sábado, 19 de julio de 2014

MI ROBOT, YO Y LO QUE SURJA

- Autor: Encarni Garcia Ruiz @encarnigarciar1

- Tipo: Hetero (idol x fan), +18, Siwon x fan (Super Junior), serial. 


CAPITULO 1


Colette observaba con los ojos entrecerrados a aquel hombre que se encontraba de pie en mitad de su salón, solo luciendo una chaqueta verde con capucha,ocultando su pelo oscuro, que dejaba a la vista a la vez un pecho espectacular, sobre el que a más de una le gustaría untar mantequilla, con unos pantalones anchos de camuflaje que le hacia parecer un estupendo ser salvaje, al tiempo que se cruzaba de brazos en su sofá, aun sin estar convencida de aquello.
Estaba al tanto del avance de la ciencia en lo que al campo de la robótica se refería, pero aun le parecía increíble que la ciencia hubiera conseguido que un robot, con todos los mecanismos que este utilizara para moverse, pudiera parecer tan humano y tan sumamente masculino.
Por el modo en que este le estaba clavando sus oscuros ojos marrones, podría haberse derretido allí mismo si se hubiera tratado de un hombre de verdad, pero en su cabeza no dejaba de resonar que aquel, por mucho que lo pareciera, no era un hombre aunque sus partes se asemejaran.
-Repíteme otra vez el por qué va a estar esto aquí-le preguntó a su amiga Ha Ni, volviendo su cabeza hacia ella, sentada a su lado, haciendo que su largo cabello ondulado castaño oscuro formara un abanico perfecto que el robot no pasó por alto en su observación hacia ella.
La mujer que le había llevado allí le dijo que seria un regalo para una amiga y que debía complacer a esta de todas las maneras en las que le fuera posible, que, obviamente, eran muchas.
-Sabes que me iba a mudar de aquí para irme a vivir con Kyuhyun (era el novio de esta), así que se me hacia un nudo en el corazón al saber que ibas a estar sola en esta enorme casa, sin mi por aquí para alegrarte el día. Así que, como has podido ver que el trabajo de los chicos de la fabrica de mi padre va tan bien, pensé en darte este pequeño presente antes de irme-le dijo, señalando al robot aun inmóvil ante ellas.
Y al hacerlo, Colette volvió a fijar sus ojos marrones claros, resplandeciendo en dorado con la luz, de nuevo en aquel ser que seguía de pie sobre su alfombra, la cual le había costado unos 1200 dólares cuando había visitado a sus abuelos en Estados Unidos la ultima vez que fue a verlos. No le hacia ninguna gracia que aquel ser pudiera hacerle algo a esa alfombra o cualquier cosa de su casa sin querer mientras estaba allí.
-Pero yo ya vivía aquí sola antes de conocerte a ti hace 4 años.¿Por qué me iba a sentir sola ahora?-intentó rebatir ella.
Sin embargo, Ha Ni no era una de esas chicas que se rendían rápido. Al notar que su amiga no parecía tan contenta como ella ante aquel regalo, frunció el gesto y le dirigió una mirada dolida en sus claros ojos marrones, haciéndola sentir culpable sin tener razones reales para ello.
-Yo soy adictiva. Una vez que falte, me vas a echar de menos. Y esa es la función de aquí nuestro amigo. Impedirte que puedas echar nada de menos mientras te gastas todo ese dinero que tus padres no te dejan de mandar desde algún puñetero lugar del mundo donde se encuentren ahora.
-Creo que ahora andan cerca del Amazonas-comentó Colette de manera distraída mientras examinaba de nuevo al robot sin encontrar ningún punto imperfecto, cruzando sus largas piernas para acomodarse mejor al lado de su amiga, en su sofá blanco que tanto adoraba, ya que fue un regalo de su abuela coreana cuando dijo que se independizaba, al tiempo que el robot seguía teniendo todos sus sentidos puestos en ella.
