sábado, 19 de julio de 2014

MI ROBOT, YO Y LO QUE SURJA

- Autor: Encarni Garcia Ruiz @encarnigarciar1

- Tipo: Hetero (idol x fan), +18, Siwon x fan (Super Junior), serial.



CAPITULO 3

Siwon podía ver que como el cerebro de Colette trabaja a marchas forzadas para encontrar algo en él para su tranquilidad mental. Si supiera que buscaba, la ayudaría encantado, como era su deber, pero, sin saberlo, simplemente permaneció tumbado en la cama bajo el escrutinio de ella, ahora con su erección visible al haberse ella llevado consigo las sabanas al apartarse de su lado, notable a través del fino tejido de los pantalones que llevaba.
No intento ocultarlo, ¿para qué?, si no que dejó que ella fuera consciente de ello también con los ojos, ya que su cuerpo lo había notado más que de sobra. Hasta hacia unos instantes, las caderas de ella no habían dejado de buscar esa parte de él insistentemente.
-¿Ocurre algo?.¿Deseas que te ayude de algún modo, Colette?-le preguntó, utilizando de nuevo aquella forma melosa de pronunciar su nombre.
Había notado su reacción desde el primer momento, estaba pendiente de cualquier cosa que se tratara de ella, y se lo había anotado mentalmente, solo que no se lo había hecho saber.
-Tú...-murmuró esta por fin, aferrándose a las sabanas.-¿Es verdad que todas tus partes parecen humanas?.¿Todas absolutamente?-le preguntó, mientras un rápido rubor le cubría las mejillas y bajaba sus largas pestañas sobre los ojos para que no pudiera leer nada en ellos.
Sin embargo, Siwon no era ningún idiota. Sabía a lo que se estaba refiriendo.
-¿Te gustaría comprobarlo?. Aun ni había empezado esta noche. Claro que solo si me dejas-le dijo, elevándose sobre un brazo para quedar a la altura de sus ojos, más cerca.
-No estaría mal comprobar que es así. Solo....por si acaso-volvio a murmurar ella, mirando a otro lado, incapaz de mirarlo a la cara.
No iba a esperar a que le diera un sí rotundo, así que cogió una de las manos de ella que apretaban con firmeza las sabanas y la colocó sobre su pecho, dejando que esta pudiera tocarle libremente como mejor quisiera.
-¿Notas algo fuera de lo normal?-le preguntó en voz más baja, a penas un susurro compartido entre ellos y la cama.
Colette no abrió la boca, pero paseó la mano por aquel pecho bien definido. Primero un lado, luego el otro. Tocó la clavícula, algo visible a través de aquella suave piel, sin notar nada raro o fuera de lo normal. Siendo un robot, espera encontrar partes duras, sitios donde notara las piezas de una maquinaria, pero comprobó felizmente que no era así. Allí solo podía notar músculos firmes y fuertes, huesos sólidos y suave y cálida piel.
Aun sin terminar su exploración, paso un dedo sobre uno de los pequeños brotes de él, que reaccionó por sus caricias, robandole poco del aliento que ya no le quedaba a ella, bajando la mano por el camino que se abría por la mitad de sus abdominales hasta su ombligo, sin encontrar todavía nada que la disgustara, y paseó la mano por los huesos de las caderas de ambos lados con calma antes de subir de nuevo y comprobar sus costillas, debajo del pecho que no había atendido.
En ningún momento se había molestado en observar la cara de este mientras se tomaba su tiempo en acariciarlo, pero, en ese momento, alzó la cabeza y vio los oscuros ojos de este brillar sobre ella entre los parpados entrecerrados. Era como si las caricias curiosas que le había procesado sobre su cuerpo le hubieran encendido de algún modo.
-¿Te han hecho sensible?-llegó a preguntarle a media voz.
-Todo lo sensible como para pasar por un humano normal-le contestó este mientras se acercaba más a ella.
Y, antes de que Colette pudiera preguntarle algo más, Siwon le dejo un suave beso en los labios que, por muy tierno que pudiera parecerle, escondía una gran fuerza contenida debajo.
Saber eso, que este tenía ese poder bajo él y aun así la trataba con aquella dulzura y cuidado hizo que todo ella se echara a temblar de pies a cabeza, contestando tímidamente a lo que seria el primer beso que habían tenido entre ambos.
