martes, 11 de junio de 2013

LO QUE LAS PAREDES NO CUENTAN

- Twitter: @GetUp_01

- Tipo: Yaoi, +18, JJ Project, JB x Jr, oneshot, lemon



     -¡Me muero! –dijo Jb tirándose en la cama del hotel.
     -Yo también estoy agotado, anoche no me dejaste dormir, y hemos tenido que hacer una sesión de fotos para una revista –empecé a contar con los dedos-, hemos sido los invitados en el programa del viernes, ese que tanto te gusta –dije con cierto tono irónico-. Y, si te parece poco, hemos tenido que aparecer como invitados en Simply Kpop, cantando Bounce dos veces -remarqué el numero gritando un poco más y me senté en el sillón que había cerca de la ventana, suspirando y echando la cabeza hacia atrás-. Ahora me duele el cuello, joder.
     La cara de Jb apareció ante mí, mi corazón dio un vuelco y mis ojos se abrieron de la impresión, me sonrojé un poco y me incorporé en el sillón.
     -Hoy tampoco te voy a dejar dormir –comentó Jb relamiéndose un poco, haciendo que sus labios quedaran brillantes bajo la luz de la lámpara.
     -Imbécil, sabes lo que pasará si te portas mal.
     -¿Ah sí? ¿Y qué va a pasar? –dijo sonriendo con la mirada pícara acercándose a mí.
     Yo encajé una ceja y le besé sujetándole la cara para que no se moviera, y no lo hizo, y le arrastré hasta la cama tumbándole mientras le continuaba besando jugando con la lengua.
     -Pienso portarme mal siempre, ¿sabes? –dijo riendo.
     -Pues me obligas a castigarte… -comenté mientras le desabrochaba poco a poco los pantalones.
     Jb no tardó en hacer lo mismo con mis pantalones, me los bajó un poco y empezó a acariciar mi pene con brusquedad e hice lo mismo con él. Me quitó la camiseta y le ayudé subiendo los brazos. Cambiaron las tornas cuando me tumbó en la cama y empezó a besarme y lamerme los pezones.
     -¡Hey! No es justo, quítate tú también la camiseta y los pantalones –le ordené bajándole los pantalones frunciendo el ceño y arrugando un poco la nariz.
     Jb soltó una carcajada y me dio con el dedo en la nariz cuando se había quitado la camiseta. Le besé intensamente y acercó su cadera a la mía restregando su pene contra el mío. Yo solté un pequeño gemido y me hizo callas con un beso. Notaba como nos empalmábamos los dos y me dio por sonreír un poco a lo que él me miró extrañado.
     -¿Qué te hace tanta gracia?
     -Sabes que te sientes igual que yo cuando hacemos esto…
     -Capullo, siempre me pongo así de contento cuando hacemos esto.
     Volví a ponerlo debajo de mí y puse mi pene en su cara. Él lo agarró y se lo metió a la boca, chupándolo y jugueteando con la lengua. Me fallaron las fuerzas y tuve que apoyar las manos en la cama sintiéndome débil y reprimiéndome.
     Cuando paró de hacerlo se le escuchó algo exhausto y me di la vuelta chupándoselo yo a él. Primero le di unos golpecitos con el dedo índice en la punta mientras me relamía, y noté como temblaba un poco y se le tensaban las piernas. Me lo lleve a la boca y lo sujeté con una mano, ya que con la otra tenía que apoyarme en la cama. Para mi sorpresa, me cogió el pene y empezó a chuparlo otra vez mientras que soltaba unos leves ruiditos con la boca. Se sacó mi pene de la boca y me avisó, con poco tiempo, de que se corría.
     Me lo echó en toda la boca y me lo saqué de la boca a base de escupir y toser. Esbozó una sonrisa con la boca y se puso a masturbarme. Al poco tiempo también me corrí yo. Hicimos una pequeña pausa, que llevaban besos, abrazos y caricias.
     Se levantó para darse una ducha, porque llevaba la cara manchada de semen y le mandé un beso desde la cama. Él me sacó el dedo y yo me reí. Cuando escuché el sonido de la ducha, me acerqué sigilosamente y aproveché que tiene la manía de acercar el cuerpo a la pared para ponerme detrás de él.
