LEGEND OF 2PM

- Autora: Alba 

- Twitter: @NKHrapBLAQ 

 - Tipo: 2PM, idol x fan, +18, hetero, serial

CAPÍTULO 7

- Buenos días dormilona - Minjun despertó a Sunhee por la mañana besándola en frente.

- Mmmmm... Buenos días - estaba algo desconcertada, él rió. Al intentar incorporarse las heridas le molestaron, estaban empezando a cicatrizar, hizo un gesto de dolor.

- A ver esos pies... - Minjun desenvolvió un poco una de las vendas - Hay que cambiar el vendaje, ¿quieres ducharte? Así limpiamos la herida otra vez.

Sunhee asintió con la cabeza y él la llevó al baño envuelta en la sábana, cuando la dejó en la bañera se salió y le dijo que llamara a la puerta cuando estuviera. En la ducha empezó a recordar la noche anterior, un malestar recorrió todo su cuerpo al acordarse de por qué estaba allí, pero también se sonrojó al recordar lo ocurrido con Minjun, dios santo qué vergüenza. Era el segundo chico con el que hacía eso, pero fue veinte millones de veces más dulce, de hecho era dulce todo él, en cualquier situación. Acabó de ducharse y después de cubrirse con una toalla, llamó a la puerta y él entró.

- Hueles a Wooyoung, te habrás puesto su champú - dijo después de besarla, ambos rieron. "Vaya, me ha besado" pensó ella, sonrió - Venga, curemos esto.

Minjun hizo que se sentara y la curó, al acabar se inclinó y la besó de nuevo, acariciando sus mejillas, ella rodeó su cuello y le devolvió el beso, pero él la interrumpió antes de que la cosa llegara a más.

- Sunhee, espero que no te siente mal, pero he ido a tu piso a buscarte ropa limpia porque realmente sólo tienes el pijama. La puerta estaba abierta y... - suspiró al pensar en por qué se la había dejado así. Minjun la abrazó - Estaré en la cocina cuando acabes.

Sunhee empezó a vestirse cuando él salió, vio que le había traído unos vaqueros cortos y una camiseta blanca, se agradecía porque empezaba a hacer calor. Además, en el suelo había dos pares de calzado, unas bambas y unas zapatillas mulliditas, era tan precioso él, había pensado en todo, incluso en sus heridas, eligió las zapatillas. Al coger la ropa vio unos sujetadores y unas braguitas, se ruborizó y se llevó las manos a las mejillas muerta de vergüenza, de todos modos acabó de vestirse rápido y bajó a la cocina, donde estaban todos desayunando.

- Vaya, hola - dijo Junho al verla aparecer, bastante sorprendido, igual que el resto de los chicos exceptuando a Minjun.

- H-hola - en realidad se sentía muy violenta en ese momento.

Minjun se acercó y cogiéndola por la cintura tiró de ella para que se sentara a desayunar, el resto estaban desconcertados por esa escena. Le sirvió el desayuno e hizo un gesto con la mirada para que el resto siguieran con lo suyo, obedecieron, aunque no todos.

- ¿Cómo es que anoche oía el cabecero de una cama dando contra la pared pegada a mi habitación? - dijo Chansung con sonrisa pícara, Sunhee casi se atraganta.

- Deberías limpiar un poco, debes tener ratas - Chan rió ante la respuesta de Minjun.

- Sí, será eso...

- No te preocupes, mi dormitorio no da al suyo - le susurró Minjun. Ella se sonrojó.

Al acabar de desayunar quiso fregar lo que había ensuciado pero no la dejaron, entonces le dio las gracias por todo a Minjun y le dijo que se marchaba para coger unos libros, pero no le permitió ir sola y aunque ella se negó varias veces, fue como hablar con las paredes, insistió en acompañarla en coche. Cuando llegaron él le dio las llaves que había cogido al ir a buscar la ropa, abrió poco a poco y con mucho miedo, Minjun le dio la mano y entraron juntos.

- Los libros están en la habitación - el ambiente estaba muy cargado, pero fueron a buscarlos. Sin embargo se encontraron con algo terrorífico - Qué... qué es esto...

La habitación estaba toda revuelta, pero eso no era lo más espeluznante, en la pared estaba escrito "Sunhee" en un rojo intenso.

- Cuando he venido a buscarte ropa antes no había nada de esto... - dijo Minjun mientras la abrazaba y dejaba que se apoyara en su pecho para llorar.

- Tengo miedo, tengo miedo... - sollozaba.

- Sunhee, coge maletas, mete dentro lo que necesites con más urgencia, esta tarde los chicos y yo pasaremos a buscar el resto de cosas. Te vienes a vivir con nosotros.

En aquel momento estaba tan aterrorizada que no pudo rechazar aquello, por eso le hizo caso y ambos empezaron a coger libros, ropa, diversos papeles y tarjetas importantes... Entonces vio algo que le llamaba la atención, en un cajón entreabierto asomaba un joyero, el joyero en el que guardó el colgante que aquella misteriosa anciana le regaló hacía algunas semanas, no sabía si debía ponérselo o no, pero algo en su interior le decía que lo hiciera, hizo caso a su corazonada y se lo puso. Cuando acabaron de guardar la ropa esencial y los libros ella fue al baño a poner varios productos de higiene en un neceser, cuando estaba frente al espejo se agachó para coger el cepillo de dientes de un pequeño armario empotrado, al levantarse vio algo reflejado en el espejo que hizo que se le congelara la sangre, al fondo del pasillo había una silueta terrorífica e inhumana que se acercaba lentamente, no se le veía la cara, se giró con mucho miedo para ver si aquello era real o sólo producto de imaginación, lamentó profundamente haberlo hecho.

