sábado, 26 de mayo de 2012

PSICOLOGÍA ROSA

- Autora: Eva

CAPÍTULO 6: DULCE




Dulce. Si Heechul tuviese que escoger una palabra para describir la sensación que le embargaba al ser besado por Siwon esa sería… dulce. Los tiernos labios de su pequeño león le acariciaban los suyos con ternura. Siwon no lo besaba con la fiereza a la que Heechul estaba acostumbrado a besar.  No había mordiscos llenos de deseo, al contrario sus labios parecían acariciarlo, dulces caricias que no se detenían, imparables. Tampoco había pasión… pero ese contacto era adictivo- Más- pensó Heechul- quiero más.- Así que apretó más el agarre que tenía sobre Siwon y abrió más los  labios invitando a que Siwon profundizara esas leves y deliciosas caricias.

Pero su pequeño parecía reacio a profundizar más el contacto -Como no… es un caballero, pero lo siento por ti hoy te voy a besar como no han hecho todas esas zorras con las que has salido.- Como Siwon no profundizó Heechul se encargó de introducir su demandante lengua en la boca del menor. Primero contorneó sus labios y luego buscó la lengua de Siwon hasta que la encontró.

Siwon simplemente reaccionó, algo en su mente dónde todo siempre estaba calculado y perfecto desapareció. Tenía a Heechul, al demonio Heechul, entre sus  brazos. Ese hyung endemoniado luchaba por seducirle con su diabólica lengua… y lo consiguió. Siwon le devolvió el beso a Heechul con todo su ser, sin dejar de mostrarle ternura, pero con mucha más pasión. Atrapo la lengua de Heechul en su malvada danza y volvió a tomar el control de la situación.

Heechul se sentía feliz, con solo un beso aquel hombre lo llevaba al cielo, apenas se dio cuenta de cuando había deslizado sus piernas a la cintura de Siwon y tampoco notó cuando sus manos agarraron el pelo del menor para acercarlo un poco más a él. –se besaban, de una manera diferente a los besos que habían tenido ambos. Nunca un beso había sido tan intenso y delicado a la vez, sus lenguas jugaban y sus labios se separaban levemente para volver a unirse otra vez como si no pudieran vivir separados.

Siwon recobró el sentido en el instante en que se separaron para recuperar el aliento Pero… ¿qué he hecho? Soy horrible, casi me aprovecho de mi hyung. Siwon compórtate no debes caer en su juego o no podrás ayudarle.
  • Sabía que había un león dentro de ti mi Simba.- Heechul sonrió satisfecho y observó como el puro Siwon (que escondía a un maestro en el arte de besar) se sonrojaba con su cometario y desviaba su mirada hasta el suelo tímidamente. Realmente es un santo. Pensó mientras sonreía de forma divertida, con esto podría molestarle durante mucho tiempo.

Después de ese episodio Siwon y Heechul volvieron a casa. Pero para Siwon la situación era muy incómoda, aún estaba confundido por su manera de actuar con su hyung así que cuando llegó a casa se encerró en la “sala prohibida” hasta al anochecer dejando a Heechul libre durante toda la tarde.
Heechul que en estos momentos se encontraba en la cama del cuarto de Siwon quedó un poco decepcionado por la reacción de este, él que pensaba que ya le faltaba poco para conquistar a su presa pero esta parecía alejarse tres pasos cada vez que él avanzaba uno.  Aún así, recordar la reacción de Siwon después de ese beso hacía que Heechul sonriera triunfante. El muy tonto se había puesto rojo como un tomate y había corrido hasta el lavabo, una vez allí se había mojado la cara varias veces hasta que se le fue el color y luego muy tímidamente le dijo que volvieran a casa. Pero mejor que la reacción había sido el beso, ese beso tan dulce, esa dulzura que emanaba el menor, esa pureza… cada vez lo atraían más. El día de hoy había sido el mejor día que había vivido en mucho tiempo y ni siquiera había habido NADA de sexo (porqué el beso no cuenta en el escalafón de Heechul como algo sexual). En sus pensamientos andaba Heechul cuando el sueño se adueñó de él.

Siwon salió del cuarto, después de pasar la tarde en su lugar secreto sus nervios se habían calmado y había formado un plan de “cómo tratar a Heechul” ahora hablaría con el mayor y le aclararía lo de ese beso. O eso pensaba cuando abrió la puerta del cuarto  y se encontró a Chul totalmente desnudo y dormido. El corazón de Siwon empezó a latir deprisa ante esa curiosa escena.
  • ¿¡Por qué esa obsesión con dormir desnudo es que quieres matarme!?- Siwon no se dio cuenta de que había gritado esas palabras hasta que fue demasiado tarde y despertó a Heechul.
  • Simba… ¿Por qué gritas?
  • Tú… ponte algo de ropa.- Dijo Siwon mirando la pared sonrojado.
  • No, no, no… perdiste la apuesta así que me puedo presentar desnudo en tu cama si es lo que deseo.- Respondió sonriendo maliciosamente Heechul.- y yo deseo estar aquí.
  • Está bien… entonces yo dormiré en el sofá.
  • ¡NO! ¡No puedes!
  • ¿Por qué no puedo?
  • Pues… porque sigue siendo el día de Heechul y en el día de Heechul se hace lo que yo quiera. Y tengo una idea muy divertida en mente…
  • Nada de eso Heechul, ya he cumplido condena… tus derechos se pasaron cuando hiciste trampas en el juego para ganarme. Ahora ya no es el día de Heechul.
  • Aburrido, yo que quería que me hicieras la cena vestido solo con delantal… ¡y vas tú y lo estropeas! De verdad que aburrido…

