lunes, 10 de junio de 2013

BECAUSE OF YOU

- Autora: Brownie Patterson

- Twitter: @MEPP19


- Tipo: EXO, HunHan (Sehun x Luhan), yaoi, menores 18, serial



CAPÍTULO 3




—¿Qué es este lugar? —decía el pequeño asombrado, no podía ni parpadear.

—¿Te gusta? —preguntó Luhan mordiéndose el labio a causa de los nervios.

Sehun asintió con la cabeza, todavía no se podía creer lo que sus ojos estaban viendo. Y es que en la ciudad donde él vivía no había costa, por lo tanto no había mar ni playas, pero siempre había querido estar en una.
Y allí se encontraban. El cielo estaba nublado, pero no hacía frío, sólo algo de viento. Había olas, pero calmadas, y el sonido del mar era lo más relajante que se podía escuchar.
Al pequeño le brillaban los ojos y Luhan estaba a punto de emocionarse, se acercó por detrás y lo rodeó con los brazos.

—Sabía que te gustaría. —susurró en su oído.

Un escalofrío recorrió al completo el cuerpo de Sehun, pero éste ni se inmutó. Seguía perplejo y no sabía cómo reaccionar.

Pasaron un buen rato en silencio en la misma posición en la que se encontraban. De vez en cuando Luhan le besaba la mejilla y Sehun dejaba escapar una tímida sonrisa.
Cogidos de la mano comenzaron a caminar sobre la arena, pero Luhan frenó en seco. Sehun se giró extrañado pero el otro no decía nada, tan solo le observaba. Cruzaron miradas y se entendieron perfectamente el uno al otro, el pequeño agachó la cabeza, se dio cuenta de lo que a Luhan le había dolido verlo llorar unos momentos antes.

—Lo siento.

Luhan se acercó y le levantó la barbilla con los dedos. Esperó unos segundos y juntó sus labios con los de Sehun. Otro dulce, tierno e inolvidable beso.

—No dudes de lo que siento por ti. —susurró a unos milímetros de sus labios.

Y antes de que Sehun pudiese decir palabra, los juntó de nuevo. Su lengua comenzó a jugar con la del pequeño y ambos se fundieron en un intenso beso. Sin separarse ni un centímetro comenzaron a caminar hasta dejarse caer en la arena, y allí continuaron.

——

—Oye, ¿a dónde ha ido Sehun? —preguntó el moreno extrañado.

—Ah, ¿pero no está en su habitación? —contestó el mayor.

Kai negó con la cabeza y Kyungsoo comenzó a preocuparse. No sabía a dónde podría haber ido un chico que apenas conocía la ciudad.

—Lo llamaré. —concluyó.

Pero no contestaba, y D.O comenzaba a ponerse de los nervios. Hasta que al fin escuchó como se abría la puerta.

—¿Se puede saber dónde te habías metido? —se sorprendió de sí mismo, se veía como un padre y no era ésa su intención— Me refiero... no vuelvas a irte así sin más. Llevas poco tiempo aquí y creí que te habías perdido.

—No te preocupes, estuve con Luhan.

El mayor suspiró aliviado y se sentó en el sofá. Jongin se fijó en que había arena en el cabello de Sehun y se extrañó.

—¿Es que has estado en la playa? —Sehun asintió.

—Será mejor que me dé una ducha. —dijo sonriente y fue directo al baño.

Kai tenía la mirada perdida en la mesa y los ojos llenos de preocupación. Kyungsoo no pudo evitar fijarse e interrumpió sus pensamientos.

—No te preocupes por no tener a nadie aquí —sobresaltó al moreno—, mañana aprovecharé que habrá invitados para que conozcas a algunos amigos.

Jongin sonrió, pero no era eso lo que le preocupaba.


——

—No lo lograré —Tao estaba totalmente desmoralizado—. Si lo que quieres es que consiga un sueldo, me iré a mandar currículos por ahí hasta que me contraten. Para algo serviré...

