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- Tipo: SHINee y EXO-K, 2min (Minho x Taemin), OnKey (Onew x Key), JongKai (Jonghyun x Kai), +18, yaoi, serial
CAPÍTULO 3
Me desperté y observé que
Key y Onew estaban dormidos cuales marmotas. Me sorprendí, miré la hora y me
sorprendí aún más. Eran las 9, ¿cómo me había despertado tan temprano? No era
nada propio en mí. Me iba a hacer un café y había alguien sentado en la cocina.
Me asusté, pero solo era Kai.
-¿Has dormido aquí?
-Ya te dije que sin
Jonghyun me sentía solo.
Ya había café hecho, este
chico es útil cuando quiere. Me senté a su lado, pero no me dio tiempo ni a
tomar el primer sorbo tranquilo.
-He preparado café para
que no te entretuvieras y me contases qué pasó ayer.
Sin llegar a rozar la
taza con los labios, la volví a posar sobre la mesa, no tenía escapatoria, así
que cedí a intercambiar palabras con él.
-No tengo nada que
contar, fuimos a cenar y ya está.
-¿Y toda tu ropa mojada?
No llovió.
-Un accidente con los
aspersores.-alcé la mirada y sonreí al recordar esos momentos.
No sé como había podido
enamorarme tanto en tan poco tiempo, y practicamente de un desconocido. Seguía
sin entender cómo había ocurrido tal cosa. Pero no quise darle muchas vueltas a
la cabeza, estar con él era lo más reconfortante. Seguía sonriendo como un bobo
hasta que Kai me sacó de mi mundo despeinándome con los dedos.
-Deja de babear y tómate
el café, que se te enfría.
-Eres imbécil.-me bebí la
taza de café de un sorbo. Y efectivamente, estaba frío.
Me levanté y me fui a
duchar. Seguía pensando en él. Desde el primer chorro de agua hasta el último,
Minho estaba en mi cabeza. Hacía calor, así que me puse unos vaqueros pero no
me puse camiseta, y salí del baño refregando una toalla por mis mechones. Frené
en seco cuando lo vi ahí parado, junto a Kai, en la cocina.
-Mira quien ha venido
mientras estabas duchándote.
Busqué una camiseta
corriendo, y cuando me la iba a poner una mano me frenó.
-Estás mucho mejor así.
Me dio un beso en la
mejilla, yo volví a sonreír como un tonto enamorado y me senté con ellos. Kai
fue un momento al baño y aproveché para hablar con Minho.
-¿Qué haces aquí?
-Kai me mandó un mensaje
diciendo que viniese, pero todavía no me ha dicho exactamente para qué.
-¿Te he comentado ya que
he de matarlo?
Sonrió y alzó su mano
hasta mi barbilla. Acarició mi piel, y se quedó mirándome fijamente a los ojos,
que le brillaban más que los días anteriores.
-¿Qué pasa?
-Eres perfecto.
Se me paró el corazón,
antes de que reaccionase sus labios ya estaban pegados a los míos.
-Ahora me tengo que ir.
-¿A donde tienes que ir a
las 10 y media de la mañana?
-Tengo un SMS de mi madre
diciéndome que tenemos que hablar, así que iré a comer allí, pero no vive en la
ciudad así que entre lo que tardo en llegar y entre que me dice lo mal que me
cuido, dan la 1.
Sonreí, le di otro beso,
y se fue.
--
Pasaron las horas con
bastante rapidez. Ya hera de noche y Minho no había vuelto al edificio. Cabría
la posibilidad de que se hubiese quedado a dormir en casa de su madre, pero lo
dudaba bastante. Y pronto se confirmó mi teoría. Cerca de las 12, yo estaba
asomado y lo vi entrar en el portal. Subió las escaleras, estaba mirando por la
mirilla dispuesto a salir en cuanto lo viese, pero luego pensé un poco, ¿qué le
iba a decir? ¿Qué le había estado esperando pegado a la ventana cual acosador?
No, era mejor esperar al día siguiente.
Pasó la noche, me
desperté al rededor de las 10. Seguí mi rutina de darme una ducha y tomarme un
café. ¿Estaría Minho durmiendo todavía? Timbraron, salí corriendo pensando que
sería él, pero eran Kai y Jonghyun. Se fijaron en mi rostro de decepción.
-Oye, que tampoco estoy
tan mal.-dijo Jonghyun indignado.
-Es que se pensó que
éramos Minho.
Ni me molesté en negarlo,
era totalmente cierto.
-Voy a negociar con Key
sobre cobraros alquiler.
-Por cierto, ¿y
Key?-preguntó Kai.
Reparé en la casa y no
había rastro ni de él ni de Onew. Con tanto Minho en la cabeza no me había dado
ni cuenta de que no estaban.
-Habrán ido a la compra.
-Seguramente.
-Oye...¿habeis visto a
Minho?
-Llevo despierto desde
bastante temprano y no me ha parecido escucharle salir de casa ni nada.
Me comenzaba a preocupar,
pero bueno, cualquiera se despierta tarde, no le di mucha importancia, hasta
que fue pasando el tiempo y seguía sin saber nada de él.
Ya habían llegado Key y
Onew, y ya se acercaba la hora de comer.
-Sois unos gorrones,
Taemin tiene razón, os voy a empezar a cobrar alquiler.
-¡Pero si somos la
alegría de esta casa!-contestaron Jonghyun y Kai a la vez.
-Pues os traeis la comida
de casa.
Y estuvieron discutiendo
un buen rato, aunque yo no me enteraba de nada. Seguía pensando en él, ¿por qué
no daba señales de vida? ¿Que habría pasado en casa de su madre?
