domingo, 29 de julio de 2012

I'M YOUR MAN

- Autora: @NKHrap_MBLAQ  (Alba)

- Tipo: +18, serial, hetero, idol x fan, 2PM

*Nota: La personalidad del personaje que da el dinero (lo digo así para no desvelar la trama) es totalmente ficticia, para nada él es así, al contrario, simplemente es para encaminar la historia. PD: Soy Hottest (fandom de 2PM)

CAPÍTULO 1: ARROGANTE


Leah estaba en la discoteca, poniendo copas como cada noche y había mucho que hacer, dado que “Soul nation” era una de las discotecas más concurridas de todo Seúl. Ella había entrado a trabajar allí hacia a penas unos dos meses, y después de la primera semana de prueba decidieron que era ideal para el puesto, dado que a parte de su eficacia, su apariencia exótica atraía clientes, ya que a pesar de que su padre era coreano y su madre española, sus rasgos eran mas bien occidentales.

- Eh guapa, ponme otra copa - dijo un cliente bastante alcoholizado.

- Lo siento señor, no puedo, ya ha bebido bastante - contestó Leah.

- Soy un cliente, y ninguna extranjera va a venir a decirme lo que tengo que beber - dijo el borracho mientras la agarraba de la muñeca. Ella iba a decirle que de extranjera nada, pero no le dio tiempo.

- Te ha dicho que no y es que no. Y ahora lárgate si no quieres que llame a la policía - dijo un chico mientras le soltaba la mano a ese tipo de la muñeca de Leah. Ese chico era su novio, se conocieron allí dado que el estaba también de camarero y era dos años mayor que ella, sin embargo no era coreano, sino que era japonés.

- Gracias Shinichi cariño - dijo ella mientras lo besaba.

- No las des tonta, te he dicho mil veces que cuando aparezcan tipos así tienes que avisarme - respondió.

El rato fue pasando y la gente iba entrando y saliendo, y a pesar de que siempre había gente nueva, a Leah le llamó la atención un grupo de seis chicos que entraron con gafas de sol y se fueron directamente a sentarse a un sofá un poco alejado mientras un grupo de gente se los quedaba mirando. "Deben ser famosos" pensó ella, pero tenía que trabajar así que fue a ver qué querían, y una vez lo tuvo todo lo llevó hacia ellos.

- Aquí tienes - dijo uno de los chicos mientras le daba el dinero a Leah, por lo que ella, al ver que le había dado de más, buscó en sus bolsillos para darle el cambio.

- Qué pasa? Quieres un autógrafo? Normal jaja Soy Taecyeon, si me das algo te firmaré - dijo él en tono soberbio.

- Perdona? Qué? Te crees que por ser famoso quiero algo de ti? No soporto a la clase de gente como tú, egocéntrica y creída... Estaba buscando el cambio, suficiente trabajo tengo ya como para fijarme en un tipejo como tú - contestó Leah enfadada mientras le arrojaba el cambio al pecho, dejando a Taecyeon desconcertado mientras sus compañeros se reían en silencio de él.

Leah volvió furiosa hacia la barra, no soportaba esa actitud chulesca que tenían algunos famosos, y aunque tenía ganas de echarle la bebida por encima decidió calmarse para no formar un espectáculo. Su novio la vio alterada, y después de que ella le explicara lo ocurrido, la abrazó por detrás y le dio un beso en el cuello.



Cuando llegó la hora de cerrar Leah se encontró una cartera de cuero negra mientras barría, y como el local ya estaba vacío decidió mirar a quien pertenecía para devolvérsela. Cuando la abrió se dio cuenta de que pertenecía a un tal "Jang Wooyoung", y aunque su foto de carné le sonaba, no sabía quién era, pero por suerte sí que estaba su dirección escrita, así que decidió llevársela por la tarde cuando fuera a trabajar ya que le pillaba de camino.

Shinichi la llevó a su casa en coche y para despedirse le dio un beso, ella se lo devolvió, pero él quería algo más, a lo que ella respondió que no.

- Está bien – le dijo él mientras le sonrió y Leah bajaba.

Ella llegó a su casa, se duchó y se fue a dormir como siempre, odiaba lo de irse a dormir a las 5 de la mañana, pero al menos disfrutaba de una casa para ella, dado que había querido distanciarse de sus padres por todo el poco amor que le dieron en el pasado, siempre estaban de viajes de negocios, pero las exigencias no faltaban, pedían sin dar ningún amor, y ella ha estado aguantando eso desde los cinco años, y ahora, con 21, ya pudo independizarse y buscarse la vida.




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