—¡Basta! —interrumpió el rubio— No es por que consigas o no un sueldo. Ésta es una gran oportunidad para ti, llevas años bailando y se te da genial, no entiendo por qué no quieres presentarte ahora.

—No es que no quiera...

—¿Es que crees que no eres lo suficientemente bueno? —Kris perdía los nervios— Jamás lo sabrás si ni siquiera lo intentas.

El pequeño tragó saliva mientras ambos escucharon como se abría la puerta. Luhan entró y encontró el ambiente algo tenso así que no dudó en cuestionar qué ocurría.

—No pasa nada. —dijo Tao cabizbajo.

Kris se levantó, se puso el abrigo y se acercó hasta la puerta, la abrió pero se quedó parado mirando al suelo.

—Vengo en un rato. —y cerró la puerta tras de sí.

Tao seguía ahí sentado y cabizbajo, Luhan no entendía nada. Se quitó la chaqueta y se acercó a él. Pudo escuchar los sollozos del moreno y comenzó a sentirse mal, no tenía ni idea de qué había ocurrido en su ausencia.

—Tao, ¿qué ha...?

—Soy un cobarde —interrumpió—. Eso ha pasado.

Se levantó con las lágrimas bajando por sus mejillas y salió corriendo del piso.
Luhan se quedó boquiabierto y comenzó a ponerse nervioso.

—¿Pero qué narices pasa hoy con todo el mundo? —preguntó a la nada.

Fue a buscar su móvil y llamó unas cinco veces a Tao, pero nada, no daba respuesta. Entonces marcó el número de Kris, pero tampoco parecía dispuesto a descolgar el móvil.

——

Caminaba desesperado, desde que Luhan le había dicho lo del casting se había puesto nervioso, y la presión de Kris estaba terminando con él.

Sollozaba y las lágrimas no dejaban de caer por su rostro, eran más de las diez de la noche y había oscurecido antes de lo normal. No miraba por donde iba y recibía insultos de los conductores que tenían que hacer maniobras complicadas para no llevárselo por delante.
Entonces escuchó la voz de alguien.

—¿Tao? —dicha voz se le hacía familiar, pero no lograba reconocerla.

Levantó la mirada y ahí se encontraba aquel amigo de Sehun, Kai.

Permanecieron sentados en un banco que había por allí hasta que Tao se calmó y pudo respirar hondo. Le contó lo ocurrido a Kai, no acostumbraba a contarle sus problemas a nadie y menos a alguien que apenas conocía, pero necesitaba desahogarse y Jongin parecía comprenderle.

—¿Y tú que haces caminando solo a estas horas... —hizo una pausa— y por una ciudad que no conoces?

Kai suspiró, ¿debía decirle realmente qué le ocurría? Al fin y al cabo, Tao le había contado lo que le pasaba, ¿por qué no hacerlo él también?


—Oh, comprendo... —Tao le acarició el brazo a Kai— así que un dilema por amor.

——

—¡¿Cómo se te ocurre presionarlo de esa manera?! —esa vez el enfadado era Luhan— Sabes perfectamente como es tu hermano, si le estás encima acabas hundiéndolo.

—Lo hago por su bien, no puede desaprovechar su oportunidad como...

—¿Como qué? —interrumpió Luhan— ¿Cómo hiciste tú? ¿Otra vez estás con esas?

El rostro de Kris se apagó al completo.

—Lo... lo siento. —Luhan comprendió que se había pasado.

—No, si tienes razón... —el alto volvió en sí— no aproveché cuando pude y ahora me arrepiento, por eso mismo no quiero que él se sienta como me siento yo todos y cada uno de los días de mi vida.

Luhan no sabía qué decir, se sentía mal, pero fue Kris quien se encargó de aliviar el ambiente con una sonrisa fingida.

—Bueno... vamos a buscarlo, hace frío y no iba muy abrigado.