Siwon le cogió un lado del rostro y la hizo ladearse al contrario que él, aumentando la duración del contacto de sus labios, comenzando a atender el superior con especial cuidado, como si supiera de la pequeña cicatriz que sus padres hicieron desaparecer con cirugía cuando se había caído de un muro, huyendo de los cocodrilos que tenía un amigo de sus padres en su propiedad.
Solo sus abuelos, padres y Ha Ni sabían sobre eso y solo esta ultima sabía de su miedo a que aun se notara de algún modo.
Se paseó mil y un veces por esa zona, atendiendo con cuidado el labio de abajo también, pero siempre volviendo allí hasta notar la primera caricia de su lengua, que ella recibió abriendo instintivamente la boca para él, dándole libre acceso a donde él quisiera entrar, recibiendo un pequeño mordisco juguetón en su labio superior como premio antes de que la lengua de Siwon entrara en su boca, arrastrándose sobre la suya con un lento pasar que la arrancó un gemido desde el fondo de la garganta.
Sin ser consciente aun, con su mente totalmente apagada, ascendió las manos, soltando las sabanas, por el pecho de este, disfrutando de nuevo de su piel contra los dedos, hasta que enredó los brazos en torno a su cuello, anclándose a él de aquella manera mientras este exploraba libremente a través de ella, lamiéndola, tomándola, haciendo lo que quería con ella y solo consiguiendo que quisiera más de todo aquello.
¡Guaaa!.¿Quien hubiera pensando que unos besos podrían tenerla tan perdida?. Pero la manera en que Siwon tenía de hacerlo la hacia creer que podría pasarse horas y horas perdida en sus labios, disfrutando de todo cuanto hiciera, con el calor de su cuerpo dando contra el suyo.
¡Dios bendijera a las nuevas tecnologías!, se moría por soltar, pero hablar significaría que tendría que alejarse de aquellos acolchados labios que sabían como despertarla y aquello si que no pensaba permitirlo de ninguna manera.
Sin embargo, como si le hubiera leído el pensamiento, Siwon se separó de ella y la observó, aun con sus ojos entrecerrados, haciéndola darse cuenta que no había podido respirar hasta ese momento.
Aun así, si moría ahogada de aquella manera, no le parecía tan malo.
Se negó a liberar su cuello, observando los hinchados labios de este, sabiendo que los suyos aparecerían de manera similar y, adorando aquel pensamiento, volvió a inclinarse hacia él, siendo en aquella ocasión ella quien llevaba la voz cantante, dejando de lado las delicadezas mientras invadía la boca de este con la lengua, arrasando todo lo que encontraba a su paso, observando, encantada, que el interior de su boca también era igual a la de un humano normal.
Siwon alzó las manos de nuevo por el interior de su camiseta, calentando y encendiendo la piel de su espalda mientras comenzaba a contestar a su beso con igual dureza, dejándola a un lado mientras él volvía a hacerse cargo de nuevo de su placer.
Succionó el interior de su boca e incluso llegó a morderle la lengua cuando este la retiró y ella lo siguió al interior de su boca, no disgustándole la sensación, pero pillándola por sorpresa.
Parecía que los niveles de control y tranquilidad de este estaban empezando a apagarse y que se estuviera empezando a frotar contra ella aquella erección que ya había visto y sentido, pero que ahora le parecía más real, había comenzado a asustarla, sabiendo en que había acabado aquello en sus anteriores relaciones.
Bajo las manos para colocarlas sobre los hombros de este, tratando de apartarlo, pero era obvio que no habría modo de moverlo, ya que Siwon era el doble o el triple de fuerte que ella.
Pero, al notar sus esfuerzos por alejarlo, este retiró un poco la cabeza.
-¿Ocurre algo, Colette?. Maleba (13)-le susurró este, a penas separándose de sus labios, besando estos con cada palabra que decía, despistándola de lo que quería.
-Yo...no estoy muy segura de esto-consiguió decirle, mirando sus piernas por que no se atrevía a mirarlo a la cara.
-No haré nada que tú no quieras. Pero dejame conducir esto un poco más. Solo un poco más, Colette. Y, si no te gusta, entonces te prometo parar-le dijo en un susurro, besando su oído al mismo tiempo que hablaba, arrancándole pequeños gemidos.
-¿Se...seguro que...pararás?-le preguntó ella, aun no muy confiada.