- Sunhee... - al girarse aquel ser estaba a escasos centímetros de su rostro, entonces pudo ver su cara, tenía las pupilas negras como el carbón y sin brillo alguno, las mejillas eran prácticamente esqueléticas y esbozaba una sonrisa maligna con sus putrefactos labios.

Sunhee gritó de terror, pero no podía mover ni un sólo músculo debido al pánico, Minjun fue corriendo hacía allí y vio a ese ente, pero no pudo entrar, la puerta del lavabo se cerró ante sus narices. Aquel ser la agarró por el cuello y la elevó más de un metro, lloraba, poco a poco se iba quedando sin respiración mientras oía a Minjun aporrear la puerta, no podía respirar, cada vez veía con menos nitidez, notaba las manos de aquel monstruo más pegadas, vio como abría la boca de manera desproporcionada, no sabía qué iba a hacerle pero estaba segura de que sufriría mucho, entonces, sin saber por qué, su collar empezó a emitir una potente luz azul cielo y a elevarse, transmitía tranquilidad en todo aquel caos, pero no a todos les gustaba. El ser que tenía a Sunhee agarrada empezó a chillar de dolor como una bestia de otro mundo, la soltó y cayó al suelo, ese bicho empezó a mirarse las manos, se le estaban desintegrando, al igual que el resto de su cuerpo para, al final, acabar reducido a cenizas que se volatilizaron y desaparecieron. Minjun echó abajo la puerta en cuanto aquel espectro desapareció, probablemente la había atrancado, corrió a coger a Sunhee, que estaba en el suelo en estado de shock, la apretó contra su pecho, ni siquiera podía llorar del terror que tenía encima.

- ¿Estás bien? - le preguntó mientras acariciaba su pelo.

- Yo... Yo... No sé... Yo...

- Tranquila, tranquila, ahora yo estoy contigo, vámonos a casa pequeña.

Minjun ayudó a que se levantara y cogió las maletas, no hacía muchas preguntas, mejor, no tenía ganas de explicar lo sucedido, tampoco quería pensar en ello. Durante todo el trayecto en coche no soltó ni una sola vez su mano, al entrar en casa se encontraron con Junho.

- ¿Y esas maletas? - preguntó él.

- Sunhee, coge los libros y ve a mi habitación a estudiar, ¿vale? Aquí no te pasará nada, tranquila - ella obedeció y Minjun la despidió con un beso en la frente. Él se dirigió a la cocina con Junho, donde estaban el resto.

***

Sunhee estaba leyendo acerca del ciclo reproductivo de las algas, así que cualquier cosa llamaba su atención, pero en esa habitación no es que hubiera nada entretenido, suspiró y se tumbó. Cerró los ojos porque empezaba a tener sueño, pero empezó a oír gritos que provenían de una discusión, los localizó en la cocina, eran de ellos, bajó para ver qué pasaba.

- Taec, cálmate - ese era Nichkhun.

- ¡No, la ha traído sin avisarnos y ahora pretende que se quede aquí!

- ¡No podía quedarse allí! - chillaba Minjun.

- ¡Ni aquí tampoco! ¡¿Estás loco o qué ?! - dio un golpe en la mesa.

- ¡Taec! - Junho le llamó la atención.

Taecyeon salió a zancadas de la cocina, encontrándose de bruces con Sunhee, la miró resignado y se fue, ella se quedó helada, ¿por qué tanto desprecio? El resto se percataron de su presencia, por su cara intuyeron que había oído aquello, Khun fue el primero en levantarse y dirigirse a ella.

- Bienvenida a tu nueva casa - le dijo apoyando sus manos sobre los hombros de ella, después la abrazó.

- Vaya, ¿vamos a tener que darte todos la bienvenida de esa manera? Yo encantado - intervino Chansung, pero Minjun le puso freno.

Al cabo de unas horas comieron y Minjun, Nichkhun, Junho y Wooyoung fueron a casa de Sunhee a acabar de coger sus cosas mientras ella seguía estudiando en la habitación, no quería salir de allí porque se había quedado con Taecyeon, que por algún motivo la odiaba, y con Chansung que, bueno, era Chansung y no creía que pensara precisamente con el cerebro. A la hora de cenar aún no habían llegado, ¿tantas cosas quedaban por recoger? De todos modos no tenía hambre, así que decidió esperar a Minjun, aunque no pudo, tantas horas estudiando la agotaron psicológicamente y cayó traspuesta entre el mar de apuntes. Pasaron un par de horas más hasta que una luz que atravesaba sus párpados la medio despertó, pero seguía bastante dormida y al abrir un poco los ojos, con la vista borrosa, pudo reconocer la silueta de Minjun. Sunhee no se dio cuenta pero él sonreía cariñosamente mientras recogía los apuntes de la cama y los dejaba en la mesa, después se puso el pijama, apagó la luz y se tumbó a su lado rodeando la cintura de Sunhee con el brazo y acercándola a él. Ella pudo sentir la sensación más relajante del mundo, la respiración de Minjun en su nuca, se quedó profundamente dormida en poco rato.