——

—Oye, ¿y a ti no te estará buscando tu hermano? —en ese momento un coche frenó ante ellos.

—Sí, lo estaba buscando. —dijo Kris tras bajar la ventanilla.

Pero a Tao no se le veía con intención de subir al coche, así que el alto aparcó y del vehículo salieron él y Luhan.

—¿Kai? ¿Qué haces tú aquí? —preguntó Luhan extrañado.

El moreno se encogió de hombros y ambos comenzaron a conversar mientras que los hermanos se iban un poco más lejos.

Jongin se sentía nervioso en presencia de Luhan, con los otros dos había conversado pero con él no había tenido oportunidad.

—¿Y qué tal llevas la estadía aquí? —Luhan trataba de mostrarse simpático tras notar la incomodidad del menor.

—¿Eh? Bien, Kyungsoo es muy hospitalario.

—¿Sabéis ya Sehun y tú qué vais a hacer para pagar el alquiler?

—¿Pa-pagar? —Kai ni se lo había planteado.

—Otro que piensa vivir de gratis, estos jóvenes de hoy en día...

—Ni que tú fueras tan mayor. —contestó Jongin indignado.

—Pero al menos me pago el alquiler —el otro se quedó mudo y Luhan no tardó en romper a carcajadas—. ¡Sólo bromeo! Te noto algo tenso...

—Bueno —interrumpieron Tao y Kris—, ¿vamos? —por sus rostros se podía notar que ya estaban algo mejor las cosas.

—Oh, claro... —Luhan miró a Kai— ¿te llevamos? Apuesto a que no sabes ni dónde estás ni cómo has llegado aquí, ¿me equivoco?

Jongin se mostró pensativo y al cabo de unos segundos dejó escapar una sonrisa avergonzado.

——

—¿Pero qué os ha dado hoy? ¿Queréis matarme a disgustos? —Kyungsoo volvió a ponerse en modo protector— Además no tengo vuestros números de teléfono y vosotros ni os molestáis en llamar, apuntádmelos ahora mismo.

Sehun y Kai asintieron avergonzados, realmente D.O parecía un padre enfadado.

—Otra vez me he puesto así... —hizo una pausa y se rascó la cabeza— es que chicos, ¿sois  conscientes de que vivís bajo el techo que pago yo? Aunque seáis mayores de edad, me sentiría realmente responsable si os ocurriese algo.

—Lo sentimos. —dijo un apagado Kai.

D.O sonrió, no quería parecer muy disgustado porque en realidad el enfado no era para tanto.

—No te preocupes —suspiró—. Me voy a dormir.

—¿Quieres que hagamos la compra mañana? —dijo Sehun— Vendrán invitados a la tarde y no quiero que lo prepares tú solo.

—No os preocupéis, iré yo después del trabajo, quizás Luhan quiera acompañarme —a Sehun le recorrió un escalofrío al escuchar su nombre—. Buenas noches, chicos.

Le dieron las buenas noches ellos también y Kyungsoo se marchó a su habitación.

—Yo también me voy a dormir. —suspiró Kai mientras se levantaba.

Sehun notaba algo extraño en su amigo así que lo siguió hasta la habitación.

—¿Ocurre algo? —preguntó preocupado.

—¿Por qué lo dices?

—No sé... —sabía que le ocultaba algo y eso le molestaba— ¿dónde has estado?

—Fui a dar un paseo para despejarme, pero no me acordaba de que no tenía ni idea de cómo manejarme por estas calles. —Sehun rió ante tal afirmación— Dio la casualidad de que me encontré a Tao, y su hermano y Luhan fueron tan amables de traerme a casa.

—¿A Tao?

Kai no quiso entrar en detalles y simplemente le dijo que habían estado hablando.


Eran ya las 5 AM y Jongin seguía dando vueltas entre las sábanas, no lograba pegar ojo y eso era algo muy poco habitual en él. Se levantó para ir al baño, pero al volver hizo demasiado ruido y el rubio se despertó.