-Sí, seguro que pararé. Te lo juro-le dijo mientras descendía con los besos desde el oído por su mentón y subía a sus labios, estrechándola contra él, aun con sus brazos en torno al cuerpo de ella.
¿Cómo podía pararlo sin más cuando la confundía desde tantos puntos diferentes?. En esos momentos le estaba rogando que le dejara seguir, con un tono de voz que le prometía muchas experiencias nuevas para ella, que invadía su mente con una sucesión de vivencias eróticas que la dejaban temblando contra él, con esa voz suya que pronunciaba su nombre de aquella manera que podría transformarla en un charco en el suelo.
Una de las manos de este ascendió hasta tener su cabeza en la cuna de su mano, moviéndola para colocarla en el angulo en el que sus bocas mejor se acoplaran, permitiéndole también la libre entrada a todo lo que quisiera hacer, explorándola de nuevo con mayor urgencia, devorándola, abriéndola, tomando lo que quería y más.
Antes de que ella pudiera contestar correctamente a aquella invasión, se encontró con que este la estaba tumbando sobre la cama, inmovilizándola con el peso de su cuerpo, haciéndola más consciente de él y lo que estaba haciendo, colocándose entre sus piernas, las cuales la obligó a abrir colocando su rodilla entre ellas, dejando que a penas unas bragas y unos pantalones de pijama se interpusieran entre sus cuerpos.
Si ya no se había encontrado lo suficiente despierta para él, aquello término de despertarla.
Haciendo lo mismo que ella había hecho ante sus caricias, empezó a frotar aquella maciza parte de su cuerpo contra ella, tocando un punto que solo la hacia jadear cada vez que sus caderas descendían y que la amenazaban con perderse de nuevo en el placer si solo continuaba con aquel movimiento durante un rato más.
Se movía lentamente sobre ella, pero duro, marcando su lugar sobre ella, haciéndola mucho más que consciente, ondulándola bajo él, prometiéndole uno de los mejores viajes eróticos que tendría en su vida. Con otros hombres también había parecido así al principio, pero con él tuvo la impresión de que realmente seria de aquel modo.
Solo por la manera que había tenido de besarla le había demostrado que no era como otros hombres que había conocido.
Aunque, claro, si podía pensar un poco, él no era un hombre.
Como pudo, obligó a su cerebro a dejar eso de lado. No quería que esa clase de pensamiento les estropeara el momento.
Siwon, solo intentando estimularla más, le acabó sacando la camiseta de una vez, dejando sus pechos expuesto y por fin visibles a la luz del cuarto, haciendo que ella se sonrojara al ver como este la miraba, alzando los brazos para ocultarlos, pero él le sujetó los brazos para impedírselo.
-Eres muy hermosa, Colette. No me prives del privilegio de poder verte.
¿Quien le había dado a aquel hombre la enciclopedia para saber como tratarla?, pensó ella, relajando los brazos a ambos lados de su cuerpo, dejando que este la observara como quisiera como poco antes ella le había observado a él, notando como un ligero rubor se extendía por todo su cuerpo junto a su excitación.
-¿Me dejarás llegar hasta el final?-le preguntó este, acercando su cara a la de Colette hasta que sus alientos se entremezclaron, con un tono tan bajo que casi le deformaba la voz. El brillo de sus ojos en un hombre normal le indicaría que estaba mucho más que excitado, indicándole que había hecho un buen uso de su autocontrol para apartarse y preguntar algo como aquello.
-Siempre y cuando....te detengas cuando lo desee-le dijo ella, aun no segura con el ultimo paso.
Este asintió, con una sonrisa en los labios, y se inclinó de nuevo hacia ella hasta besarla de nuevo, volviéndola a hacer que se sintiera devorada, ahora con mucha más urgencia mientras notaba como este le bajaba su ropa interior por los muslos y más a bajo.
Intentó concentrarse en lo que este le hacia en su boca para no sentirse avergonzada por aquello y, cuando Siwon volvió a rozar su cuerpo contra el suyo, notó que ya no había más barreras que sus pieles entre ellos, soltando una exclamación de sorpresa cuando el miembro caliente de este descansó sobre su cadera, muy cerca de su destino real.
El cuerpo de ella se onduló al notarlo, descubriendo cuanto su cuerpo lo anhelaba en aquel instante, sintiendo como sus mismas entrañas parecían llamarlo. Como había conseguido tenerla así de deseosa para él era algo que desconocía y que, en aquel momento, le importaba muy poco.
