,
sí, solo he ido a cenar fuera.
-¿Estás
enfadado?
-No,
no. Pero que sepas que tengo unas admiradoras en el nuevo restaurante del
centro.-dije orgulloso.
-A ver
si voy a tener que hablar yo con ellas. -dijo molesto, a lo que reí. -¿Puedo
irme a dormir libre de culpa?
-Supongo
que sí.
-¿Sabes
que eres irresistible cuando te enfadas? -dijo juguetón.
-¿Sabes
que eres idiota?
-Pues
claro, soy tu idiota.
Lo
odiaba, lo odiaba por ser tan adorable y por obligarme a quererle tanto.
-Buenas
noches, idiota. -dije con una sonrisa de oreja a oreja.
-Buenas
noches, Taemin. Recuerda que te quiero.
-Recuerda
que yo a ti también.
Y tras
colgar el teléfono fui directo a mi habitación, me cambié y me fui a dormir.
Estaba muy cansado, realmente había sido un gran día.
Sigan con el fanfic porfavor!!!!
ResponderEliminarme encanta <3
Siguela porfavor me mató esta muy bonito
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