—Lo siento —se disculpó Kai.

—¿No has dormido nada? —negó con la cabeza— En serio... ¿qué te pasa?

Jongin suspiró, pero decidió que debía sincerarse con él, se volvió a meter en cama y dejó la lampara de noche encendida. Estuvo unos segundos con los ojos clavados en la nada y, sin cruzar su mirada con Sehun, se decidió a hablar.

—Sehun, ¿sigues necesitando que me quede aquí?

El pequeño se quedó sin habla. ¿Había escuchado lo que él creía que había escuchado? Imposible.

—Quiero decir... —prosiguió Kai— tú viniste porque querías reencontrarte con Luhan, y ya lo has hecho. Ahora se podría decir que sois una pareja —a Sehun le seguía sonando rara esa palabra—, rara, pero una pareja. Y D.O es amigo tuyo, no mío... así que realmente no sé que pinto aquí.

—No... no puedes... no puedes marcharte. —Sehun se había entristecido con las palabras de Jongin.

—¿Por qué no?

—Eres mi mejor amigo, te necesito conmigo. Hemos venido los dos...

—A cumplir tu deseo de encontrarte con Luhan.

—¿Echas de menos a tus padres? —cuestionó Sehun.

—¡¿Qué?! No, no es eso. Es simplemente que...

—¿De verdad que no te llama la idea de empezar una nueva vida aquí? —interrumpió el pequeño.

Kai se estiró en la cama y comenzó a mirar al techo.

—Una nueva vida... —suspiró.

Por su mente comenzaron a pasar unas imágenes y cerró los ojos con fuerza con la intención de que desapareciesen. Cuando los abrió tenía a Sehun a escasos centímetros de su rostro.

—¿Qué me ocultas, Kim Jongin?

—¡Quita! —gritó con una expresión de desagrado mientras le daba un empujón que precipitó al menor al suelo.

—Qué fácil es asustarte. ¿Me vas a contar qué ocurre o me puedo volver a dormir?

—Imbécil —suspiró.

Sehun agudizó el oído para escuchar con la máxima atención posible, y sus ojos se abrieron como auténticos platos al escuchar un nombre.

—Kyungsoo.

Se llevó las manos al rostro, no podía articular palabra. Era lo último que se esperaba.

—¿Pero cómo...? Quiero decir... tú... él... —se quedó totalmente paralizado— ¿por qué?

—¿Te crees que lo sé? —contestó el moreno molesto.

—Hay psicólogos que dicen que es por haber tenido falta de cariño paternal de pequeño. —dijo Sehun entre risas.

Esa broma hizo que Kai se enfadase y le lanzase un cojín que terminó con su risa en unos segundos, y ahí fue cuando Jongin comenzó a carcajadas. Pero ambos enmudecieron cuando vieron que se abría la puerta y aparecía ante ellos el pobre Kyungsoo con unas ojeras terribles.

—Chicos... —dijo entre bostezos— de verdad que no quiero parecer un padre... pero... me levanto en una hora...

—Lo sentimos —dijo Sehun. Kai no decía nada.

D.O clavó la mirada en el moreno antes de cerrar la puerta tras de sí.

—¿Crees que nos ha escuchado? —preguntó preocupado.

—¿Estás de coña? —rió Sehun— Si al pobre le tuvo que costar hasta encontrar el pomo de la puerta, ¿no viste lo dormido que estaba?

—Por nuestra culpa. Anda, cállate y duerme.

—¿Te puedo llamar D.Kai? —parecía que Sehun tenía el día gracioso.

—No.

—¿Y Kai.O?

—No. —el moreno comenzaba a molestarse.

—¿Y Kyungsoona?

—Como veas, Luhancita. —ése fue un duro contraataque.

—¿Quieres guerra?

Sehun saltó encima de Kai y comenzó otra lucha a cojinazo limpio.