Notó como este oscilaba ante su entrara, como si quisiera que notara lo que tenía entre sus piernas, pero sin cernirse sobre ella, solo logrando que abriera más las piernas para él.
Si lo que necesitaba era una invitación para que entrara, no podía darle una más clara, al tiempo que se agarraba a la espalda de él, casi obligandolo por la fuerza a que dejara que esa parte de su cuerpo que deseaba tanto entrara de una vez en ella, sabiendo lo abierta y llena que se sentiría cuando lo hiciera.
Sin embargo, él seguía describiendo pequeños círculos sobre su cuerpo, torturándolos a ambos.
-¿Tanto me deseas?-le preguntó este, sonando tan deseoso por aquello como ella.
-Sí-consiguió decir Colette a través de sus dientes apretados.
-¿De verdad?.¿Me quieres dentro de ti?-siguió insistiendo, como si la pasión que flotaba en el ambiente no le afectara en absoluto.
-¡Por Dios santo, sí!.¡Te deseo, te deseo, te deseo!.¡Así que acaba con esta tortura de una vez!-le ordenó, arqueándose en la cama, elevando los pechos y acomodando sus caderas para él.
Y, sin poder desobedecer la orden, Siwon se hundió en ella cuan largo era hasta la base de un solo empujón, dejando a Colette paralizada donde estaba, notándolo en su interior, sintiendo las contracciones de su miembro dentro de su canal como si fueran las suyas mismas, con los ojos abiertos y la boca formando una O perfecta, sin omitir sonido alguno, notando como su mismo cuerpo se obligaba a acogerlo después de tanto tiempo sin aquella invasión.
Sabía que seria perfecto, pero no tan perfecto, se dijo notándose deliciosamente abierta hasta el máximo y más, notando el pulso de este contra el suyo. Que buena idea había sido dotarlo de aquel detalle tan humano también, pensó.
Si su interior no había estado preparado para él, en aquel instante terminó de hacerlo, licuándose para él, derritiéndose por él.
Cuan maravillosa podía ser aquella experiencia cuando se hacia con quien debía, pensó mientras se acomodaba mejor bajo él, notándole aun más en su interior al hacerlo, soltando un gemido lastimero que solo sirvió para adecentar a Siwon y hacer que este empezara a moverse dentro de ella. Primero en un suave pero duro vaivén que ella sintió hasta su garganta, saliéndole al encuentro con el mismo deseo que sentía que tenía él al descender sobre su cuerpo, notando como los cuerpos se complementaban sin ningún problema.
Sin embargo, poco a poco, el ritmo de este fue subiendo, haciendo que ella sintiera la necesidad de estar más abierta para él y subió las piernas hasta tenerlas apretadas bajo los brazos de este, sobre sus costillas, quedando tan expuesta y vulnerable para él que Siwon descendió sobre ella y la beso en la frente, como si tuviera que agradecerle aquello que Colette hacia mucho más que encantada, gimiendo como un gatito cuando este se hundía hasta lo más hondo de ella, haciendo que sus paredes internas quisieran acogerlo y llevarlo aun más hondo, todo lo que pudiera para que no saliera jamás de ella.
Sus cuerpos se movieron con más descontrol, más salvajes, necesitando aun más del otro, logrando que ella se agarrara al cabezal de la cama y se anclara allí, jadeando sin intentar ocultarlo, observando la cara de este, que tenía los ojos cerrados e incluso parecía sudar, pareciendo tan humano en aquel momento y tan sumamente perdido en su unión como ella misma que logró que el corazón de Colette vibrara para él, un sentimiento tan fuerte e intenso que solo logró acelerar su nuevo orgasmo, estallando a través de ella por sorpresa, haciendo que su cuerpo hiciera un arco perfecto sobre la cama mientras se cerraba más en torno a él y notaba de manera vaga como algo la llenaba.
De no tener a su cerebro hecho una masa sin forma dentro de su cráneo, juraría que este había culminado dentro de ella, pero, claro, los robot´s de la fabrica de Ha Ni parecían estar totalmente equipados, así que aquello tampoco le extraño.
Aun respirando con dificultad, alzó las manos hasta el rostro de Siwon, acariciado los suaves pómulos de este mientras observaba como intentaba tranquilizarse también y la miraba a los ojos, haciendo que el corazón de ella volviera a dar un salto dentro de su pecho.
