lunes, 5 de agosto de 2013

CRASH

- Autora: Laura

- Twitter: @LauraBlackRoses

- Tipo: B.A.P, hetero, +18, idol x fan, Daehyun x fan, serial


CAPÍTULO 2: ACCIDENTES CAUALES


Las semanas habían pasado y Libia había encontrado trabajo como camarera en una pequeña cafetería en el centro de la ciudad, a unos escasos 10 minutos de su casa. Un chollazo. No pagaban nada mal, y la gente era muy amable con ella.
-Un nespresso, un batido helado de vainilla y un trozo de tarta de fresas para la mesa 3- dijo alegremente en la barra.
-Ahora mismo peque- le contestó su compañero Min. Libia se dejó caer un momento en la barra, estaba agotada, y estrenar zapatos tampoco es que fuera lo mejor del mundo. Se puso bien la camiseta blanca del uniforme, que tenía el nombre de la cafetería en la esquina superior derecha "Hollys", y le quitó las arrugas al delantal que estaba puesto sobre unos pantalones negros cortos- Aquí tienes- cogió lo que su compañero le dio y se lo entregó a los clientes.
Era primavera, 10 de abril, para ser más exactos. Empezaba a hacer buen tiempo en Seúl y eso le gustaba a Libia. La primavera le encantaba, era cuando florecían de nuevo las flores, las hojas de los árboles se volvían mas verdes, y el paraje natural era más hermoso aún. No sabía por qué le gustaba tanto la primavera, pero sentía que siempre que llegaba esa fecha, algo grande iba a suceder. Y es más, no se equivocó. Ahora le iba bien, no se podía quejar, aunque trabajaba mucho y solo librara los domingos, pero no le importaba, no tenía nada mejor que hacer.
Más clientes entraban en la cafetería, siempre se llenaba a la misma hora. O por la mañana temprano a las 9h o por la tarde a las 16h. Esas horas eran mortales. Y ahora eran las 16h. Había ido a comer con Min, Soki y Norah, sus compañeros en el trabajo a un bar cercano. Eran buena gente y muy agradables.
Ese día en el trabajo la gente estaba muy alterada y emocionada con o por algo. Un grupo de 6 personas entró en la cafetería, tapados con gorras y gafas de sol, y a la vista dejaban ropa de marca. Ricos, gente que iba fardeando de fajos de billetes. La ponían enferma. La gente se amontonaba en las ventanas de la cafetería, chicas en su mayoría, como locas, chillando y saltando, y alguna que otra llorando, y las más valientes entraban y pedían, pero realmente lo único que hacían era mirar a los 6 chicos. Libia miró a los chicos, les sonaba, pero ahora no sabía de que.
-Himchan oppa es tan guapo- suspiró una de las chicas a las que sirvio. Libia la miró con el ceño fruncido- ¿Te pasa algo para que me mires así?- Libia levantó las cejas ante la pregunta de la chica.
-Supongo que no... Disculpe
-Mas te vale- y se atusó el pelo. Libia se inclinó y se alejó de la mesa volviendo nuevamente a la barra.
-Juro que algún día mataré a alguna imbécil de esas- le comentó a su compañero Min. Éste rió- Me ponen enferma
-Tranquila peque- le revolvió el pelo- Quiero que conserves el trabajo- ella se puso bien los mechones y le sacó la lengua antes de ponerse a servir más mesas.
Al rato volvió a la barra y descansó un momento, mirando a su alrededor. Tanto ruido la estaba poniendo nerviosa, sobre todo los chillidos insoportables de las fans. Miró a los culpables de todo aquello. Realmente no lo eran, estaban haciendo un buen negocio gracias a ellos, pero le ponía enferma tanta fan loca y chillona. Tampoco eran para tanto. Seis chicos normales y corrientes. Si, no podía negarlo, eran guapos, pero ¿tanto alboroto por eso?
