viernes, 28 de diciembre de 2012

HAPPY ENDING

- Autora: Brownie Patterson

- Twitter: @MEPP19


- Tipo: NU'EST, Ren x JR, yaoi, oneshot, +18



Quedaba una semana para mi cumpleaños, aunque no tenía gana ninguna de celebrarlo. JR no estaba en la ciudad, y celebrarlo sin él no me tenía ninguna gracia. Su madre había enfermado hacía dos semanas y él se había marchado a cuidarla, hablábamos todos los días por teléfono, y su madre estaba yendo a mejor, pero seguramente JR tendría que pasar otras tres semanas fuera. 

--

Llevábamos media hora hablando por teléfono, pero esa conversación no iba a ninguna parte.

-Ren, no seas idiota y hazle caso a los chicos, te mereces la fiesta del año.
-Si no estás tú, ¿dónde está la fiesta?
-Cuando vuelva lo celebramos los dos, pero ¿y el resto? Celébralo con ellos.
-Si ellos dicen que ya tienen todo preparado, pues que lo disfruten. Yo no pienso salir de casa.
-Hazlo por mí.
-Pero...
-Por mí.-repitió cortando lo que decía- Por favor.
-Está bien -terminé cediendo, no podía resistirme a la vocecita que me ponía, siempre se salía con la suya.
-Te quiero. -me mataba cada vez que lo decía.
-Y yo.

Siempre me quedaba destrozado tras colgar el móvil, lo echaba tantísimo de menos. 
Tenía pensado tirarme en cama y echarme una siesta, dado que esa noche había dormido fatal y tampoco tenía ganas de salir. Pero cuando ya estaba quedándome dormido sonó el timbre. Me levanté y fui lo más rápido que pude a coger el telefonillo.

-¡A ver, bella durmiente, ábrenos!

Cómo no, los tres mosqueteros: Baekho, Minhyun y Aron. Pude escuchar las quejas de Baekho mientras subían las escaleras.

-¿Pero cuando narices piensan arreglar este maldito ascensor?
-¡Baekho, sube más rápido o déjame pasar! -le regañaba Aron.

Y mientras esos dos discutían, podía oír de fondo a Minhyun cantando, como de costumbre. Al fin llegaron arriba, JR y yo vivíamos en un 5º, y al principio no suponía ningún problema hasta que se averió el ascensor. Teníamos un presidente de la comunidad bastante vago, y los vecinos tampoco mostrábamos gran interés por nada, así que eso así seguía.
Entraron los 3 y fueron directamente a apalancarse en el sofá, excepto Baekho que prefirió tirarse en la cama.

-¡Ni se te ocurra quedarte dormido en mi cama!-le grité.
-¡Claro, como la señorita no ha tenido que subir todas esas escaleras!

Cogí carrerilla y salté encima de él.

-Ay... -se lamentó- de esta me vengo, te lo juro...

Me levanté y lo dejé encogiéndose de dolor. Cuando me giré pude ver que los otros dos seguían sentados en el sofá, pero esta vez estaban comiendo como si les fuera la vida en ello.

-Que poco habeis tardado en vaciar mi despensa.
-Esto caduca mañana, era un desperdicio.-intentaba disculparse Aron.
-¿Y qué me dices de esto, Ren? ¿Has visto la de calorías que tiene? Tú no puedes comer esto, que tienes que conservar tu figura. -Minhyun se quedó tan ancho con lo que había dicho y continuó comiendo.

Fui hacia la cocina, esos dos no se habían ni molestado en cerrar la puerta de la despensa. Me calenté un café y me senté delante de ellos, asesinándolos con la mirada. Pero ni cuenta se daban, estaban demasiado concentrados en lo que estaban engullendo.

-¿Quereis algo o solo habeis venido a alimentaros y a descansar?
-Veníamos a hacerte compañía, -me costó entender lo que decía Minhyun, dado que hablaba con la boca llena- ¡que desagradecido eres!

Me fijé en que Aron se estaba riendo, se hizo el silencio y lo comprendí todo. Los ronquidos de Baekho no pasaban por alto.

-Realmente se ha quedado dormido, increíble...-dije para mí.
-Tu cumple se celebrará en mi casa, ¿te parece bien? 
-Sí, pero no quiero nada especial, Aron, ya lo sabes.
-Sí, sí, ya, ya. -dijo con una expresión burlesca.

Le dediqué una mirada asesina, bajó la cabeza y siguió comiendo. Puse la tele, y así estuvimos una hora, hasta que Baekho se despertó.

-Bueno, chicos, ¿vamos a tomar algo?
-El que me llamaba bella durmiente...
-Perdona, pero no estaba durmiendo.

Todo el barrio pudo escuchar las carcajadas que soltamos Minhyun, Aron y yo tras escuchar eso.