—¡Chicos! —escucharon una voz desde el otro lado de la pared.

—¡Lo sentimos! —gritaron los dos a la vez.

——

D.O se levantó con unas ojeras impresionantes, maldecía a los otros dos mientras se vertía un poco de humeante café en una taza. Se sentó y suspiró.
Recordó que ese día iban a ir Luhan y los demás a su casa para conocer gente nueva, y sacó el móvil para llamar a unos cuantos. Todos confirmaron su asistencia menos Lay, debido a que tenía una reunión familiar y le iba a ser imposible llegar a tiempo, aunque a lo mejor se incorporaba más tarde.

Pasó una hora y Kyungsoo ya se encontraba preparado para ir al trabajo. Pero antes de salir, se despertó su lado vengativo y decidió poner el equipo de música a un volumen considerable.
Antes de que a los chicos les diese tiempo de salir de la habitación, D.O cruzó la puerta y corrió escaleras abajo entre risas.

——

—¿Qué narices? ¡Apaga eso! —decía Kai molesto.

Sehun, que estaba revolcándose en la cama mientras se tapaba los oídos con la almohada, le contestó algo que el moreno no fue capaz de escuchar por culpa del elevado volumen de la música.

—¡Déjalo!

Finalmente Jongin fue el que se levantó y apagó el equipo.

—Esto pasa por enfadar al propietario —dijo Sehun, que ya había salido de la habitación—, ¿no ves?

—¡Pero si fue por tu culpa! —replicó Kai.

Sehun estaba demasiado agotado como para continuar la discusión y se tiró en el sofá, tapándose el rostro con el antebrazo e intentando conciliar el sueño de nuevo. Al fin y al cabo, sólo habían dormido un par de horas, y eso era algo a lo que el pequeño no estaba acostumbrado.

——

—¡Buenos días, Kyungsoo! —dijo Luhan con una gran sonrisa.

Ese día sí había llegado puntual y era algo de lo que se sentía orgulloso. D.O asintió tristemente como respuesta, lo cual desconcertó al rubio.

—¿Ocurre algo? —Kyungsoo negó con la cabeza— ¿Seguro?

—He dormido poco y mal... eso es todo. —esa respuesta no convenció nada a Luhan, pero no quiso insistir.

—Bueno... ¿y estás en condiciones de que vayamos a tu casa? No queremos molestar.

—¡No me molestáis para nada! Además, ya he avisado a unos amigos, veréis qué bien os lleváis. —sonrió.

Luhan asintió y se pusieron al trabajo. Si es que eso se podía llamar trabajo, porque la verdad era que no hacían gran cosa, así que terminaron hablando de todo y de nada.

—¿Cuándo es el casting de Tao? —preguntó D.O curioso.

A Luhan le extrañó la pregunta, no recordaba haberle contado nada sobre ese tema. Pero luego recordó que Kyungsoo había hecho amistad con los otros dos y supuso que ellos se lo habían dicho.

—El lunes, todavía faltan tres días.

—¿Y cómo lo lleva? —Luhan recordó lo ocurrido el día anterior.

—Bueno... —hizo una mueca— esperemos que todo salga bien.

El otro sonrió. Luhan seguía notándolo raro y estaba algo preocupado. Pensó que podía ser por culpa de Kai y Sehun, a lo mejor la convivencia entre ellos no era buena.

Pasaron las horas y Luhan y D.O salieron del trabajo, el rubio se ofreció a ir con Kyungsoo a hacer la compra y éste aceptó.
Cuando terminaron, lo acompañó a casa para que no tuviese que cargar él solo con tanta bolsa, y al entrar en el piso se encontraron a Sehun todavía durmiendo en el sofá.

—Juro que tiene cama propia. —rió D.O.

Luhan rió y comenzó a colocar las cosas en los distintos cajones de la cocina.

—Oye, ¿y Kai?

—Me imagino que él sí estará en la habitación.