Midiendo un metro setenta y cinco, Colette era más altas que la mayoría de mujeres en Corea, sin duda sacado de la familia americana de su padre, de donde también había sacado su extraño color de ojos. Su madre también tenía el cabello ondulado y los ojos grandes, por lo que la gente solía decir que eran muy parecidas cuando era niña y esta aun se quedaba con ella mientras su padre se encargaba que las empresas familiares siguieran a flote. Y, claro, nadie podía negar que era una belleza. Con la piel clara, largas pestañas y labios lo suficientemente llenos como para invitar a besarlos, nadie podía negar que era una de las chaebol´s (1) más conocidas e envidiadas dentro de su mundo.
Sin embargo, la presencia de aquel extraño robot en su piso de dos plantas seguía sin convencerla. Había vivido sola y podía volver a hacerlo.
-Yo....no sé...
-Vamos, Col. No me dirás que no es una alegría para la vista. Miralo. Chal senguiota (2)
-Si no estoy negando eso, pero me parece innecesario la presencia de este robot en mi casa. En serio que no tenias que tomarte la molestia.
-Pero...¿qué dices?. Encima de que te has tomado vacaciones en la empresa de moda para poder ayudarme con los preparativos de mi boda como la madrina que eres, aligerándome el peso que llevo encima, me has ayudado siempre que has podido y me dejaste vivir aquí cuando supiste que me había peleado con mi padre cuando me montó aquella cita pactada con aquel idiota. Si no hacia algo por tí, me sentiría la peor persona del planeta-le dijo, volviéndole a dirigir la mirada dolida, ahora con un tercio de mirada de cachorro abandonado.
-Esta bien, esta bien. Ya no te discutiré más. Pero, si me da algún problema, en lo más mínimo, te juro que lo mando de vuelta a la compañía de tu padre. Aun no me fío de estos robot´s multi-tareas que no dejan de crear-le dijo señalando a este, dirigiéndole una mirada clara de desconfianza.
Ha Ni solo sonrió mientras volvía a ponerse en pie para dirigirse a la puerta, como momentos antes se había sentado, entrando como un huracán con aquel robot.
-Estoy segura que no tendrás ningún problema. Espero que cuides bien de Siwon. Es uno de los mejores modelos que tenemos hasta ahora y estoy segura de que te sorprenderá en más de una manera-le dijo, guiñándola un ojo, traviesa, antes de volver a desaparecer por la puerta.
Colette solo se quedó de pie delante de su sofá, sin saber que hacer, abrazándose a ella misma a pesar que estaban casi en Julio.
Su pantalón corto blanco y su camiseta de tirantes color azul zafiro así lo demostraban, descalza como iba por la casa gracias al parqué del suelo.
Cuando el ruido de la puerta hacia mucho que había desaparecido, Colette comenzó a volverse muy lentamente hacia aquel hombre-robot que ahora ocupaba su salón, llenando el gran espacio que era este, como si la casa misma se hiciera eco de su presencia.
-Así que...-murmuró esta.-Te llamas Siwon,¿no?.
-Así es.¿Cómo debería llamarla a usted?-le preguntó este a ella muy educado.
Los ingenieros de la empresa del padre de Ha Ni no parecían haber olvidado los buenos modales.
-Oh. Como gustes. Supongo....que no habría problemas en que me llamaras por mi nombre-le contestó, dandose golpecitos en su muslo derecho con el puño, un gesto que hacia siempre que estaba nerviosa y que nunca había podido contener.
Siwon se dio cuenta de ello, pero no comentó nada al respecto.