-¿De que vais? -Baekho se puso rojo.
-No te enfades, princesa. -le dije en venganza a lo que él me había llamado antes.

Cruzó los brazos y fingió que no había pasado nada.

-¿Salimos o no?
-Vale...-dijimos, aunque ninguno tenía un tono muy convincente.

--

Fuimos a una cafetería no muy lejos de mi casa, pedimos algo de beber y comenzaron a hablar de mi cumpleaños.

-Entonces, ¿cuantos invitados crees que debería de haber? ¿100? ¿200?
-¡Estarás bromeando! Ni que fuese una boda. -Baekho rió.
-Está bien, está bien. Si he echado bien las cuentas, seremos unos 20.
-Haz lo que quieras. -me mostré algo molesto.

Me importaba bien poco esa fiesta, seguía sin tener ganas, y si lo celebraba era porque me lo había pedido JR. Lo echaba demasiado de menos.

--

La semana pasó de una manera bastante rápida, y cuando me quise dar cuenta tan solo quedaba 1 día para mi cumple, mas yo seguía desganado.

Me desperté al escuchar el móvil, era JR, seguíamos con la rutina de darnos los buenos días, aunque fuese por teléfono.

-¿Te desperté?
-Sí...-traté de vocalizar.
-¡Pero si son casi las dos! ¿Cómo has dormido tanto?

Me sobresalté. ¿Las dos? ¿Cómo había sido posible que durmiese tanto? Yo no solía despertarme más tarde de las 11 o así, por muy cansado que estuviese.

-¿Te encuentras bien? -JR mostraba un tono de preocupación.
-Sí, sí, es solo que no me había fijado en la hora.
-¡Mañana es el día!
-Ya...
-Oh, ¡venga! Te prohibo que no lo disfrutes.
-Pero...
-Pero nada, -me interrumpió- mi madre se encuentra mucho mejor, en menos de dos semanas volveré a casa.
-Eso es mucho...
-Mejor, así me echas más de menos. 
-Te odio.
-Mentira.- rió.
-Venga, dormilón, sigue con tu siesta, o hazte la comida que va siendo hora. Yo voy a hacer tareas por aquí. 
-Vale...
-Baekho me va a informar de si te lo pasas bien o no mañana, así que más te vale que vayas aumentando esos ánimos.
-Que estúpidos sois, los dos.
-Habló de estúpidos, -rió de nuevo- hablamos mañana, ¿sí?
-Te quiero.
-Y yo a tí.

Y de nuevo se me rompía el alma tras colgar el teléfono. ¿Subir los ánimos? Lo veía difícil, la verdad.
Me levanté con intención de hacerme algo para comer, pero no había gran cosa en la nevera. Iba a vestirme y bajar a comprar algo, cuando sonó el timbre. 

-¡Pizza a domicilio!

Tendría que habérmelo esperado, era Aron. Deduje que iba solo al no escuchar quejas ni cantos por las escaleras. Llegó al fin a mi piso y entró con una energía impresionante. Se quedó mirando para mí mientras dejaba las dos cajas de pizza encima de la mesa del salón.

-¡No me digas que te acabas de despertar! -exclamó sorprendido.
-Ay, déjame. -le dije tumbándome en la cama.

Me agarró del brazo, tiró de mí hasta que terminé en el suelo y me arrastró hacia el sofá.

-Venga, ¡espabila! -me decía.
-Menudas visitas que me haceis. -protesté.
-¡Aún encima! Sé que en el fondo me lo agradeces. Apura, que se enfría la pizza.

Asentí y me senté. Realmente tenía razón, se lo agradecía. No me atraía nada la idea de tener que bajar yo a comprar algo, ponerme a cocinar y tener que fregar platos.
Ambos nos moríamos de hambre, así que comenzamos a comer y nos terminamos la pizza en menos de nada. Aron se puso a ver la tele mientras yo me daba una ducha.
Salí ya vestido, frotándome la toalla en el pelo, y Aron me miraba algo preocupado.

-¿Cómo estás?
-Bien.
-Repetiré la pregunta, ¿cómo estás?
-Me conoces demasiado.-reproché.
-Lo echas de menos, ¿no?
-Cada día más. -me senté a su lado, todavía con la toalla en la cabeza.
-Venga, en menos de 15 días lo tendrás en casa de vuelta.

No dije nada, esa conversación la había tenido hacía una hora con JR, no me apetecía revivir esa situación.

-Mañana es tu fiesta, -continuó hablando- recuérdalo, tuya. Así que ya estás dejando de lado esa expresión apagada.

Sonreí. Aron sabía como hacerme sentir mejor, y era todavía más cabezota que yo, así que no podía competir.

-Está bien. -dije finalmente, todavía con una leve sonrisa.
-¡Así me gusta! -se levantó y cogió su chaqueta- Me marcho, que tenemos que preparar las cosas para mañana.
-Te acompaño.
-¿Estás loco? No puedes preparar tu propia fiesta, ¡descansa!