Aun lo sentía en su interior, adormecido tras el orgasmo de ella, y supuso que este llevaría algún tipo de sensor que lograba aquello. Cuando ella volviera a excitarse, seguro que se recuperaba, pensó.
Y su interior se agitó al pensar en volver a repetir la experiencia, comprobando que sucedía lo que había pensado.
Este aun la miraba a los ojos y cuando notó su excitación de nuevo, sus ojos volvieron a encenderse de aquella manera que le prometía muchas cosas, más experiencias como la que acababa de tener.
-¿Ya estas preparada?.
-¿Preparada?.¿Para qué?-logró preguntar ella.
-Para la segunda ronda-le indicó este, siendo para él la cosa más normal del mundo, girándose mientras la sujetaba por las caderas hasta tenerla sentada a horcajadas sobre él.-De esta manera, podrás agarrarte al cabezal mejor, te moverás como quieras y podrás verme en todo momento-le explicó, pasándose la lengua por los labios mientras observaba el lugar donde estaban unidos.
Colette se mordió el labio inferior al ver su lengua, pensando cuanto deseaba poder volver a sentirla y, antes de darse cuenta, ya se estaba moviendo sobre él, acogiendo mientras toda ella volvía a fundirse y el miembro de este volvía a crecer en su interior.
Ummm. De aquella forma, tenía una mejor perfección suya, sí. Pero seguía deseando sentir su lengua también, así que, aun meciéndose, descendió hasta poder fundir su boca con la de él, dejando que su lengua buscara la suya, insistiéndole para que batallara con ella, para que la volviera tan salvaje como antes. Y él no esperó a que insistiera demasiado.
Con las manos tan duramente apretadas en sus caderas que sentía los dedos de Siwon adheridas a su piel, este tomó el control dentro de su boca mientras solo podía alzarse para recibir los vaivenes de ella, haciéndola sentir la mujer más poderosa del planeta, como si el mundo entero estuviera en sus manos, pero su misma destrucción junto a este. Era una sensación tan extraña y apabullante, encima con él dentro de su boca, que otro orgasmo llegó de la misma forma que el anterior, apretándolo dentro de ella y haciendo que su gemido quedara dentro de él, exigiéndole que se quedara atado a ella en aquel momento.
Cuando sintió de nuevo algo llenándola, cubriendo sus partes ardientes con algo suyo, sintió que hacia lo correcto, para lo que estaba hecha, esa clase de disfrute que siempre debía de haber exigido a todos y cada uno de sus escasos amantes.
De tratarse de un humano normal, hubiera calculado si llevaba al día sus tomas de la píldora para evitar sustos, pero con él no había riesgo. Simplemente tenía que permanecer allí y disfrutar de aquello, dejando todo en sus manos, como Siwon le había indicado.
Cuando se separó de su boca, a penas capaz de que sus pulmones hicieran el trabajo para el que estaban hechos, observar la cara de este bajo ella, pareciendo tan excitado como ella, solo la invitaba para seguir con aquello durante toda la noche, hasta el alba y todo el tiempo más que pudiera, pero el cansancio ya estaba llamando a su puerta, dejándose caer lentamente sobre el pecho de este mientras lo sacaba de su interior, sintiéndose extrañamente vacía, y se acomodaba en el hueco de su hombro, con una pierna sobre la cadera de él y el talón enterrado detrás de su muslo.
Si él le dijo algo antes de dormirse, no fue consciente de ello y simplemente se dejó arrastrar a aquel dulce cansancio, con la sensación de tener todo el cuerpo satisfecho, correctamente llena y abrigada antes de que Morfeo acabara de llevársela del todo.

…...............

A la mañana siguiente, notando a lo lejos el sonido de la música de su despertador, se removió junto a un cuerpo caliente y estiró un brazo hasta lograr dar con su mesilla y apagarlo, abriendo, no sin trabajo, los ojos para contemplar el rostro dormido de Siwon.
Por un momento, solo lo observó con una sonrisilla en los labios, notando que incluso le parecía aun más bello dormido y siendo consciente que los brazos de este la rodeaban contra él y una pierna de este descansaba sobre la suya, como si más que dormir batallaran para ver quien estaba más anclado a quien.
Sin embargo, se recordó que Siwon no dormía (eso le había dicho él) y lo observó con curiosidad. Después de los esfuerzos de la noche pasada, hasta él necesitaría recargarse y cualquier maquina se apagaba durante un rato para poder volver a funcionar tan fresco como siempre.