-De acuerdo. Si así lo quiere, así lo haré, Colette.
Extraño, pero, en la forma en que este había dicho su nombre, el punto bajo y la forma de arrastrar las ultimas letras, le había echo que un rápido escalofrío la recorriera de arriba a bajo.
Rápidamente, clavó la vista en este para ver si se había percatado de ello, pero si lo había hecho, no dio señales de ello, lo cual Colette agradeció.
Se sentía ridícula por reaccionar así solo al oír su nombre dicho por un robot.
-Umm. Yo....tengo que hacer los últimos retoques en el vestido de novia de Ha Ni, así que estaré trabajando en la habitación que esta al lado de las escaleras-le dijo, señalando a su espalda.
El salón era enorme por que estaba abierto y conectaba con el recibidor y la cocina, que solo se separaba con una pequeña barra de obra. Las únicas habitaciones que habían en esa planta eran un baño al entrar a la izquierda, el despacho de Colette al fondo y un armario enorme para sus enredos en frente de la puerta del baño.
Al subir las escaleras, casi enfrente de la puerta del despacho de esta, había un gran recibidor que daba a la gran habitación de ella al fondo, contando con un amplio balcón que dejaba a la vista un hermoso paisaje de Seúl, dos habitaciones al lado derecho y otro cuarto de baño en frente, que conectaba con una puerta interior al cuarto de ella.
Siwon pareció repasarlo todo con sus ojos oscuros desde allí, finalmente asintiendo.
-¿Y qué quiere que yo haga mientras?.
-Pues...no sé. Da una vuelta por aquí, pero no rompas nada. Hazte una idea de la casa y eso, ya que parece que vas a estar aquí por una temporada-le contestó volviendo a darse aquellos golpecitos en el muslo y mirando a su alrededor, como si aun no se creyera que estuviera hablando con un robot en su propia casa.
-Tiene una casa muy bonita-puntualizó este.
-Gracias. A pesar de que trabajo, mis padres creen que si me mandan dinero, su ausencia durante casi toda mi vida será recompensado, así que, harta que siguiera aumentando en mi cuenta bancaria, decidí gastarlo en todo lo posible.
Al decirle aquello, Siwon asintió, pero ella frunció el ceño.
¿Por qué le explicaba esas cosas de su vida a un simple robot?. Si llegaba a entender aquello, tampoco es que en realidad le importara. Él había sido creado por personas, viviendo en una fabrica y siendo diseñado para servir a otros. No podía comprender aquellos aspectos de su vida por los que ella aun se sentía tan dolida.
-Su vida no parece haber sido fácil-le dijo este, aun asintiendo, haciendo que ella lo mirara, con sus ojos bien abiertos.
¿De verdad lo había comprendido?. Siempre había temido hablar de aquellas cosas porque la gente podía pensar que solo eran las quejas de una niña rica, pero aquel robot de verdad parecía entender por lo que había pasado, viviendo en la casa de sus ambos abuelos un tiempo con cada uno en distintos países, llendo a un piso comprado por sus padres a sus 15 años y yéndose a vivir sola a los 18 solo para poder decir que vivía sola por elección propia y no porque sus padres siempre estuvieran de viaje.
Aun sin salir del todo de su propia impresión, agito la cabeza y se dio la vuelta.
-Pues bien....No...me molestes mientras este trabajando y mira lo que quieras de la casa-le dijo, corriendo poco después a su despacho.
Siwon simplemente se quedó allí, mirando como ella se alejaba, con su cabello suelto agitándose tras ella y con aquel cuerpo bien definido visible con aquella escasa ropa.
En verdad que no había podido acabar en una casa mejor.