—Aquí estoy. —se giraron y allí se encontraba un Jongin todavía medio dormido.

Frotándose los ojos se acercó a ellos y se percató de la presencia de Luhan.

—Oh... no te había reconocido. —el rubio sonrió.

—¿Todos habéis dormido mal? —preguntó Lu al recordar lo que le había dicho esa mañana D.O.

Kai alzó los hombros y Luhan continuó a lo suyo.

—A todo esto —dijo sin girarse—, no es por ser pesado, pero... ¿habéis pensado ya en qué vais a hacer para pagar vuestra estadía aquí?

—No tengo prisa por que me empiecen a pagar. —contestó un alegre D.O.

Luhan ignoró el comentario y clavó la mirada en Jongin.

—Bueno... la verdad es que no. —contestó el menor algo avergonzado.

—¿Es que no hacíais nada en vuestra ciudad? Así por lo menos tendría una idea de lo que podéis hacer para ayudaros a buscar un trabajo.

—La verdad es que no —se llevó la mano a la cabeza e intentó hacer memoria—. Estábamos en un grupo de baile con otros amigos, pero lo dejamos para venir aquí... —a Kai se le encogió el corazón al recordar la despedida con sus compañeros.

El baile era su vida y le había dolido muchísimo dejar el grupo en el que llevaba años, y con el que tantas bonitas experiencias había vivido.

—¿Baile? —a Luhan se le iluminó la mirada— ¡Podéis presentaros al casting del lunes con Tao!

—No sé... —a Jongin le encantaba la idea, pero no quería parecer desesperado— además, tendría que hablarlo con Sehun...

—¿Hablar el qué? —interrumpió alguien.

El pequeño se había despertado y desde el sofá había escuchado a Jongin hablar. Pero lo que no sabía era con quien estaba hablando, y no se dio cuenta hasta que escuchó su voz.

—No sabía que dormías tanto. —dijo Luhan entre risas.

—¿Lu-Luhan? —se levantó de un salto y ahí lo vio— ¿Qué haces aquí? —preguntó extrañado.

—Vine a acompañar a D.O, dado que vosotros no ayudáis en nada —el menor agachó la cabeza—. Pero no he venido a regañarte, ni mucho menos. Me acaban de decir que te gusta bailar, ¿es eso cierto?

—Bueno... sí. —a Sehun le daba algo de vergüenza hablar de sus hobbies.

—Baila. —ordenó Luhan.

—¡¿Ahora?!

—Sí. —el mayor no entendía cuál era el problema.

—¡De eso nada! —dio media vuelta y se sentó de nuevo en el sofá.

Luhan fue tras él y los otros dos se marcharon a otro lugar de la casa para no molestar.

—¿Por qué no quieres que te vea bailar? —Sehun no contestaba— Está bien, no tienes que bailar ahora. Pero quiero que Kai y tú os presentéis al casting del lunes, ¿vale?

—¿Casting? —el menor se sorprendió— ¿Qué?

—Es largo de explicar y me tengo que ir, os inscribo y ya os contaré —le dio un beso en la mejilla y se fue.

A Sehun le entró nostalgia al recordar a su grupo de baile, las palabras de Kai le habían conmovido. La verdad era que ellos se habían hecho tan amigos gracias a esa afición, se veían todos los días en los ensayos. Y entre eso y que iban al mismo instituto, acabaron siendo mejores amigos.

—A mí me parece una buena idea. —Kai sobresaltó al pequeño.

Se sentó a su lado y clavó su mirada en él, esperando a que Sehun dijese algo.

—Pues hagámoslo.

Jongin sonrió, la verdad era que se moría de ganas por volver a sentir esa sensación que tenía cada vez que bailaba y se dejaba llevar. Se desahogaba, se relajaba y se sentía genial consigo mismo.

——

—Chicos, ¡vamos a llegar tarde! —se quejaba Luhan.