     No se dio cuenta de que estaba hasta que le agarré todo el paquete y empecé a masturbarle. Perdió las fuerzas y soltó el teléfono de la ducha dejándolo caer sobre mi pié y apoyó las manos contra la pared.
     -¡Ay, joder, mi pié!
     -Lo s-siento... –dijo no muy consciente de lo que había pasado.
     Notaba como mi pene y el suyo volvían a alegrarse y me aparté un poco de él para metérselo. A él pareció no importarle y se apoyó mejor contra la pared par que pudiera metérselo mejor. Soltamos los dos un par de gemidos y empecé a moverme más rápido.
     -Más lento, tío, que así no se disfruta –dijo.
     Yo asentí, pero ni me vio porque estaba de espaldas. Me moví nuevamente más lento, pero no tardé mucho en moverme otra vez rápido. A la vez que se la metía, una de mis manos le acariciaba los pezones, estrujándolos. Soltó un último gemido andes de corrernos otra vez, y claro está. Lo hice dentro de él. Me separé poco a poco respirando entrecortadamente.
     Acabamos duchándonos juntos y nos robamos un par de besos. Al salir de la ducha, cogí la toalla y me la pasé por el pelo antes de enganchármela a la cintura. Abrí el mini bar de la habitación y saqué una coca-cola, pegándole un trago. Jb aún no había salido del baño.
     Dejé la coca-cola a un lado y me tumbé boca arriba con los brazos abiertos y con la toalla aún puesta. Jb apagó la luz del baño cuando salió, sin toalla, viniendo hacia a mí quitándome la toalla con un giro de muñeca.
     -¿No me vas a dejar dormir, no?
     Negó con la cabeza y empezó a lamerme la oreja, bajando hasta el cuello para besarlo. Yo giré la cabeza, para dejarle hacerlo mejor, el corazón volvió a dar un vuelco. Miré el reloj, que marcaba la una de la mañana, y negué levemente con la cabeza suspirando y cerrando los ojos.
     -No, no vamos a dormir.
     Noté la risa de Jb en mi oreja, e hizo que yo sonriera también y me giró la cara para darme un beso profundo y con lengua. Estiró la mano y sacó una zanahoria con el pico cortado y le miré con el rostro serio.
     -¡No!
     -¡Sí! –dijo con una mirada de satisfacción
     Levantó mis piernas y metió poco a poco la zanahoria, y yo negaba con la cabeza como si fuera un niño pequeño.
     -No me hagas esto~ -dije notando como entraba y me rozaba.
     Jb se puso a jugar; retorciendo la zanahoria, metiéndola y sacándola, y mi pene cada vez estaba más erecto. Soltó la zanahoria y me metió el pene por el ano, como había hecho yo con él. Se puso a hacerlo lento pero gradualmente iba haciéndolo más rápido.
     -Hyung, te he dicho mil veces que esta postura no me gusta… Que no quiero que veas mi cara así…
     -Pero es que me encanta verte la cara cuando hacemos el amor –dije acelerando el ritmo.
     Yo no pude más, y me corrí, esparciendo mi semen en mi propia cara y sobre las sábanas.
     -Qué asco... –logré decir respirando como podía.
     Jb se rió y sacó su pene de mí, para dejarme descansar un rato, o eso pensaba yo. Me lo puso en la cara y me hizo chuparlo jugueteando con la lengua y me avisó de que se corría, y lo hizo en mi cara.
     -Esto es diferente, el semen de hyung no me da asco.
     Sonrió con cara de satisfacción y  se tumbó boca arriba a mi lado. Al poco rato me levanté para lavarme la cara y al volver me encontré con Jb dormido y cansado. Lo tapé con una sábana y me dormí a su lado cogiéndole de la mano y dándole un pequeño peso en la frente. Acto seguido abrió los ojos mirándome tiernamente y  me estrechó entre sus brazos, quedándonos dormidos los dos.

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