…..................

Cuando Colette se puso en pie, tras coser unos últimos detalles en el bajo del vestido de su amiga, notando como su espalda crujía, se dijo que era tiempo de dejar de trabajar en el vestido por ese día y pasar a otra cosa.
La boda era al mes siguiente, así que estaba diseñando un vestido sin mangas que se ceñiría el pecho de su amiga, favoreciendo un pecho que no era muy grande, pero que por ello hacia más bonito a aquel diseño, dejando la espalda al aire. Las pequeñas perlas se ajustarían en la parte superior, justo en el nacimiento de los pechos, combinando con las joyas que sabía que ella iba a llevar y sobre la suave tela de la larga falda había colocado otra capa de una tela transparente con brillo, con lo que cada paso de Ha Ni la haría brillante.
Estaba cosiendo unas pequeñas flores y plantas en el bajo del vestido porque sabía que a su amiga le encantaba y porque el velo estaría decorado de la misma forma.
Si continuaba con aquel buen ritmo de trabajo, estaría terminado antes de lo que ella misma esperaba, se dijo, asintiendo para sí mientras daba unos pasos hacia atrás y contemplaba sin prisa su trabajo hasta la fecha, quedando más que satisfecha con lo que veía.
-Pero aun tengo que asegurarme que los centros de mesa en el restaurante estarán listos-se recordó, siendo como era la madrina.
Dejando sus herramientas de costura sobre un taburete al lado del vestido, ignoró su mesa de trabajo, al que ni siquiera miraría por ese mes, y el resto de vestidos que estaban a medio hacer en otros maniquís a su alrededor, y salió de la habitación mientras se desperezaba, haciendo que su espalda crujiera deliciosamente y la hiciera sentir mejor.
Miró hacia el salón, pero, claro, durante horas como había estado encerrada en su despacho, debería haber supuesto que el robot, el tal Siwon, le haría caso y se iría a explorar la casa. Y pensar que no tenía ni idea de donde estaba en su propia casa no la hizo sentir muy bien.
Se aseguró que no estaba en la cocina ni en el baño de abajo, así que abrió el armario del otro lado, encontrándose, no sin sorpresa, que este estaba perfectamente ordenado. Siwon debía de haberlo hecho durante su exploración y había conseguido encontrar estanterías debajo de todos los trastos que ella había metido allí casi sin mirar donde caían.
Cerró la puerta con cuidado, aun sin creerse que su montaña de cosas ya no estuviera allí, amenazándola con enterrarla viva, y subió al piso de arriba para ver si allí había mejor suerte.
Revisó el baño y los dos cuartos de invitados, que ahora relucían como si les hubieran hecho una pasada a fondo, y, aun no sin estar del todo segura, miró hacia su cuarto.
Aunque no estaba por ningún lado de la casa,¿qué iba a estar haciendo en su habitación?, se preguntó con una pequeña sonrisa tonta en la cara.
Sin embargo, sus pasos no tardaron mucho en ir hacia allí precisamente.
Al abrir la puerta, encontró a Siwon en el lado izquierdo, frente a su cómoda, con sus braguitas azules de encaje en las manos.
-Hola-le dijo este sonriendo, como si nada.-¿Ya ha terminado de trabajar, Colette?.
Pero ella no contestó ni dio pie para que el escalofrío volviera a correr por ella ante la mención de su nombre, si no que corrió hacia él y le quitó su ropa interior de entre las manos, con las mejillas tan sonrojadas que no sabía porque no le explotaban.
-¿Qué haces con esto en las manos?-le dijo, poniendo la ropa bajo las narices de Siwon, aun sonrojada, pero igualmente enfadada.
-Estaba guardando la ropa que acababa de lavar-le contestó este con calma, señalando la cama de esta tras él, donde había una montaña de ropa de ella perfectamente doblada y planchada.
-No...no tenias por qué hacer eso-le dijo ella, notando como su enfado se esfuma al ver lo que se había esforzado en su primer día.
-No era ningún problema. Así Colette podía tener más tiempo libre-le dijo este, dirigiéndole una preciosa sonrisa que la dejó sin aliento por unos instantes.
Que la robótica hubiera avanzado tanto para crear un robot tan perfecto como aquel era algo que la tenía entre sorprendida y agradecida.
Nunca se había abierto demasiado a la gente por temor a que estos solo se interesaran por ella debido a su familia y su dinero, pero la ciencia y la tecnología habían conseguido crear aquel magnifico hombre, perfecto físicamente, hermoso, que sabía escucharla y fingir que la entendía, ordenaba y limpiaba la casa y podía dejarla K.O. con una sonrisa.
¿Qué más podía pedir?.
Aun a pesar de sus remilgos a que este estuviera en su casa, no pudo evitar contestar la sonrisa de este con otra suya, antes de volverse y dirigirse de nuevo al piso de abajo.