La frase quedó cortada porqué de repente sonó el timbre del apartamento, Siwon fue a ver quién era y quedó muy sorprendido  por lo que vio. Ante su puerta se encontraba el joven que le drogó el otro día, pero parecía que algo malo le había ocurrido porqué sus ojos estaban rojos y su ropa desarreglada y sucia. Siwon no se preguntó cómo había conseguido su dirección ni recordó lo que aquel chico le había hecho el día anterior y simplemente lo dejó pasar con cara de preocupación.
  • Kyuhyun-shi ¿Qué te ha pasado?
  • Yo… yo… Siwon… lo siento mucho.- Lágrimas cruzaban el rostro de Kyuhyun mientras que Siwon impotente le hizo pasar a su humilde hogar y le ofreció un té caliente que Kyuhyun aceptó agradecido.
  • A ver Kyuhyun cuéntame lo que te pasó desde el principio.- Preguntó Siwon mientras arropaba a Kyuhyun con una manta. Entonces por un rápido movimiento del menor Siwon se tropezó y acabó abrazado al pequeño Kyu.

En ese momento apareció Heechul (vestido con una bata) que al ver a su compañero de trabajo haciendo cara de pena, mientras aprovechaba su actuación (estaba claro que Kyuhyun actuaba) para meterle mano a Siwon le enfureció.
  • Vaya Kyuhyun cuanto tiempo… ¿hoy no tratas de violar a nadie?- Dijo Heechul con frialdad.
  • Yo… lo siento Siwon. De verdad no pretendía… ellos me obligaron. Yo lo…
  • ¿Cómo que te obligaron? ¿Quién te obligó?- Preguntó Siwon preocupado.
  • El dueño… Yesung. Él dijo que eras peligroso así que te tenía que despachar. Pero yo no quería, y hoy él… él… él me ha…- Kyuhyun fue cortado por Heechul que indignado por lo que trataba de hacer el menor los apartó bruscamente.
  • Heechul ¿qué haces?- Preguntó Siwon molesto.
  • No te creas ni una palabra de lo que salga por esa boca. Ni una palabra, enserio -Heechul miró a Siwon de la manera más seria de lo que le había mirado nunca. Le dolía el hecho de que tal vez creyera antes el malvado de Kyuhyun que a él. Aunque no sabía bien el porqué, necesitaba que Siwon creyera en él. Pero este vacilaba entre su preocupación por Kyuhyun o creer en él.
  • Heechul no puedo dejarlo solo ¿no has visto como está?
  • ¡Pero te está engañando!
  • Tú tampoco me contaste toda la verdad cuando nos conocimos y nunca te lo he reclamado. No puedo dejar a una persona indefensa a su suerte, vamos Kyuhyun-dijo Siwon sonriendo- te acompañaré a casa.- Kyuhyun se intentó poner de pié pero se tambaleó así que Siwon decidió acomodarlo en su espalda para llevarlo hasta su auto.

Kyuhyun se subió a la espalda de Siwon y lo abrazó, si que era ingenuo ese hombre… pero también era extrañamente cálido. Sin poder evitarlo miró hacía su hyung del bar que lo observaba con odio impreso en los ojos y sonrió maléficamente. Este round lo había ganado Kyuhyun.

Heechul se quedó solo en la habitación. Kyuhyun le había ganado, maldición, ese maldito mocoso. De repente le vinieron unas ganas asesinas de borrarle esa cruel sonrisa a ese niño malvado. Pero lo que más rabia le dio fue ese maldito Siwon, ¿porqué era tan bueno con todo el mundo? ¿Es que él no era especial para ese estúpido Simba? De repente Heechul paró en seco sus pensamientos y recordó una de las primeras conversaciones que había tenido con el menor:
  • A mí me gustaría más saber acerca de ti. Eres muy guapo, ¿tienes novia?
  • No, me dejo porque era “demasiado amable con todas.”- Siwon se entristeció al recordar como la única mujer que había amado en su vida lo dejó sin ningún motivo ya que él era así, amable, pero nunca le fuí infiel.

“Ahora entiendo lo de que era demasiado amable con todas. Espera… eso no pueden ser… no, pero… ¿serán celos? ¿YO? EL GRAN KIM HEECHUL CELOS POR, POR ¿ESE?... No” La mirada de Heechul deambuló por toda la habitación hasta que dio con algo que le picó la curiosidad. Escondida entre unos libros se encontraba la foto de un bebé, Heechul la giró y leyó lo que había escrito detrás:

Para mi dulce hijo Siwon que se va a vivir sólo. Para mí siempre serás el bebé de la foto, ahora te vas para cumplir tus sueños pero recuerda que siempre tendrás un hogar. Te quiere Mamá

Heechul volvió a mirar la foto y sonrió, “Que mono… aunque supongo que tu madre tiene razón y no has cambiado tanto. Me guardaré esta foto… no espera ¡MIERDA! No puede ser… ¡Parezco una niña enamorada! No, no, no… Me equivocaba contigo Siwon, eres realmente peligroso.”





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