sábado, 21 de diciembre de 2013

BEST ABSOLUTE BANG!

- Twitter: @Paula6ramon

- Tipo: BIG BANG & B.A.P, hetero, idol x fan, serial, menores de 18 (de momento)



CAPÍTULO 3


— ¿¿¿¿Por qué no puedo tener un día normal???? — pensé para mis adentros mientras buscaba una escapatoria para aquella situación, sin resultado alguno.

Cada segundo que pasaba era un centímetro menos entre nuestras caras, sentí como ponía su mano en la parte trasera de mi cuello acercándome más a el.
En la espera en sentir sus labios encima de los míos escuché como alguien
subía también esas escaleras que minutos antes había subido yo.

––  Mierda! Que oportunos –– dijo el rubito levantándome de golpe y empujándome a través de la puerta del trastero que había por allí. –– No creo que te haga ilusión volver a encontrarles así que mantente calladita.

Yo, aun desorientada por el cambio brusco de la situación, no conseguía terminar de entender lo que estaba pasando hasta que una voz muy grave retumbó mis oídos.

–– Dónde se ha metido este tío? Se supone que debía esperarnos aquí –– dijo Yongguk de mal humor.

–– Debe haberse quedado dormido otra vez... Jongup~aah?!?! –– Oí una voz que parecía de un niño pequeño pero no la pude reconocer ya que, apenas conocía los nombres del chico con el que choqué, de mi agradable vecino y del rubito dormilón.

–– Será mejor que salga o no se irán nunca – dijo por lo bajo Jongup mientras suspiraba. –– nunca me dejan divertir. –– rió mientras se alejaba de mi en dirección a la puerta.

Como acto reflejo me coloqué detrás de la puerta para que cuando la abriese esta me cubriera y no se me viese. 

Jongup estaba a punto de abrir la puerta pero se paró en seco y le miré sorprendida.

–– Bueno, esta oportunidad no se la tiene todos los días no?

Y dicho eso, se acercó rápidamente a mi cara y me besó. Fue un beso suave, casi solo un roce de labios, pero profundo e hizo que una corriente eléctrica recorriera todas las partes de mi cuerpo. 
Ya con mi cara completamente roja y una sonrisa en el rostro de Jongup abrió la puerta y salió como si no hubiese pasado nada.

–– Hey chicos! Estaba durmiendo un poco, podríais haber gritado mas –– dijo burlón el rubio y se unió al grupo.

–– Bueno, debemos darnos prisa, hay que resolver “ese” pequeño asunto cuanto antes, vamos a enseñarles quien manda –– volvió a hablar Yongguk.

Después de asegurarme que se habían marchado decidí salir de mi escondite, aún sentía el  cosquilleo en mis labios y el rubor en mis mejillas, cómo se había atrevido! Estaba totalmente indignada, bajé las escaleras y volví a clase. 

El resto de las horas se me pasaron rápidamente, no presté mucha atención ni al profesor por el que todas las chicas suspiraban, ni a Joon que, para mi sorpresa, estaba despierto aun que tampoco parecía prestar mucha atención a la clase.

Ya era muy tarde, por fin habíamos terminado las clases, pasé por una cafetería que parecía muy acogedora, entré sin pensármelo mucho ya que hacia bastante que no tenia un momento de relax. Me senté en una mesa del fondo, no había mucha gente y se estaba muy agustito, pedí un capuccino y un pedazo de tarta de fresa. Si hubiese sido por mi me hubiese quedado allí para el resto de mi vida, pero cada vez se hacia mas y mas oscuro así que decidí volver a casa cuanto antes.

Estaba en dirección a mi casa cuando noté que alguien me seguía, no es que tenga un sexto sentido, pero siempre había leído noticias sobre acosadores barra violadores que atacaban a estudiantes sobre estas horas en corea, llamadme paranoica pero yo tenia todos mis sentidos alerta. 
A pesar de que no fui por ningún callejón, aquella persona no parecía perder el ímpetu en seguirme, a medida que me iba acercando a casa había menos gente. En mi mente ya se le habían pasado todo tipo de ideas, correr como una posesa, girarme y encarar a aquel tipo, llamar a un amigo para que viniese a ayudarme... oh! Espera! Olvidaba que no tengo amigos... idea descartada.

A solo una calle de mi casa vi una silueta apoyada en la pared, perfecto! –– pensé –– me tienen rodeada, yo no salgo viva de esto... –– lloriqueaba en mis adentros ––.

A medida que me iba acercando pude distinguir una melena rubia mientras mi sangre se helaba.
Era Yongguk. 
Se podría decir que en cualquier otra situación habría dado media vuelta y hubiese esperado a que se fuese pero en aquel momento me tragué mi orgullo y me acerqué a el como si fuese un amigo de toda la vida.

–– Yongguk~ah!! Me estas esperando? Que lindo!! Siempre cuidando de mi... –– dije forzadamente con la sonrisa mas falsa de toda mi vida, mientras miraba en dirección a aquel tipo que segundos antes me seguía, pude ver como daba media vuelta y se iba en dirección contraria. Volví mi mirada a mi nuevo actual “mejor amigo” y pude ver su cara de sorpresa por las confianzas que me había tomado. –– oh bueno … veras... es que ...aquel tipo...  –– mi lengua no parecía estar por la labor de dejarme expresar, bajé la mirada lentamente, esperando que me gritase o me golpease. 

Tenia manchas de sangre por toda la ropa. 

–– Que demonios! –– grité y me alejé lo mas que pude de el, supuse que seria por aquel “asuntito” del que había hablado en la azotea varias horas antes.–– 

–– Que exagerada, no grites! –– dijo cabreado y tapándose las orejas –– La verdad es que no he tenido un día muy alegre, no creo que sea una mala idea divertirme un rato. – – dijo con una sonrisa ladeada que no deparaba nada bueno.

De un movimiento me vi atrapada entre el y la pared notando su cuerpo, demasiado cerca, contra el mio. Aun se podía oler la sangre de toda su ropa... aquello había sido reciente.

Esperaba que me besase, que me tomara salvajemente en aquel preciso instante, con toda mi sensibilidad a flor de piel, no podía esperar a que aquel chico tan atemorizante me hiciese suya... lo sé, soy una masoquista... todo hubiese sido demasiado bonito... en lugar de eso lo único que recibí fue una bofetada por parte del rubio dejándome caer al suelo.

–– No me gustas, tengo la impresión de que me traerás muchos problemas –– dicho esto, se marchó en dirección a su casa dejándome a mi y a mi calentón repentino en el suelo, totalmente desconcertada.

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