Asentí mientras veía la puerta cerrarse tras él. A saber que tenían preparado esos tres, miedo me daban.
No me apetecía quedarme en casa todo el día, así que cogí el iPod y me fui a dar una vuelta. Hacía bastante tiempo que no daba un paseo solo.
Crucé el centro de la ciudad y llegué a un lugar que siempre me había parecido maravilloso. Era una especie de plaza, rodeada de un césped perfectamente cuidado, con una preciosa estatua en el centro y bancos a su alrededor. Llegar hasta ahí me había llevado media hora, decidí sentarme y subir al máximo el volumen en los auriculares. Me llevé un susto enorme cuando alguien me tapó los ojos.

-¡Tampoco doy tanto miedo!-dijo entre risas. 
-Lizzy, ¿quieres matarme o qué?

Se rió y se sentó a mi lado. Era una de mis mejores amigas, aunque hacía 2 semanas que no la veía, porque se había marchado de viaje.

-Veo que has vuelto.
-Llegué ayer por la noche, me cansé de llamarte por teléfono hoy así que salí en tu búsqueda. Y mira tú por donde, ¡te he encontrado!

Vacié los bolsillos de mi chaqueta y de mis pantalones, no me había acordado de coger el móvil antes de salir de casa.

-¡Mañana es tu día, ¿esperabas que no estuviese aquí para tu fiesta?!
-Tampoco te creas que tengo yo muchas ganas de fiesta. -tras decir esto, me golpeó en el brazo.
-Vuelve a decir eso y te daré otra más fuerte. -me regañó.
-Que bruta eres.
-Ay, ¡como echaba yo esto de menos!
-¿Maltratarme?
-Exacto.

Se rió y se levantó.

-Venga, vamos a tomar algo. 

Asentí y me puse en pie. Fuimos a la misma cafetería a la que había ido unos días atrás con los chicos.

--

-Así que todavía sigue en casa de su madre.
-Exacto.
-Y por eso estás tan desganado, ¿no?
-Las pillas al vuelo. -dije irónico, y me golpeó de nuevo.
-¡Bruta!
-¡Imbécil!

La gente de la cafetería se quedó mirando para nosotros, habíamos alzado la voz más de lo que creíamos. Bajamos la cabeza algo avergonzados, pero no tardamos en romper a reír.

-Bueno, he de reconocer que yo tambien echaba esto de menos. -dije tras darle el último sorbo a mi taza de café.
-Ya lo sabía, -sonrió- bueno, a pesar de que JR no esté, debes disfrutar del día de mañana. ¿Entendido?
-Sí, señora. -dije poniéndome firme. Lizzy alzó la mano para golpearme de nuevo pero la detuve.
-He recuperado mis reflejos. -dije satisfecho.

Me asesinó con la mirada y reí de nuevo. Nos levantamos y abandonamos el lugar.

-Bueno, se me hace tarde, te veo mañana.

Miré el reloj y eran ya las 8.

-Que rápido me pasa el tiempo hoy... -dije para mí.
-¿Eh? 
-Nada, ¡hasta mañana! -me despedí y empecé a caminar en dirección a mi casa.

--

Había llegado ya el día. Me desperté bastante temprano y no tan desganado como los días anteriores. Me duché, me vestí, me tomé un café y me senté en el sofá, como de costumbre. Solo había un fallo en mi rutina, y es que JR no me había llamado, así que decidí coger el móvil y llamarlo yo, pero para mi sorpresa no contestaba. Me quedé preocupado y a la vez extrañado. Tanta insistencia en que disfrutase del día de mi cumpleaños, ¿y ni siquiera me llamaba para felicitarme? La verdad es que me entristeció un poco.
Pasé una día bastante intranquilo, pues tampoco sabía nada de los chicos. Pero a eso de las 7 de la tarde recibí un SMS de Aron.

"Te esperamos en la puerta de la cafetería, ¡apura!"

Aún encima de no contactar conmigo en todo el día, me metían prisa. No tardé en llegar al lugar dado que ya estaba preparado, no me esmeré mucho en mi apariencia pero tampoco la descuidé. Llegué y ahí estaban Minhyun y Aron.

-¿Y Baekho? -pregunté extrañado.
-Está en mi casa, alguien tenía que recibir a los invitados.
-¿Y no se te ocurre nadie mejor que Baekho para responsabilizarse de una casa? -dije bromeando.

Aron se quedó un momento pensando, y reaccionó en seguida.

-¡Vale, apurad!

Minhyun y yo reímos y comenzamos a caminar. 
Llegamos a su casa, y me sorprendí con la gente que había. ¿No me habían dicho que serían sobre 20 personas? Estúpidos, ahí había como 40, ¿de donde los habían sacado? Saludé a todo el mundo, y en seguida apareció Lizzy ante mí.