-¡Libia!- escuchó a Suki llamarla. Se acercó a su compañera- ¿Puedes hacer más batido de fresa y llevarlo a la mesa 5?- Libia asintió y se puso a ello en la cocina. Cortó las fresas y las echó en la batidora, y luego la leche y el azúcar. Le dio al botón de la batidora y aguantó la tapa para que el contenido líquido no saliera disparado por toda la cocina. Cogió un vaso y echó el batido, luego la nata que puso por encima con un gracioso rabito arriba, fideos de colores y una cereza en todo lo alto. Cogió una pajita y la puso también. Salió muy contenta por su obra de arte de la cocina hacia la mesa 5, pero al salir de allí, en el pasillo, chocó con alguien, derramando todo el batido y manchando de nata y fresa al individuo. Libia se quedó boquiabierta por su torpeza, por no echar cuenta. Esta vez la había cagado, y bien.
-¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento! ¡Lo siento!- dijo nerviosamente- Soy una torpe, le he manchado todo el chaleco... ¡Omo! ¡Lo siento!- notó las manos de la persona en su hombros. Ella levantó la mirada hacia el individuo. Un chico, de más o menos su edad, pelo castaño, ojos marrones oscuros y alargados, delgadas facciones y labios gruesos, muy bonitos por cierto.
-Tranquila, respira- la chica respiró sin apartar la mirada de él- ¿Mejor?- ella asintió. Se apartó de ella y se miró- Tampoco es el fin del mundo, solo es nata- cogió un poco de nata del chaleco y se lo llevó a la boca. Libia entró en la cocina y le dio papel y un trapo húmedo. Él lo aceptó- Gracias- se quedó mirando como se quitaba la nata, a veces cogía y se la comía. Él la miró y ella se sonrojó al darse cuenta de que se había quedado mirándole fíjamente.
-Voy...Voy... Voy a hacer otro batido- el sonrió y asintió. ¿Por qué se había puesto tan nerviosa? Él la había perdonado y se estaba comiendo la nata de gratis, tampoco era para ponerse así. Echó nuevamente otro batido en el vaso y repitió el mismo proceso que con el anterior. ¿A lo mejor era para él ese batido? Se acercó a la puerta de la cocina y asomó la cabeza. Seguía allí- Disculpa- él elevó la mirada hacia ella-  ¿ese batido era para ti?
-Todavía me estaba debatiendo el que pedirme, pero creo que ya sé que quiero- ella asintió- ¿Los haces tú?- volvió a asentir- Pues está muy rico- agachó la cabeza ante el cumplido. Volvió a mirarle y vio que tenía un poco de nata en la comisura de los labios.
-Tienes...- él la miró y vio como se señalaba la comisura de los labios. Se llevó una mano al lugar y vio que tenía nata. Sonrió.
-Gracias- hizo una breve inclinación de cabeza y volvió a la cocina. Cogió otro vaso y echó más batido con la nata, los fideos de colores y la cereza. Él se asomó a la puerta de la cocina y dejó el papel sucio y el paño húmedo.
-Toma, te lo dejo aquí- y los dejó en la encimera. Ella le asintió y le escuchó irse. Rápidamente cogió el batido y salió por la puerta, lo vio cruzar la esquina.
-¡Espera!- él asomó la cabeza. Ella se acercó a él y le dio el batido- Su batido. Invita la casa- él lo cogió gustoso- Y lo siento de nuevo.
-No te preocupes, estos accidentes son normales- hicieron una breve reverencia y él se fue a su sitio, pero se dio la vuelta- Por cierto- ella le miró con las cejas alzadas- soy Daehyun.
-Libia
-Bonito nombre- le guiñó un ojo y retomó su camino.
Libia se sonrojó y negó con la cabeza con una sonrisa en la cara. Esa situación había sido muy absurda. 

1 comentario:

  1. jhsdhkjasdhkjas Oh por dios!! hahah lo amé!! -corretea como fan loca de Daehyun- siguiente cap!!

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