domingo, 20 de mayo de 2012

EL PODER DEL AMOR

- Autora: Alba

CAPÍTULO 17: DE VUELTA 


Blanca lloraba, estaba sentada en su asiento del avión y no paraba de llorar al pensar en todo lo que había dejado atrás, esa maravillosa vida con esos maravillosos chicos llamados MBLAQ se había esfumado para dejar paso a una nueva vida que iba a ser vacía y monótona, iba a volver a España sola, trabajaría de lo que encontrara, pero nada iba a satisfacerla tanto como ser la estilista de los chicos, se habían convertido en su familia, pero no podía seguir molestándolos.

Mientras, G.O iba rumbo con el resto de los chicos hacia Seúl, les había enseñado la nota y estaban todos abatidos, pero especialmente él, y para colmo Sook tenía que verle urgentemente para algo. Cuando llegaron al piso aún se podía notar la presencia de Blanca, aún se la imaginaba allí en una esquina de la sala mirándoles mientras bailaban, en su habitación aún estaban sus cosas, todo menos el collar que G.O que le había comprado, él pensó que posiblemente lo hubiera tirado después del enfado, pero no fue así, en realidad lo guardó.

Blanca llegó al aeropuerto del Prat, en Barcelona, se montó en un taxi y se fue rumbo a su antigua casa, no quería estar allí así que por el camino se había encargado de alquilar un piso, sólo fue a recoger sus cosas. Una antigua vecina llevaba una modesta pastelería y le había ofrecido trabajo allí, así que Blanca aceptó el trabajo.
Era todo muy aburrido, no le gustaba la gente, y le faltaba su dosis diaria de MBLAQ, las tonterías de Mir, la sonrisa de Seungho, las cucadas de Thunder, la chulería falsa de Joon que escondía su buen corazón y G.O, en general, le faltaba G.O, sólo de pensarlo se le escapaban las lágrimas y se tenía que esconder en la recámara para que no le vieran así.

Al cabo de un par de días, cuando acabó de trabajar se fue a su piso, no tenía ganas de salir a la calle ni mucho menos, así que decidió enchufar el ordenador, intentó resistirse, pero la tentación le pudo y puso “MBLAQ” en el buscador, le salieron miles de noticias sobre ellos, la gran mayoría ya las conocía, pero vio una nueva, y parecía que era un imán del dolor, porque no le gustó nada el titular:

G.O de la boyband MBLAQ ha dado a conocer su relación sentimental con Sook de la girlband Smiling drop.

“Lo que vi era cierto, están juntos” pensó Blanca mientras cerraba la tapa del portátil lentamente y sus lágrimas caían, ella creía que no era suficiente para G.O, pero igualmente se sentía mal, le hubiera gustado estar con él para siempre.
No soportaba esa soledad, así que decidió ir a buscar algo de compañía, pero no le gustaba la gente así que esa compañía iba a ser animal. Mientras paseaba miraba los escaparates de la tienda de animales, y vio a un perro, a un cachorro, sólo de verlo supo que tenía que ser suyo, era un husky siberiano, y nada más entrar lo compró y se lo llevó a casa. Una vez ya dentro del piso le acondicionó sus cosas y se puso a jugar con él, era macho y decidió llamarle Momo.

Hacia la mitad de la tarde lo sacó a pasear, se lo llevó hasta un pequeño bosquecito que casi nadie conocía, así estarían más tranquilos, iba llamándolo y de vez en cuando volvía con ella, pero al cabo de un rato lo llamaba y lo llamaba pero no quería volver y se fue corriendo, Blanca salió a toda prisa detrás de él chillando su nombre, y unos metros más allá vio que una figura masculina cogía a Momo, se acercó corriendo porque tenía miedo de que se lo llevaran, no obstante, el corazón se le paró de golpe cuando vio que quien tenía a Momo era G.O, que miraba a Blanca con una pequeña sonrisa en los labios.
G.O se fue acercando poco a poco a Blanca, y a ella se le iba acelerando rápidamente el corazón, no podía moverse, no entendía nada, sólo veía como G.O se acercaba lentamente hacia ella. Se postró delante de Blanca y le devolvió a Momo.