Había llegado ya la hora que habían acordado con D.O, pero parecía ser que los hermanos se retrasaban.

—A mí no me culpes. Es Tao el que no sabe qué ponerse. —contestó Kris con tono burlesco.

—¡Zitao, no vamos a ligar! —gritó Luhan.

—Tú desde luego que no, pero nosotros podemos.

Kris rodó los ojos ante tal comentario de su hermano, cuando se ponía pesado no había quien lo parase.

Para cuando llegaron a casa de Kyungsoo,  el resto de invitados ya habían llegado. De hecho les había abierto la puerta un desconocido.
Se encontraban algo incómodos, pero Kris divisó a Kai a lo lejos y fueron junto a él.

Jongin saludó algo desganado, parecía que no se lo estaba pasando muy bien.

—¿Y Sehun y D.O dónde están? —preguntó el alto curioso.

Kai les señaló la cocina y allí estaban los antes nombrados, acompañados de dos chicos más.

—¿Y tú por qué estás aquí?

—No me encuentro bien. —mentía.

Kris y Tao fueron a junto de Kyungsoo, pero Luhan se sentó al lado de Kai, lo cual extrañó al moreno.

—¿Es por lo del casting?

Jongin no contestó, tenía la mirada perdida. El rubio tuvo una idea para levantar el ánimo del pequeño y no tardó en llevarla a cabo. Se puso en pie, separó la mesa que tenían delante y se puso a bailar. Lo hacía realmente bien y todos los ahí presentes se quedaron mirando hacia él embobados.
Luhan le hizo un gesto a Kai y éste lo entendió al momento, dudó un poco y finalmente se levantó y comenzó a bailar con el rubio. Se pasaron así un par de minutos y, al terminar, todo el mundo les aplaudió. Bajaron la cabeza algo avergonzados y volvieron a sentarse en el sofá.

—¿Te encuentras mejor? —Kai asintió y dejó escapar una tímida sonrisa.

—¡Habéis estado genial! —dijo una voz tras ellos.

Se giraron y se encontraron con un chico no muy alto, de pelo castaño y brillantes ojos.

—Me llamo Baekhyun, ¿y vosotros sois...?

—Luhan —al ver que el pequeño no decía nada, habló por él—. Y él es Kai.

El rubio se marchó para ir junto a los demás, que todavía seguían en la cocina.

—¡Menudo baile te has marcado! —exclamó Tao.

Luhan asintió agradecido y miró para los dos sujetos desconocidos.

—Oh, es cierto —dijo D.O—, a vosotros no os he presentado. Luhan, ellos son Chen y Xiumin.


Se acercaba ya la noche, pero nadie tenía intención de irse. Tao estaba algo enfadado porque, como su hermano ya había deducido, no había ligado con nadie.

—¡Siento llegar tan tarde! —dijo alguien mientras se abría paso entre la gente.

—¡Lay! —D.O sonrió y fue a saludarle— Creí que ya no vendrías.

Lo llevó junto a los demás y se presentaron, y fue en ese momento cuando el de ojos saltones se percató de la ausencia de alguien.

—A todo esto, ¿y Luhan y Sehun? —preguntó.

——

—Así que esta es tu habitación... menudo desastre. —bromeó Luhan.

Sehun rió y se acercó a él. Le rodeó la cintura con los brazos y rozó sus labios con su cuello.
A Luhan se le cortó la respiración, y el pequeño comenzó a recorrerle la nuca con la lengua.


—Sehun, para...

3 comentarios:

  1. ME ENCANTA ESTE FIC............... Saludos *o*/ sigue asi....

    ResponderEliminar
  2. woooooo me musto mucho porfisssss no tardes y publica el siguiente cap siiiii

    ResponderEliminar
  3. Ahhh .!!!! Porfis continualo .. Entró todos los días y no suben nuevos capítulos ni d este ni d otros fics ..... sube maas ..... Plis

    ResponderEliminar