-¡Felicidades! -dijo abalanzándose sobre mí.
-Lo que yo te diga, quieres matarme. 
-Venga, toma mi regalo, estoy segura de que es el segundo mejor de todos.
-¿El segundo? ¿Y el primero cual es? 
-Ni te lo imaginas. -dijo sonriendo. Realmente me daba miedo.

Cogí el pequeño paquete que me había dado y lo abrí con cuidado de no romper el papel que lo envolvía, era una manía que tenía.
Lizzy estaba en lo cierto, era sin duda un gran regalo. Era un brazalete del que me había enamorado 15 días atrás, lo había visto en el escaparate de una tienda que me encantaba, pero no me había decidido a comprarlo porque era bastante caro y quería reservar el dinero. 
Esta vez fui yo quien se abalanzó sobre ella.

-¡Gracias! ¡Esto compensa los moratones que me has creado en el brazo!

Ella rompió a reír y se marchó un momento. Al cabo de un rato apareció junto con los chicos y me dijeron que me sentase en el sofá, nos costó llegar hasta él a causa de la cantidad de gente que había. Cuando al fin llegamos vi que delante de mí había una gran montaña de regalos. Comencé a abrirlos y a dar las gracias a sus respectivos dueños. Cuando ya no quedaban más, miré para Lizzy.

-Sigo pensando que tu regalo ha sido el mejor de todos.
-¿Estás seguro? Date la vuelta.

Me giré y me quedé congelado. ¿JR? ¿Estaba ahí de verdad?

-Felicidades, mi amor. 

Me levanté, corrí hacia él y salté encima suya. 
Los invitados comenzaron a aplaudir ante esa romántica escena, lo cual me avergonzó un poco, pero no importaba, ¡JR estaba aquí!

Pasé la mayor parte del tiempo que duró la fiesta con él, aunque lógicamente tambien estuve con el resto de invitados. 
Cuando la fiesta terminó y ya se había marchado la gente, solo quedábamos 6. Les agradecí a los chicos y a Lizzy la fiesta y los regalos, y me fui con JR a casa. Estaba más que feliz, llegamos y ni si quiera me molestó tener que subir tantas escaleras, entramos en casa y fingí indignación hacia él.

-He estado preocupado por tí todo el día, ¡desgraciado! 

Se hizo el silencio, y noté como sus brazos me rodeaban la cintura desde atrás.

-Pero aquí estoy, ¿no? -susurró en mi oído con una voz demasiado sensual.

Me mordió el lóbulo de la oreja, y comenzó a besarme el cuello. Nos tumbamos en la cama, y se deshizo rápidamente de nuestras camisetas. Noté como sus labios comenzaban a moverse suavemente sobre los míos. Fue besándome cada vez más rápido y su lengua jugueteaba con la mía. Me acariciaba el pelo mientras separaba sus labios de los míos.

-Te echaba de menos. -susurró a unos milímetros de mi.

Nuestros alientos se mezclaban en el aire, y comenzó a besarme de nuevo. Fue bajando con sus labios, besó todos y cada uno de los centímetros de mi cuello, y continuó por el pecho. Sus dientes jugaban con mis pezones, y yo me estaba volviendo loco. Siguió bajando y noté como desabrochaba el botón de mi pantalón. En poco tiempo la ropa que nos quedaba puesta había volado. Me coloqué encima de él, y me volvió a besar con todavía más pasión que antes. Y poco a poco lo fue introduciendo en mí. Jadeé repetidas veces. De nuevo recorrió su lengua por mi oreja, y mis jadeos se convirtieron en gritos. Fue aumentando la velocidad, callaba mis gritos devorándome a besos. Cada vez se movía con más rapidez, mis piernas estaban fuertemente agarradas a su cintura y sus manos a la mía. Ya no podía callar mis gritos, pues su respiración se aceleraba a momentos y comenzaba a resollar.
Terminamos los dos sofocados, ahogados, y sus mechones se pegaban a la cara a causa del sudor. Yo seguía encima de él, estábamos quietos, resoplábamos, y nuestra respiración continuaba acelerada.

-Yo tambien te echaba de menos. -susurré.

7 comentarios:

  1. muy bueno ... me cae bien esa Lizzy es como yo

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  2. wiwi bello :3 !! ewe JR babbo haciendole sufrir mucho a Ren TTwTT

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  3. Asdsds hermoso <3 Amo el JRen *¨---*
    Awww~~ Amo a mi lindo Ren x3 Siempre tan cute y JR tan sexy *-*!

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  4. Woooo hermoso ......amo el jren......t felicito escribes muy bn ;)

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  5. Awwwww genial me gusto laparte de ultima joasjoas que pervert soy

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  6. Me encanta!! Es súper lindo >w<

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