- Deberías vigilarlo más – le dijo con voz suave mostrando una tímida sonrisa.

- Qué haces aquí – le replicó ella.

- He venido por ti, no podía soportar estar alejado de ti – le contestó él.

- Lárgate con tu novia, aquí no se te ha perdido nada – dijo Blanca.

G.O iba a contestarle, le iba a explicar la verdad, pero no podía, él en realidad no estaba con Sook, pero no podía aclararlo, ella había amenazado en amargarle la vida a Blanca si G.O explicaba algo, así que su única solución era callar. (NOTA: En este fic G.O no es alérgico a los perros)

- Nadie sabe que estoy aquí, he venido de repente y lo único que tengo es dinero suelto y la ropa que llevo puesta, no tengo sitio donde dormir – se explicó G.O.

Blanca no pudo evitarlo, no podía dejar a G.O en la calle, al fin y al cabo seguía enamorada de él, así que soltando un suspiro le dijo que se quedara en su casa lo que hiciera falta y él para agradecérselo la fue a abrazar pero ella se mostró reacia. Una vez llegaron al piso Blanca le dijo que vigilara a Momo, que iría a buscar ropa a casa de su primo, que no era de marca ni mucho menos pero que algo sería y cuando volvió con la ropa y un paquete de calzoncillos y calcetines que había comprado se encontró a G.O en el sofá estirado y durmiendo junto a Momo que había apoyado la cabeza en su pecho, era una imagen preciosa, y como hacía un poco de frío Blanca con mucho cariño, sin importar lo que hubiera pasado, lo tapó con una manta y se fue a su habitación a dormir.

A la mañana siguiente Blanca se despertó y cuando salió de la habitación vio que estaba G.O jugando con Momo, y el perro en cuanto la vio fue corriendo hacia ella, G.O le siguió y fue a darle los buenos días, pero ella se apartó con la cabeza baja, por lo que él recordó que ante sus ojos seguía siendo un cabrón mentiroso y se le quitó la sonrisa de golpe. Él pensó en sus hyungs y en que estarían preocupados por él, así que los llamó y les explicó todo para dejarlos más tranquilos y en cuanto colgó se fue hacia la cocina con Blanca, la estuvo ayudando bajo un profundo silencio por parte de los dos, dado que ella estaba dolida y él quería explicar las cosas pero no podía. Acabaron de desayunar y Blanca se fue a la pastelería, donde no podía dejar de pensar en G.O, cosa que le impedía trabajar del todo bien, a medida que pasaba la tarde se fue nublando y al cabo de un rato se puso a llover, “Mierda, no he traído paraguas” pensó Blanca, pero a la hora de cerrar vio que había alguien esperándola con Momo, era G.O, e iba con un paraguas desplegado y otro en la mano. Cuando Blanca salió él le ofreció el paraguas, la había ido a buscar, dado que estaba oscuro y no quería que se mojara ni fuera sola a estas horas.

- Me da igual si me odias, pero no te pienso dejar sola, ya te lo dije una vez y te lo vuelvo a repetir, no permitiré que te pase nada – le dijo G.O mientras caminaba mirando hacia el suelo.

Blanca no contestó, en realidad en ese momento moría de amor por sus palabras. Cuando llegaron a casa Momo estaba empapado, y ellos un poco también porque soplaba viento mientras llovía, así que se secaron y entre los dos secaron a Momo, Blanca le dio a G.O la ropa que había traído para él y se cambió.
Mientras acababan de cenar en completo silencio, G.O pensaba en como ser más cercano a Blanca nuevamente, pero no sabía como hacerlo después de lo que había pasado, veía como se le escapaba, veía como cada vez el abismo que los separaba era mayor, así que en cuanto Blanca se levantó para irse a su habitación G.O lo hizo también, y la siguió.
Cuando estuvo cerca de ella la agarró suavemente de la mano e hizo que se girara, entonces, la agarró por el mentón y se confesó:

- Sabes que te amo, eres lo más importante de mi vida y no quiero estar separado de ti, por favor, perdóname – le dijo G.O.

Y sin darle tiempo de abrir la boca besó a Blanca suavemente, sin importar nada más.



No hay comentarios:

Publicar un comentario