Ese pensamiento la relajo, intentando salir de la cárcel encantadora del cuerpo de él mientras intentaba no encenderle.
Si aun no se había activado era que aun necesitaba tiempo. Y no quería ser ella la participe para activarlo sin que estuviera a su máxima de carga.
Con cuidado de no hacer ruido incluso con sus pies descalzos en el suelo, se dirigió al cuarto de baño e incluso miró de mala manera al agua de la ducha cuando esta le pareció hacer un ruido ensordecedor al caer al pie de ducha antes de desaparecer por el desagüe, haciéndola mirar a su espalda para agudizar los oídos y asegurarse que este no se había levantado.
Después de unos segundos de completo silencio, decidió que todo estaba bien y se metió dentro, disfrutando de la frescura sobre su piel caliente y su cuerpo entumecido por la forma tan rara en la que había dormido, eliminando parte del dulce agotamiento que aun la tenía atenazada y que sobre todo notaba en la unión de sus muslos, tan poco acostumbrados a semejante sesión de ejercicio durante tanto tiempo.
Enjabonándose el cuerpo, suspiró como una ninfa ante una cascada virgen, con los ojos cerrados, notando como a su cerebro le parecía gustar retrasmitirle todo lo que había sucedido la noche anterior, haciendo que sus manos se pasearan demasiadas veces por sus pechos y que la esponja ya no pareciera un mero instrumento de higiene entre sus piernas, logrando que pequeños gemidos volvieran a escapar de sus labios.
-¿Quieres que te ayude?-oyó a Siwon decir.
Y, rápidamente, se volvió hacia él, apoyado como estaba en el marco de la puerta, descubriendo que este seguía desnudo, con los ojos abiertos como platos y dejando lo que estaba haciendo.
-¡¡¡I-noma (14), bojima (15)!!!-le gritó, pareciendo que no recordaba que este ya había visto hasta el ultimo recoveco de su cuerpo.-¡¡¡Naga (16), naga,naga!!!.¡¡¡Naga ahora mismo!!!-dijo, cubriéndose el cuerpo con los brazos, pareciendo una quinciañera ante el descubrimiento de que había quedado expuesta de alguna manera.
Siwon, incapaz de desobedecerla, abandonó el baño y la esperó al otro lado de la puerta, donde ella salió poco después envuelta en una toalla y viendo que este había sido lo suficientemente sensato como para volver a ponerse los pantalones del pijama.
-¿Batji (17)?-le preguntó, intentando no parecer tan avergonzada como se sentía, mirando a cualquier otra parte menos a él.
-No he visto nada que no hubiera visto o tocado ya-explicó este en toda su sencillez, haciendo que esta rápidamente volviera a sonrojarse.-Pero, si te incomoda de algún modo que te vea así, intentaré evitarlo todo lo que sea posible-le dijo, ya moviéndose hacia la puerta del cuarto para bajar.
Por eso mismo se sorprendió cuando la mano de ella en su brazo lo detuvo.
-No es que me moleste ni incomode...Es solo que....me has pillado por sorpresa. Te prometo que no tendré una reacción tan infantil.
Al mismo tiempo que el sonrojo la cubría por entero, se vio arrastrada hacia los brazos de este, que la tuvieron rápidamente protegida contra su pecho, perfectamente definido sin ninguna prenda en medio para impedir su percepción.
Y su corazón volvio a saltar de aquella manera, como si estuviera haciendo pino-puente dentro de su pecho mientras notaba unas ganas irrefrenables de abrazarse a él al mismo tiempo y no soltarlo en todo el tiempo que le fuera posible.
Pero, cuando ya ascendía las manos para hacer eso, la voz de este la detuvo.
-¿Se va a pasar toda la mañana en su despacho, Colette?-le preguntó, devolviéndola de un puntapié en el trasero a la realidad.
Apartándose bruscamente de él, asintió.
-Así es. Debo trabajar en el traje de novia de Ha Ni. Aun me quedan algunos detalles que escatimar para que quede perfecto, así que no me molestes hasta que acabe-le dijo, metiéndose de nuevo de cabeza al baño, intentando controlarse a si misma y explicarse el por qué de aquellas reacciones que estaba teniendo con él.