-Voy a hacer algo de cenar.¿Tú puedes tomar alguna cosa?.
-Estoy diseñado para comer cualquier tipo de alimento, así que no tienes que preocuparte-le contestó Siwon, caminando pocos pasos tras ella.
Colette solo asintió, sabiendo que no olvidaría eso.
En realidad, cuando estaba sola, no vigilaba lo que comía ni se preocupaba por cocinar, ya que siendo solo ella, le parecía una perdida de tiempo. Pero, si este podía comer cualquier cosa (que cosas podían inventar ya), tendría más cuidado en el futuro. Ha Ni también debía haber pensado en eso cuando lo había traído a casa.
Cada vez agradeciendo más a su amiga por el favor, sacó cosas de los armarios, miró el frigorífico y cogió las verduras que hacían falta para preparar unos platos de Hiyashi chuka (3) mientras Siwon se sentaba en uno de los taburetes de la barra de la cocina y la observaba prepararlo todo en silencio, observando con agrado que ella parecía feliz.
-No es que la cocina sea mucho lo mio, pero he hecho lo que he podido-se disculpó de antemano, colocando un plato, cuando acabó, delante de él mientras ella se sentaba en el taburete de al lado.
-Seguro que estará delicioso-aseguró él, dirigiéndole una pequeña sonrisa.
-¿Cómo puedes saberlo?.Ni siquiera lo has probado aun-le dijo Colette a su vez, intentando contener el sonrojo que le pugnaba por llegar a sus mejillas.
-Porque lo has hecho tú-le dijo Siwon con toda su sencillez, cogiendo el tenedor.
Pero, precisamente por ello, lo hacia más encantador.
``Kiowo (4)´´,pensó Colette, sin ya poder evitar que las mejillas se le sonrojaran sobremanera y, aun sin apartar los ojos de él, mientras Siwon se llevaba el primer bocado a la boca, su mano dio contra el vaso de agua, que se cayó sobre la mesa, haciendo que todo el contenido corriera por la lisa superficie hasta los pantalones de este.
-¡Omo!.¡Miane!-exclamó Colette (N.del A:¿en serio tendré que poner lo de ``Dios. Perdón´´?), poniéndose en pie de un salto, haciendo que Siwon hiciera otro tanto de lo mismo a su lado mientras miraba sus pantalones calados.
-No pasa nada. Ha sido un accidente-la tranquilizó él, cogiendo una servilleta encima de la barra y tratando de quitar algo de agua de la prenda.- Se secará enseguida.
-Pero no puedes ir por la casa con la ropa mojada-le dijo Colette, cogiendo más servilletas y pasándoselas a él rápidamente, las cuales Siwon aceptó con calma.
-Soy un robot, así que no puedo resfriarme-le recordó este.-Además, no tengo más ropa que esta, así que no puedo cambiarme aunque quisiera.
-¿No tienes más ropa?.
-En la fabrica no nos diseñan con un armario-le explicó este con una pequeña sonrisa en los labios.
La inocencia de ella ante algo tan lógico parecía hacerle sonreír.
-Pues necesitaré comprarte ropa. No puedes ir siempre con lo mismo y se puede manchar en cualquier momento-recalcó, señalando los pantalones actualmente empapados.-Tienes que tener al menos unas cuantas prendas para cambiarte mientras que otras se lavan.
-¿Quiere eso decir que me comprarás ropa, Colette?-le preguntó este, mirando la cara de esta mientras ella seguía pendiente de sus pantalones, como si por mirarlos, fueran a secarse antes.
-Pues sí, tendré que hacerlo, ya que se supone que eres mi robot. Ha Ni no estaría contenta si ve que no te trato bien. Pero, aunque sé que no puedes enfermarte, me pone nerviosa verte con esas ropas mojadas-le dijo esta.
-Oh. No hay ningún problema. Me las quito-dijo este tranquilamente, llevándose las manos al cierre de estos.
Colette se quedó un momento sorprendida, no esperándose para nada esa reacción por parte de este, así que no pudo volverse como habría querido a la suficiente rapidez para darle algo de intimidad a este, quedando grabada en su retina la imagen de unos bóxer negros y ajustados sobre una zona tan delicada y ligeramente abultada.
Se giró rápidamente cuando se dio cuenta de lo que este estaba haciendo, notando como su cara ardía de nuevo por mucho que se dijera a sí misma que aquel hombre solo era un simple robot domestico.
-Voy a ….traerte una toalla para que te tapes-le dijo esta, tapándose un lado con la cara con una mano.
-No hace falta. También estoy cómodo así-le dijo Siwon.
-Pero yo no-murmuró ella mientras echaba a correr hacia el cuarto de baño de abajo en busca de una toalla.
En el rostro de este no pudo evitar formarse una sonrisa ante aquello.



*(1) Chaebol: Sucesor de una empresa o compañía.
*(2) Chal senguiota: significa``qué guapo eres/ es´´. Se dice solo de los chicos.
*(3) Hiyashi chuka: es una ensalada de fideos fríos.
*(4) Kiowo: significa`` qué mono/a´´. Se puede decir de una cosa o de una persona.



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