Comimos, y siguieron
pasando las horas. Eran ya las 7 de la tarde y Minho seguía sin salir de casa.
Así que decidí ir yo.
-Salgo un momento.-me
giré y me levanté del sofá y me fui sin darles tiempo a decir nada.
Me acerqué a la puerta
del piso de Minho y timbré, y volví a timbrar, y así 4 veces. Me iba a dar por
vencido y a volver a casa, pero en cuando di media vuelta la puerta se abrió.
Me giré y me impactó la imagen que vi. Era un Minho con una expresión completamente
cambiada, una expresión de tristeza. Tenía los ojos llorosos, aunque intentaba
disimularlo.
-¿Qué...qué te ha
pasado?-le pregunté, me temblaba la voz, me entristecía verlo así.
Dejó la puerta abierta y
entró de nuevo en su piso. Entré tras él, cerré la puerta y me senté a su lado
en la cocina. El fregadero estaba abarrotado, señal de que llevaba desde ayer
sin lavar los platos. La casa estaba bastante desordenada.
-Repetiré la pregunta,
¿qué te ha pasado?
Me miró con tristeza.
-Mi hermano...-no pudo
continuar y rompió a llorar.
-¿Qué le ha pasado a tu
hermano?
-Hubo un accidente...y
bueno...ya no está...
Los ojos se me abrieron
como platos, lo abracé con todas mis fuerzas y él se ahogaba en sus propias
lágrimas. No sabía que hacer, ni que decir.
--
Pasó un rato, y cuando ya
estaba más calmado, me explicó lo ocurrido.
Era de noche, su hermano
y un amigo estaban dando una vuelta y pasó un conductor un tanto bebido y se
los llevó por delante. Para eso le había llamado su madre. Se lo veía destrozado,
yo ni sabía que tenía un hermano, pero parece ser que era muy importante para
él.
-¿Cuando es el
juicio?-pregunté.
-No lo sé, le dije a mi
madre que yo no quería ir, que fuese ella, prefiero no verle la cara a
ese...-no pudo continuar, de nuevo caían lágrimas de sus grandes ojos.
Lo abracé de nuevo.
-¿Quieres que hagamos
algo mañana y te despejas un poco?
-Mañana es el entierro.
Me sentí idiota, debí
haberlo imaginado. Permanecimos abrazados durante un par de minutos.
El tiempo me había pasado
volando, eran ya las 8 y media.
-Bueno, preferirás que me
vaya.-le dije mientras me levantaba decidido a marcharme.
-No...-me giré
extrañado-no te vayas todavía, por favor.
Eché un ojo de nuevo a su
desastrosa cocina.
-¿Tienes algo para
cenar?-le pregunté.
-No salí de casa, con lo
cual no compré nada.
Sonreí de lado.
-Ahora vuelvo.-salí y fui
hacia mi piso.
Key y Onew me miraron
extrañados, la expresión de Key tenía incluso algo de enfado.
-¿No decías que salías un
momento? ¡Una hora y media!
-No te pongas en modo
madre ahora.
Me miró desafiante.
-¿Qué has dicho?
-Na-nada.
Fui hacia la nevera y la
abrí para ver que podía llevar a casa de Minho.
-¿Pero se puede saber que
haces? La cocina es mi territorio.-dijo Kibum, de nuevo desafiante.
-Hoy ceno en casa de
Minho, pero no sé que llevar...
-Ah, ¡espera!-dijo Onew
mientras comenzaba a abrir cajones de la cocina.
En menos de 1 minuto
tenía 4 cajas de pollo frito ante mí.
-Siempre tengo pollo de
reserva, pero como hoy Kibum no me va a dejar cenar lo que quiera, puedes
llevártelo.
Eché a reír mientras
cogía las cajas y salía por la puerta.
-¡Gracias, te debo una!
Fui de nuevo hacia el
piso de Minho, timbré y no tardó nada en abrirme.
-¿Pero de donde has
sacado tanto pollo frito?-preguntó extrañado.
-Tengo mis contactos.
Nos sentamos en su sofá y
nos pusimos a comer, la verdad es que yo estaba hambriento, y a él se le veía
igual, por mucho que lo negase. La cena improvisada fue bastante silenciosa.
Terminamos de comer y dejamos las cajas en el suelo.
-Antes de irme pienso
ayudarte a recoger todo esto, ¡que mira cómo está!
Yo mismo me asusté de
hablar así, me estaba pareciendo a Key.
-Déjalo así, mañana lo
recogeré yo.
-¡Que no!
Me levanté indignado y
comencé a recoger el salón.
-Que testarudo eres...
Se levantó él tambien y
comenzó a recoger la cocina. En poco tiempo dejamos la casa como antes y caímos
agotados en el sofá. Él llevaba una camiseta básica blanca bastante ajustada, y
las gotas de sudor caían por su torso y su espalda. Me daban ganas de volver a
hacer el amor en el sofá, pero dudo que estuviese de humor para aquello, así
que simplemente me quedé sentado en el sofá. Se quedó mirando para mí.
-¿Que pasa?-le pregunté.
-Gracias.
Bajé la mirada, sonreí de
lado y le di un beso en la mejilla.
-Se hace tarde, necesitas
descansar.-le dije mientras me levantaba.
Abrí el pomo de la puerta
y su brazo me detuvo. Me giré y me abrazó. Me estaba asfixiando con tanta
fuerza, pero no importaba. Juntó sus labios con los míos en el beso más dulce
del mundo.
-Te quiero, Lee
Taemin.-susurró a unos milímetros de mí, podía sentir su aliento.
Lo miré, le sonreí, y
volví a casa. Mis sentimientos hacia él se volvían intensos por momentos.
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