Siwon, siguiendo su pedido, abandonó la habitación y se dirigió al piso de abajo, donde empezó a preparar el desayuno, pensando que su dueña aun necesitaba más tiempo en el baño.
Mirándose en el espejo del cuarto, aun no demasiado empañado por el agua caliente que utilizaba incluso en aquellas fechas para poder lavarse el pelo, observó su cara sonrojada en el espejo, colocando las manos sobre el frío material del grifo, y se preguntó a sí misma que demonios era lo que le estaba pasando.
¿Había tenido una buena sesión de sexo y ya se creía enamorada hasta las trancas?.¿Qué era?.¿Una colegiala inocentona?. Además, si aquello no era de por sí una de las cosas más estúpidas que le habían pasado jamás, la persona por la que su corazón latía como un tambor en el campo de batalla (18) era nada más y nada menos que un robot, un artefacto construido por el hombre. Muy atractivo, masculino y bien hecho, pero maquinaria al fin y al cabo, como bien podían ser su tostadora o la televisión.
Siempre se había caracterizado por tener una buena cabeza colocada sobre los hombros. Pero, tras una noche, solo una noche, todo eso...¿se había echado a perder?.
Consiguió sobrevivir a la soledad, a la sensación de abandono por sus padres, a los prejuicios de la gente y consiguió salir adelante por sus propios medios, trabajando duro para ello. Y, sin embargo, todo eso se había ido por la borda por...¿un robot?.
Era completamente ridículo e inimaginable para ella.
-No seas estúpida y despierta de una buena vez. Esa cosa no es humano, por mucho que lo parezca. Mientras tú te haces vieja, él siempre permanecerá igual de atractivo que ahora, seguirá tratándote del mismo modo que ahora. E incluso puede ser que se estropee cualquier día de esto ante la más mínima tontería, así que abre los ojos de una vez, hazte un nudo en el corazón y continua con tu vida como siempre has hecho-se dijo de manera acusadora, casi gritándole a su reflejo, apareciendo todo lo enfadada que se podía obligar a estar.
Sus ojos brillaban, pero no sabía si era por el enfado o por las lágrimas que le picaban en los bordes de los ojos, sin saber de donde demonios habían salido.
Decidiendo ignorar a estas ultimas, apartó la vista del espejo e hizo correr el agua del grifo, lavándose la cara con fuerza.
Se secó con la toalla que llevaba puesta y salió a su cuarto, ahora vacío, para poder ponerse algo de ropa cómoda encima antes de bajar y encargarse de su trabajo, recordándose que tenía una boda que se le echaba encima y que aun tenía cosas que terminar antes de que llegara esa fecha.
Con unos pantalones cortos negros y una camiseta verde de tirantes que casi le dejaba el ombligo al aire, asegurándose que el sujetador no revelaba nada bajo esta, bajó las escaleras rápida, pero decididamente a hacer lo que se había dicho en el baño. Hasta que, al girar tras descender las escaleras, se encontró a Siwon en la cocina, preparando el desayuno, que se volvio hacia ella al sentirla llegar, dedicándole una enorme y preciosa sonrisa que la dejó totalmente desarmada en el lugar.
-Me he tomado la libertad de preparar el desayuno. Espero que todo este a tu gusto, Colette-le dijo este, de la forma más inocente posible.
Y su forma de pronunciar su nombre, con aquella sonrisa en los labios, consiguió deshacer fácilmente cualquier nudo que ella hubiera estado consiguiendo formar en su corazón, haciendo que este volviera a saltar mientras se acercaba a él y sabía que, por mucho que se dijese o intentara, iba a seguir atada a aquel tipo, por muy robot que fuera.
-Cualquier cosa que hayas hecho seguro que estará bien-le dijo, sentándose en uno de los taburetes de la cocina.
Ganándose de nueva una de las sonrisas que conseguían transformarla en chocolate fundido.



(13): Maleba: Dímelo
(14): I-noma: Cabrón-Gilipollas
(15): Bojima: No mires
(16): Naga: Vete
(17): Batji: ¿Viste?
(18): Un tambor en el campo de batalla: Antiguamente, los primeros tambores que se utilizaron en las acciones bélicas se empleaban para causar mayor sensación de estrépito, lo que, en principio, diezmaba los ánimos de el ejercito enemigo y le hacia creer que sus adversarios eran mayores en número a través del sonido.




No hay comentarios:

Publicar un comentario